El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, consideró que un eventual pacto entre el PSOE y Junts per Catalunya para una investidura de Pedro Sánchez con la condición de aprobar una Ley de Amnistía se podría llevar a cabo sin aspavientos porque «no queda más remedio».

Tras la firma del Programa de Apoyo Activo al Empleo de Castilla-La Mancha 2023 en el Palacio de Fuensalida, Page consideró que hay quien pacta «porque no tiene remedio», en alusión a Pedro Sánchez, aunque no lo citó, mientras que hay otros dirigentes, como él mismo, que pactan «sin necesidad» tras alcanzar la mayoría absoluta en las urnas. 

Dicho esto, reconoció que «hay algunos que ahora a la amnistía le llaman amnistía, y otros podemos terminar pensando que a la amnistía se le podía llamar necesidad. Lo que no debe ser nunca la amnistía es amnesia, porque si olvidamos lo que pasó, la amnesia solo puede traer consigo que se vuelva a repetir», dijo el mandatorio regional, que se arrogó el derecho a opinar de lo que considere oportuno. «Yo soy un defensor del derecho a opinar. A mí me critican por dar mi opinión, y los que más me critican por dar mi opinión son los que luego defienden el derecho a cambiar de opinión», lamentó.

No hay que discrepar por sistema. Igualmente, se mostró crítico ante el escenario de que PP y PSOE, como principales partidos políticos del país, discrepen en todos los escenarios siempre «por sistema», tras lo que solicitó «espacios elementales de consenso político» que, a su vez, «legitimen los momentos en los que se discrepa».

García-Page hizo esta reflexión tras rubricar un acuerdo a seis bandas para un nuevo plan de empleo con los presidentes de las cinco diputaciones provinciales de la región, dos de ellos del PP, en concreto el ciudadrealeño Miguel Ángel Valverde y la toledana Conchi Cedillo. «Hoy hemos tenido un acto muy cordial con presidentes del Partido Popular. Pero sería lo mismo si la opinión hubiera sido más crítica. No pasa nada», indicó. «Esta foto de consenso es una enmienda a la totalidad al relativismo político que se consolida como tesis en España».

Así, consideró que para cargarse «lo poco que le queda de credibilidad a la política» sólo falta que los ciudadanos tengan que olvidarse de las promesas en campaña una vez se gobierna. 

«La gente quiere que los grandes partidos discrepen en muchas cosas, porque va en la lógica, pero no en todo por obligación o sistema. Los ciudadanos no pueden entender que estemos siempre en contra en todo, no puede ser, tiene que haber espacios elementales de consenso político que legitiman los momentos en los que se discrepa», añadió. «Si se discrepa en todo, hasta la discrepancia pierde valor».

La actitud «infantil» de Page. De su lado, el presidente del PP castellano-manchego, Paco Núñez, calificó de «infantil» la actitud de Page para excusarse y no acudir a la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, convocada para hablar de la situación del país, de la unidad nacional y para posicionar a las regiones en torno a la Ley de Amnistía.

El presidente de Castilla-La Mancha asegura no poder acudir a la Cámara Alta este jueves porque hay convocado Pleno en las Cortes regionales. Una «excusa» que no comparten desde el PP: «Hay pocas cosas más importantes hoy, si eres presidente de Castilla-La Mancha, que atender a la cita oficial de una institución como el Senado», manifestó Núñez durante una entrevista en el programa 'Castilla-La Mancha en la onda', de Onda Cero.