La directora gallega Olga Osorio tiene claro que una de las cuestiones que le atraían, cuando decidió dirigir El secreto del orfebre, era hacer una película al estilo de los clásicos de Hollywood quizás porque, sin ser consciente de ello, le atraen las cosas nostálgicas y vintage.
¿Qué le gustó de la novela El secreto del orfebre para adaptarla al cine?
Mi interés por El secreto del orfebre es anterior a ¡Salta!, con lo cual quiero decir que los viajes en el tiempo me interesan, me enrollan, siempre que estén vinculados con relaciones personales. En este caso, estaba en reescribir una historia de amor que, por culpa de la época y la cultura del momento, no fue como debería haber sido. Me gusta darles a mis personajes la oportunidad de rectificar.
Habla de segundas oportunidades en la vida, de un amor que traspasa el tiempo. La pregunta es lógica: ¿le gustan las historias románticas?
No, de hecho a algunos amigos míos les sorprendió esta película romántica. Yo creo que el amor es parte de la vida. Si que me interesa el amor pero, digamos, en términos globales, ¡Salta! hablaba de amor entre hermanos. Yo quería contar una historia sobre entender la vida, de qué va esto y, a veces, tiene que pasar toda tu vida para darte cuenta.
El secreto del orfebre en su desarrollo habla del papel que en los años 50 estaba reservado a las mujeres de quedarse en el hogar, pero su coprotagonista quiere salir adelante con su profesión de modista, aunque sea mal vista por sus vecinos.
Ella lo tiene claro, pero en la primera versión lo hace con muchas limitaciones. Es la rara del pueblo, nadie entiende lo que hace. En la segunda versión, vemos que alguien le da la posibilidad económica de cumplir sus sueños. Y eso es lo que les ha pasado a las mujeres de generaciones anteriores. Inconscientemente, cuando empecé a trabajar en esta película no lo veía así, pero era una manera de reescribir la historia de mi madre. He pensado que me gustaría volver atrás en el pasado, no para cambiar el mío sino el de mi madre, de que ella, a sus 19 años, hubiera podido salir de una España tan difícil y ser quien quería ser. Que ese fue el mensaje que ella me dio a mí.
La película cuenta al frente del reparto con dos actores con tirón como son Mario Casas y Michelle Jenner. ¿Tenía en mente a estos dos intérpretes para esta cinta?
No, no los tenía en mente en un principio, pensaba en actores mayores, como en la novela. En la película a Mario y Michelle les hemos puesto, con el maquillaje y peluquería, un poco más de edad que la que tienen. Las nuevas generaciones tienen bastante sensibilidad a la diferencia generacional, que es uno de los problemas que tiene esta pareja, pero no queríamos que eso distrajese.
En cuanto a Mario, es una locura el tirón que tiene y estuve encantada de que quisiera hacer mi proyecto siendo una directora no demasiado conocida y buscamos a otra actriz acorde con él y creo que Michelle Jenner tiene una especie de luz.