Arranca la carrera electoral

M.R.Y. (SPC)
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Las primarias republicanas en Iowa abren el largo proceso al que se enfrentan los candidatos a las presidenciales del 5 de noviembre antes de ser proclamados en las convenciones de cada partido en verano

Arranca la carrera electoral

Preparados, listos... ¡Ya! El largo año electoral en Estados Unidos dio este pasado lunes su pistoletazo de salida con el inicio de las primarias republicanas -en Iowa- abriendo un camino de casi 10 meses que culminará el 5 de noviembre, cuando se celebren las presidenciales con los candidatos que se elegirán en los diferentes comicios internos de los dos grandes partidos antes de verano. Si nada cambia, serán Donald Trump y Joe Biden los designados por cada bando. Ambos son los favoritos indiscutibles en todas las encuestas y, además de revivir la pugna de 2020, se antoja que esta vez la pelea sea aún más igualada. Pero antes, se deberá pasar por un proceso en el que los simpatizantes deberán decantarse por uno de los postulantes -tres en el lado conservador (Trump, Nikki Haley y Ron DeSantis, tras las retiradas de Vivek Ramswam y Asa Hutchinson tras sus fracasos en Iowa) y tres en el demócrata (aunque Biden opta a la reelección, otros dos políticos, Marianne Williamson y Dean Phillips, tratarán de frenar las aspiraciones del favorito)-.

Para elegir al que será su apuesta para hacerse con la Casa Blanca, ambas formaciones celebran a lo largo de estos meses un proceso de primarias o caucus que en el caso de los republicanos empezó el pasado 15 de enero en Iowa -donde ganó Trump holgadamente- y en el de los liberales se demorará un poco todavía: empezarán el próximo 3 de febrero en Carolina del Sur.

A partir de ahí, y hasta principios de junio, cada uno de los 50 estados del país van convocando elecciones internas casi semanalmente para elegir al candidato de cada partido. Aunque realmente no son unas elecciones directas, sino que los ciudadanos eligen delegados partidistas que les representarán en las convenciones de verano.

Hay una fecha marcada a fuego en el calendario, el conocido como supermartes, en el que hasta una veintena de territorios celebran conjuntamente los comicios. En esta edición, será el próximo 5 de marzo y se considera una cita determinante que decante hacia un lado u otro la contienda.

Y es que, a medida que el calendario avanza, se va definiendo el favorito y el resto de aspirantes se van retirando, ya sea por falta de apoyos o de financiación. Por eso, mucho antes de junio puede que en alguno de los bandos, o, incluso, en los dos, se haya decidido quién será el postulante a la Casa Blanca. 

En cualquier caso, la designación definitiva será en verano. En el caso del Partido Republicano, del 15 al 18 de julio en Milwaukee, mientras que la Convención Nacional Demócrata tendrá lugar del 19 al 22 de agosto en Chicago. Con esa proclamación termina la contienda interna y empieza oficialmente la campaña electoral para elegir al próximo presidente de Estados Unidos. 

La hora de la verdad

Tras un breve descanso, en otoño los candidatos iniciarán una maratón de mítines, principalmente en los llamados estados bisagra: Georgia, Pensilvania, Míchigan, Nevada, Wisconsin y Arizona. En este tiempo, se celebrarán tres debates entre los candidatos presidenciales -16 de septiembre, 1 de octubre y 9 de octubre- y uno entre los aspirantes a vicepresidente -25 de septiembre-.

Después de nuevos actos y mítines, llegará la fecha definitiva, el 5 de noviembre, casi 10 meses después de que comenzase la carrera electoral. Entonces, los dos postulantes se medirán en las urnas en un complejo sistema, ya que son los estados y no la nación los encargados de organizar los comicios, cada uno con sus propias leyes y reglas. El recuento generalmente se hace largo, tardando algunos territorios días en hacer oficiales sus resultados y, en muchos casos, no falta la polémica en los escrutinios.

Ya a principios de enero, el Congreso certificará la votación -un acto que cobró especial importancia en 2021, cuando se llevó a cabo el asalto al Capitolio- y el 20 de ese mismo mes llega el llamado Inauguration Day, cuando el presidente electo toma posesión del cargo en la sede del Parlamento. En caso de que haya cambio, el mandatario saliente abandonará la Casa Blanca en otro acto protocolario. Siempre dentro de la pomposidad que tanto caracteriza a estos actos en EEUU.