El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha opinado este miércoles que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, tiene "argumentos para defenderse" frente a la supuesta revelación de secretos, pero ha afirmado que le "beneficiaría" dejar su cargo.
"Creo que se podría defender bastante mejor sin la responsabilidad, al mismo tiempo, de tener que tener apariencia de equidad en el resto de los casos", ha señalado el líder socialista de los castellanomanchegos a preguntas de los periodistas tras firmar un convenio de colaboración con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
García-Page ha advertido que si el caso que afecta a García Ortiz fuera de un subordinado de él, "automáticamente el fiscal general está obligado a cesarlo para sobreguardar la institución", por lo que ha razonado que debería "aplicar la misma doctrina" por "puro sentido común".
El presidente ha matizado que esto es una "opinión personal" y "tiene argumentos para defenderse, le deseo lo mejor en el pleito".
"Bochorno" con los audios de Koldo. Page también ha dicho que le producen "bochorno" los últimos audios publicados del exasesor ministerial investigado Koldo García, en lo que se refiere a su "trato con las mujeres". "Esas expresiones son el reflejo de una conducta general, y me preocupa que se hable así de esa manera y con tanto descaro", ha censurado.
Para el presidente castellanomancehego, "ya es bastante grave que estemos en el primer caso de corrupción en el que los propios inculpados son los que han grabado todo y facilitan las pruebas en una carrera desenfrenada". En su opinión, esto "está empezando" y "nadie sabe dónde va a acabar".
Espera que Puigdemont no se cuele en la Moncloa. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha recordado al Gobierno de España que es "el que está más obligado a guardar las formas con el estado de derecho" ante una posible reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de Junts, Carles Puigdemont.
Preguntado este miércoles en Toledo sobre la posibilidad de que esta reunión se produzca fuera de España, García-Page ha manifestado que no le parece "razonable" y que "ya es bastante bochorno estar viendo a políticos ir en romería a arrodillarse delante de este hombre".
En todo caso, ha considerado que esta propuesta demuestra que "Puigdemont pierde la esperanza de regresar a España, salvo que haga una pirula como la del año pasado por estas fechas".
Un episodio, por cierto, sobre el que el presidente castellanomanchego ha recordado que "todavía está por aclarar qué ha pasado con esas investigaciones, y quiénes fueron los responsables de que viniera, se riera de todo el mundo, y se volviera a marchar".
Ha ironizado con que sería "un disgusto enorme que se colara en La Moncloa y luego se fuera; sería terrorífico", pero ha recordado al Gobierno que es el que debe guardar las formas. Asimismo, ha reconocido que no desea nada malo en lo personal a Puigdemont pero "este señor, hasta la fecha, si entra en España es detenido".