Isidoro Salcedo y Echevarría alcanzó en su época el suficiente prestigio como artista como para ser incluido en la Galería biográfica de artistas españoles del siglo XIX, publicada por Manuel Ossorio Bernard en 1868. Obra que en los años posteriores alcanzó varias reediciones y actualizaciones. 

Pero lo cierto es que, lamentablemente, son muy parcos los datos recogidos sobre él por el antólogo: «Pintor contemporáneo, discípulo de la Escuela superior de pintura, dependiente de la Academia de Nobles Artes de San Fernando. Entre sus trabajos al óleo conocemos los que ejecutó en la Sociedad protectora de Bellas Artes, que fundó D. Antonio María Esquivel. También son de su mano algunas láminas litográficas de la Historia de Madrid, escrita por el Sr. Amador de los Ríos».

Una información desgraciadamente demasiado escasa que, si bien nos permite conocer su formación artística en la Escuela de la Academia de San Fernando, no nos ofrece otros datos claves de su biografía como su lugar de nacimiento y los años de nacimiento y defunción. 

Son detalles importantes que no he podido completar en los restantes repertorios de artistas del siglo XIX. Tampoco en estudios recientes sobre la historia de la pintura de aquella época, como la Tesis doctoral de José Ibáñez Álvarez El Gabinete de Estampas del siglo XIX del Museo Romántico de Madrid (2003), en la que se ofrece la biografía de numerosos artistas decimonónicos. 

En este caso, afortunadamente, sí nos amplía las noticias sobre su producción, ya que nos indica que ilustró, además de la Historia de la Villa de Madrid, de Amador de los Rios, otras más: Historia de la real Casa de Saboya (1871) de Angelo Brofferio, e Historia del origen itálico y de la real Casa de Saboya (1872) de José Miguel Canale; además de algunos volúmenes de la Crónica General de España, o sea historia ilustrada y descriptiva de sus provincias, publicados entre 1864 y 1871.

En nuestro proceso de búsqueda de obras de nuestro pintor, la consulta de los fondos litográficos de la Biblioteca Nacional ha ofrecido el resultado de 24 obras, la mayoría retratos de personajes destacados de su época como Nicolás Salmerón, Emilio Castelar, Pí y Margall o Mariano José de Larra, entre otros. No faltan tampoco dibujos de monumentos de la capital como la portada y el altar mayor de San Jerónimo el Real o la fachada del Tribunal de Cuentas. Además del monumento elevado a Cristóbal Colón en la ciudad italiana de Génova. 

Es esta última una litografía en la que debemos detenernos con cierto detalle, pues aporta un dato que, a mi juicio es importante para completar lo poco que sabemos de la biografía del señor Salcedo. En la información recogida en la ficha de esta obra, se recoge que fue elaborada a dos tintas y tomada de una fotografía, indicándonos también que está fechada en 1892, detalle que nos permite retrasar al menos hasta ese año su actividad artística. 

Pero, para el tema que hoy nos interesa, ninguna de estas litografías recoge monumentos alcarreños, que, si atendemos a los grabados que he localizado en “La Ilustración Española y Americana”, fueron uno de los temas elegidos por el señor Salcedo Echevarría en numerosas ocasiones entre los años 1877 y 1888.

A lo largo de las próximas semanas iremos repasando todos ellos, pues realmente suponen unas imágenes imprescindibles que nos permitirán ampliar el conocimiento que tenemos de varios de los monumentos más importantes de nuestro Patrimonio provincial.