La Olma de Aranzueque quiere ser 'Árbol del Año de 2024'

D.L.C.
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Un galardón que se conocerá el próximo 27 de diciembre, después de que la votación se prolongue hasta el día 16 de dicho mes.

La Olma de Aranzueque preside la Plaza Mayor. - Foto: Olmos Vivos

La Olma de Aranzueque es uno de los diez árboles que busca ser 'Árbol del Año de 2024'. Un galardón que se conocerá el próximo 27 de diciembre, después de que la votación se prolongue hasta el día 16. 

La espectacular Olma de Aranzueque, preside la plaza del pueblo aproximadamente desde  el año 1840. Por el momento ha sobrevivido a la temida grafiosis que asoló la comarca y a los avatares del tiempo. Todo visitante de Aranzueque, se queda impresionado por su gran tamaño y esplendor.

Este ejemplar estuvo enfermo hace unos veinte años, fue tratado y se recuperó espectacularmente, otros muchos de ellos que había en la provincia tanto en las plazas de los pueblos como en las carreteras, murieron por la misma enfermedad, por lo que es uno de los pocos que quedan.

«Esta Olma muy querida por todos vecinos del pueblo, es el símbolo del mismo. Preside la Plaza y sin ella, la Plaza Mayor situada en el corazón del pueblo, no sería la misma, por lo que nos gustaría que todo el mundo pueda ver su impresionante tamaño y la visite. Hay que cuidar y conservar todo lo posible estos árboles magníficos que luchan a lo largo de los años por mantenerse en pie», apuntan desde el Consistorio.

El concurso del Árbol y Bosque del Año en España se creó en el año 2007, por la ONG Bosques sin Fronteras, siendo el primero en Europa y en el mundo con esta iniciativa. Como continuación de esta iniciativa, en 2011 se creó el premio a nivel europeo Tree of the Year organizado la Fundación Alianza (Nadace Partnerství) que engloba todas las iniciativas nacionales que se han ido creando en los diferentes países.

El objetivo del concurso Árbol y Bosque del Año en España es destacar los interesantes árboles y bosques singulares de nuestro territorio  como un importante patrimonio natural y cultural que deberíamos apreciar y proteger. En este concurso,  a diferencia de otros concursos, no es importante la belleza, el tamaño o la edad de los árboles o los bosques sino la historia y la relación con las personas y el territorio. Buscamos árboles y bosques que se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio.