El exjefe de ETA José Antonio Urrutikoetxea, alias Josu Ternera, goza de nuevos beneficios penitenciarios concedidos por la Justicia francesa. En concreto, según adelanta La Razón y ha podido confirmar Europa Press en fuentes de su entorno, se le ha retirado la pulsera telemática con la que era controlado dado que permanece en libertad provisional.
Tras este alivio penitenciario, Urrutikoetxea se ha trasladado con su familia desde su residencia en París -donde vivía desde que en julio de 2020 se acordó que permaneciera en régimen de arresto domiciliario con una pulsera electrónica por motivos de salud- a la localidad de Anglet, cerca de la frontera con el País Vasco. A pesar de la retirada de ese control telemático, sigue sujeto a medidas cautelares por lo que debe presentarse tres veces a la semana en dependencias policiales.
El etarra, de 70 años, fue detenido en mayo de 2019 en Sallanches, en los Alpes franceses, tras permanecer casi 17 años en la clandestinidad. En junio de ese año, el Tribunal de Apelaciones francés le puso en libertad provisional por motivos de salud, pero cuando abandonaba la prisión de La Santé fue retenido después de que las autoridades francesas se cercioraran de que la Audiencia Nacional le requería por varias causas.
Precisamente en julio, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional confirmó su procesamiento por una de ellas, la del atentado cometido en 1987 contra la casa cuartel de Zaragoza, que dejó once muertos, incluidos seis niños.
Este procesamiento llegaba después de que la Corte de Casación de París autorizara en noviembre de 2020 su entrega definitiva a España por este atentado. El tribunal galo rechazó en su decisión un recurso presentado por la defensa de Josu Tenera contra un fallo de la Cámara de Instrucción del Tribunal de Apelaciones de París que ordenaba repatriarlo.
La Corte de Casación también acordó la entrega definitiva de Josu Ternera a España por la causa sobre la financiación de la organización terrorista a través de las 'herriko tabernas', mientras que el Tribunal de Apelaciones dio luz verde a su extradición por el asesinato del entonces directivo de Michelin Luis María Hergueta el 25 de junio de 1980 en Vitoria.
Sobre ese asesinato, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz anuló en mayo su procesamiento, con el respaldo de la Fiscalía, al comprobar que en esa fecha Josu Ternera no formaba parte de ETA político-militar, quienes reivindicaron ese atentado.
La Audiencia Nacional también reclamaba al etarra por una causa sobre delitos de lesa humanidad en la que hay procesados otros ex dirigentes de la organización terrorista, pero en este caso las autoridades francesas denegaron la devolución a España.
El juicio de septiembre
La entrega a España deberá esperar no obstante a que se celebre en septiembre el último juicio que tiene programado Josu Ternera en Francia, tras él, las autoridades galas deberán decidir si entregan temporalmente al exjefe de ETA.
Esa vista que debía celebrarse en el Tribunal de Apelaciones -programada anteriormente para febrero de 2021- por hechos ocurridos entre 2002 y 2005, fue aplazada al no poder acudir varios testigos debido a razones sanitarias.
Por estos hechos, Josu Ternera fue condenado en primera instancia a cinco años de prisión, que se convirtieron en siete años en apelación, por cargos de 'asociación de malhechores terroristas'. Sin embargo, como fue sentenciado 'in absentia', solicitó que se le juzgara de nuevo en persona. Sus huellas aparecieron en dos zulos de ETA hallados en 2002 en Lourdes y Villeneuve-sur-Lot (Lot-et-Garonne), así como en un vehículo.