El caso de la muerte de, al menos, 23 inmigrantes, en la frontera de Melilla, el pasado 24 de junio, no se ha cerrado. Y es que un vídeo difundido ayer por la BBC ha puesto de nuevo en el foco al titular del Interior, Fernando Grande-Marlaska, pues en él se señala que la Policía vio y no impidió la tragedia y que la avalancha dejó cuerpos en el lado español, lo que ha sido negado por fuentes de Interior que han respaldado a la Guardia Civil.
El documental ha provocado que el socio del PSOE, Unidas Podemos, así como PP, Cs y EH Bildu exijan que el ministro comparezca en el Congreso para explicar lo sucedido y muestre las imágnes captadas en la frontera.
La emisora británica realizó una investigación sobre este incidente y revisó grabaciones difundidas en internet que muestran a decenas de personas apiñadas en una zona del puesto, algunas inmóviles, otras sangrando y otras angustiadas.
Se estima que el número de víctimas fue mayor del que Madrid y Rabat señalaron (23), ya que hay más de 70 personas desaparecidas en esa zona conocida como Barrio Chino, agrega la cadena.
Un equipo obtuvo acceso a la zona y entró en la sala de control de circuito cerrado de televisión de la Guardia Civil, donde lo que captan las cámaras instaladas en la valla se ve en pantallas gigantes.
Asimismo, aparecen imágenes, desde el lado español, que muestran a decenas de agentes magrebíes caminando por el Barrio Chino, llevándose a migrantes, y golpeando a algunos de ellos bajo la «pasiva» mirada de la Benemérita.
Ni qué decir tiene que la repercusión de este vídeo sacudió al mismísimo Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, reafirmó que los sucesos ocurridos en la Ciudad Autónoma son «gravísimos» que han de investigarse:«Mantengo exactamente lo mismo que cuando acontecieron estos hechos luctuosos, los derechos humanos no son relativizables». Desde Unidas Podemos se llegó a comparar a Marlaska con el exministro Jorge Fernández Díaz, al tiempo que exigió a su socio que aclare en el Congreso todas las dudas. «No se está comportando como un ministro del Gobierno progresista», denunció el presidente del grupo confederal, Jaume Asens.
Así pues, los morados volvieron a evidenciar las fisuras que hay en La Moncloa al exigir una investigación y que declare en el Congreso. Como también hicieron EH-Bildu, Cs y PP, que fue más allá al reclamar al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, «que diga si tenía conocimiento o participó en la orden de arrastrar los cadáveres de una frontera a otra».
Frente a estos ataques, Interior calificó de «decepcionante y sorprendente» que se hagan acusaciones «de gran gravedad, sin el sustento de ninguna prueba», al tiempo que subrayó que «absolutamente nadie, ni la Guardia Civil, ni la Gendarmería, ni la Fiscalía, ni el Defensor del Pueblo ni las autoridades marroquíes sostienen que las muertes tuvieron lugar en el territorio nacional».
Diputados de la Comisión de Interior del Congreso, encabezados por su presidente, José Luis Ábalos, viajarán el próximo lunes a la frontera de Melilla.