El consumo de productos culturales de procedencia pirata ha bajado, pero es un descenso tan leve que el sector lo calificó ayer como «inaceptable», ya que ha sido tan solo de un 2,5 por ciento. Así se desprende del Observatorio de piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales 2022 presentado ayer por la Coalición de Creadores e Industrias de Contenidos, en el que se destaca que España continúa manteniendo unos niveles de piratería digital demasiado elevados, aunque suman una caída acumulada desde 2018 del 11 por ciento. Es más hay en sectores en los que este último año ha sufrido un inquietante repunte, como sucede en el de periódicos y revistas, con incrementos del tres y del uno por ciento, hasta el 26 y el 17 por ciento, respectivamente; cifras infames que acaban repercutiendo en cierres forzados y en el eslabón más débil, como son los empleos.

Según el informe, el ejercicio pasado se registraron 5.268 millones de accesos ilegales con un valor de mercado de 33.056 millones de euros y que causaron un perjuicio al sector de 1.995 millones. Además, las arcas públicas dejaran de ingresar 551 millones de euros y se dejaron de crear 85.358 puestos de trabajo directos e indirectos en un sector que en la actualidad ocupa a más de 103.000 profesionales. Unos datos respecto a los que el ministro de Cultura, Miquel Iceta, aseguró que aunque la piratería se haya reducido, no lo ha hecho «de una forma suficiente ni homogénea».

La piratería es un «robo» y un «expolio», ahondó Iceta, que es consciente de que la sección segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual que persigue estos contenidos ilegales «necesita más medios».

Por sectores, la música registró 2.351 millones de accesos ilegales, un tres por ciento menos que en 2021. En cine, durante 2022 uno de cada cuatro usuarios accedió de forma ilegal a ver películas en un año en el que se produjo un ligero descenso del consumo legal de forma presencial. Y en el mercado de los libros, se produjeron un total de 540 millones de descargas ilegales (un cinco por ciento menos), por un valor de 4.859 millones de euros y con un 35 por ciento de consumidores piratas: «Progresamos pero no mejoramos», indicó en la presentación del documento el presidente de los editores, Daniel Fernández. Por otro lado, el auge del sector de los videojuegos se ha visto empañado por la piratería que acumuló 8.873 millones de euros en el valor de lo defraudado.