El atajo fiscal que dinamita las herencias

Carlos Cuesta (SPC)
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Las donaciones baten su récord en 2024 en España con casi 200.000 operaciones y unas cuantías que van de 50.000 a 80.000 euros

El atajo fiscal que dinamita las herencias

Para los españoles, pagar impuestos no resulta demasiado gratificante, es más, un 78% sostiene que el esfuerzo que hace con el fisco no compensa los servicios públicos que recibe, según una encuesta realizada por el Instituto de Estudios Fiscales dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda.

En este contexto, cada vez se ponen más entredicho gravámenes como el de Sucesiones al considerar los ciudadanos que los bienes inmobiliarios y el patrimonio que reciben en herencia de sus padres y familiares ya han pagado todo tipo de impuestos y denuncian que es una doble tributación injusta que debiera estar exenta.

Ante esta realidad, las donaciones se presentan como la mejor estrategia fiscal entre particulares para pagar menos a la Agencia Tributaria frente a los gravámenes de las herencias tradicionales.

Según los datos del Centro de Información Estadística del Notariado (CIEN), perteneciente al Consejo General del Notariado, las donaciones alcanzaron en España las 199.448 operaciones en 2024. Se trata de un récord histórico que supone un incremento del 15% respecto al año anterior y la cifra más alta desde 2007. La cuantía media osciló entre los 50.000 y 80.000 euros y, en su mayoría, fueron transferencias en efectivo.

«En 2024, las familias españolas han confiado en la donación ante notario como el mecanismo de planificación patrimonial más económico y como apoyo a las nuevas generaciones para la compra de una vivienda o emprender un proyecto empresarial», según señala la portavoz del Consejo General del Notariado, María Teresa Barea.

De acuerdo con el CIEN, las comunidades autónomas en las que más transacciones se realizaron el pasado ejercicio fueron la Comunidad de Madrid (41.988), Andalucía (38.396), la Comunidad Valenciana (35.885), Cataluña (18.808) y Castilla y León (12.928).

En una España, donde la vivienda es cada vez más inaccesible para los jóvenes y el marco fiscal se adapta a la transferencia intergeneracional de riqueza, esta figura legal ha emergido como una vía cada vez más frecuente para sortear la alta carga impositiva actual. 

Los expertos sostienen que este fenómeno, con un fuerte respaldo legislativo, crece al compás de un mercado inmobiliario tensionado y una fiscalidad autonómica cada vez más competitiva y como una palanca para transferir riqueza con un esfuerzo tributario mínimo.

Como ejemplo, una cesión de 100.000 euros a un hijo en Andalucía tributa solo sobre 1.000 euros al fisco y, en el caso de Madrid, con dos hermanos que heredan una vivienda de 200.000 euros y 100.000 euros en efectivo podrían ahorrarse más de 15.600 euros gracias a la bonificación que existe del 50%.

Disposiciones legales

Formalizar una donación requiere de una escritura pública. Los honorarios, regulados por el Arancel Notarial, oscilan en función del importe. Para 10.000 euros la tarifa es de 160 euros; para 75.000, 330 euros; para 150.000, 417 euros; y para 300.000, se paga 505 euros. Además, el coste fiscal puede reducirse drásticamente si se cumplen los requisitos autonómicos. Por ejemplo, en Madrid, un importe de 75.000 euros puede generar un impuesto de 8.400 euros, pero con la bonificación del 99%, el importe a liquidar sería de 84 euros.

La persona que recibe la dávida debe justificar el origen lícito de los fondos recibidos y asumir la tributación. Además, los gastos notariales suelen correr a cargo del donante. Si la operación no se realiza ante notario, no podrá acogerse a las bonificaciones establecidas.

En cualquier caso, elegir entre hacer una cesión en vida o dejar una herencia tras el fallecimiento depende de múltiples factores personales, fiscales y patrimoniales. 

Cada vez más expertos fiscales aconsejan traspasar sus bienes patrimoniales optando por la concesión en vida. Sobre todo, si se planifica con antelación y se formaliza correctamente puesto que los beneficiarios pueden disfrutar de unas bonificaciones muy superiores a las que están estipuladas actualmente para las herencias.

En este sentido, sostienen que si se deja toda la herencia al fallecer, el patrimonio acumulado puede situar a los herederos en tramos superiores de tributación mientras que con donaciones periódicas en vida, se puede optimizar el reparto y reducir el tipo efectivo aplicado.