Málaga del Fresno, una delicia entre campos de cereal y colza

Inmaculada López Martínez
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Es uno de los pequeños y agradables municipios agrícolas que pueblan la comarca de la Campiña y que destaca, sobre todo, por la enorme belleza de su entorno natural

Imágenes de la localidad de Málaga del Fresno. - Foto: Javier Pozo / Archivo

Málaga del Fresno es uno de los pueblos de la campiña guadalajareña que, a pesar de su cercanía con la capital, conserva intacta su esencia y personalidad de siempre. Mantiene estable una población cercana a los 175 habitantes, circunstancia que lo convierte en un lugar tranquilo y agradable para vivir.

Su casco urbano disfruta de un trazado sencillo de casas bajas, la mayoría arregladas por ser un pueblo muy frecuentado como segunda residencia. Sin duda, el punto más destacado es la iglesia parroquial de los Santos Niños Justo y Pastor, una preciosa obra monumental del siglo XVI con muros exteriores de sillar y sillarejo cuya barbacana ofrece una maravillosa panorámica. El Cerro del Torrejón, emblemático altozano con mirador al que acostumbran a subir los malagueños más andarines, preside un paisaje coloreado por el verde intenso de los campos sembrados de trigo y cebada y el amarillo intermitente de las parcelas reservadas a la colza. Evidentemente, Málaga del Fresno sigue manteniendo esa intensa actividad agrícola que siempre caracterizó la Campiña.

La barbacana de la iglesia también ofrece un primer plano de la vega del arroyo de las Dueñas, donde se localiza el antiguo campo de fútbol y un agradable parque infantil. Precisamente, es el paraje más en cantador y recomendable del municipio y al que llega tras cruzar por la Plaza Mayor, donde se encuentra la Casa Consistorial y el edificio de las escuelas, actualmente utilizado como sede de las tres asociaciones que existen en el municipio –de jubilados, de mujeres y la asociación cultural El Perejil– . Al margen del citado parque infantil, el paraje del campo de fútbol alberga el antiguo lavadero, que conserva sus pilas originales y luce una estructura exterior de nueva construcción. Justo al lado, una pequeña picota atestigua el paso de los Santos Niños por Málaga del Fresno cuando fueron camino de Alcalá de Henares, lo que explica el nombre elegido para la iglesia parroquial.

Imágenes de la localidad de Málaga del Fresno.Imágenes de la localidad de Málaga del Fresno. - Foto: Javier Pozo / Archivo

Unos metros hacia delante, en un recodo de gran belleza natural, se alza la ermita de la Soledad, pequeño templo por el que los malagueños sienten un afecto muy especial y donde se guardan los pasos de la Semana Santa y la Virgen de la Soledad. La patrona, la Virgen del Rosario, cuya onomástica se celebra el 7 de octubre, es la otra imagen más venerada por los perejileros, simpático apodo por el que son conocidos los oriundos de este municipio. Junto a la ermita de la Soledad parte uno de los caminos más concurridos de la comarca por los aficionados al senderismo. Se trata de la ruta de la ermita de Valdelagua, que une Málaga del Fresno con el santuario de Robledillo de Mohernando.

Imágenes de la localidad de Málaga del Fresno.
Imágenes de la localidad de Málaga del Fresno. - Foto: Javier Pozo / Archivo

La historia de Málaga del Fresno esconde la curiosidad de haber sido la cuna de dos personajes ilustres de la provincia. En 1888, nació Isidro Almazán, maestro, pedagogo, escritor y una adelantado para su tiempo que trabajó de manera fehaciente en favor de la enseñanza educacional de los jóvenes.  Además, esta localidad campiñera vio nacer en 1938 a Francisco Aritmendi, atleta de fondo que conquistó varios títulos mundiales y a quien están dedicadas las pistas deportivas del pueblo.