Implementaremos cuanto antes un plan estratégico de ganadería»

F. J. R.
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Julián Martínez Lizán, Consejero de Agricultura, ganadería y Desarrollo Rural: «Intentamos minimizar los efectos burocráticos que supone el trabajo adicional del campo»

Implementaremos cuanto antes un plan estratégico de ganadería» - Foto: Javier Pozo

¿Cómo lleva los primeros meses al frente de la Consejería de Agricultura?

Muy bien. La verdad es que el trabajo que he descubierto en este caso, aún no siendo desconocido en su totalidad, sí que de alguna manera pone de manifiesto que tiene una mayor magnitud de lo que uno podía percibir. Son muchos engranajes los que tienen que estar en funcionamiento para que repercuta en las mejoras que se merece el campo.

¿Le ha sorprendido algo del campo de Castilla-La Mancha que no se esperaba?

Implementaremos cuanto antes un plan estratégico de ganadería»Implementaremos cuanto antes un plan estratégico de ganadería» - Foto: Javier PozoEstamos en un año complicado, en el que todos los sectores prácticamente han tenido serias dificultades, bien por adversidades climáticas o bien por condicionantes de mercado; o sea, situaciones coyunturales. Pero sí que me está sorprendiendo muchísimo en algunas de las visitas que realizo ver la importancia del tejido productivo y transformador que tenemos en la región. Conocer de cerca la dimensión de los diferentes cultivos, la dimensión que están alcanzando en estos momentos algunos de ellos en plena expansión, sobre todo los grandes centros de transformación que tenemos de industrialización, tanto empresas privadas como cooperativas. Me ha supuesto una grata sorpresa a la hora de conocerlos. Se está haciendo un gran trabajo para garantizar una alimentación con mucha trazabilidad, con mucha seguridad alimentaria y con una calidad extraordinaria.

Agricultores y ganaderos son el primer eslabón de la cadena alimentaria, y siempre se lamentan de los altos costes de producción y la escasa rentabilidad que obtienen. ¿Qué puede hacer el gobierno de Castilla y Mancha para ayudarles?

Esto ocurre ahora y ha ocurrido antes. Es una constante en la que hay que entender la idiosincrasia de la agricultura y de la ganadería. Más aún en nuestra región, que básicamente se hace a la intemperie y en un entorno de extensivo, con lo cual está más supeditada a inclemencias de todo tipo, tanto a climáticas como de mercado o consumo. En los últimos años, situaciones como el Covid o las diferentes guerras han tenido un repercusión directa en los costes de producción. Nuestra posibilidad de apoyo es, por un lado, dar garantías de cobertura en cuanto a contrataciones de seguro agrario, cuando hay situaciones de producción que se ven afectadas por estas condiciones, y por otro, el apoyo normativo de ayudas, de implementaciones normativas que faciliten el trámite de realización de cualquier actividad agrícola o ganadera; con flexibilizaciones y simplificaciones. En ese sentido es en el que hemos querido trabajar. La burocracia algunas veces resulta demasiado farragosa. Todas las acciones que nos marcamos están encaminadas a facilitar la labor del agricultor, porque deberían centrarse prácticamente en producir. Intentamos minimizar los efectos burocráticos que supone el trabajo adicional del campo.

¿Qué le parece el precio del aceite?

Tiene una repercusión directa en el consumidor, pero los agricultores productores de aceite no están teniendo una aportación económica muy grande. Se ha producido una situación extraordinaria, en la que consecutivamente en una serie de años se ha ido reduciendo la producción por 'filomenas', con 70.000 hectáreas de afección en Castilla-La Mancha, con lo cual ya se redujo mucho. Recuperar la capacidad productiva ha llevado su tiempo, está llevando su tiempo, pero es que además las circunstancias de cambio climático han afectado también en esta última campaña de forma directa. El problema puede venir el año que viene, o dentro de dos, cuando haya una producción buena y los precios que hoy vemos como muy elevados luego no alcancen para cubrir los costes de producción.

¿Y con la ganadería? ¿Qué hacemos con la ganadería?

Si la agricultura es difícil, a la ganadería le añades el plus extraordinario de la gestión y dedicación que tiene que hacer la persona. En ganadería no hay fines de semana, no hay festivos y se trabaja los 365 días del año con una atención directa si de verdad eres un ganadero que quieres atender debidamente a tus animales. Además, hemos visto cómo hemos atravesado también un año muy difícil de afecciones de enfermedades, en el caso del ovino y caprino con la viruela, que puso en jaque al sistema productor y que supuso muchos perjuicios para los ganaderos. Con medidas duras, contundentes pero creo que justas, se ha podido acabar en un año con una enfermedad desconocida desde hacía décadas en nuestro país que podía haber puesto en serias dificultades toda la economía, incluso la persistencia de ganadería. Hemos erradicado la enfermedad con controles muy exhaustivos, que han supuesto sacrificios ganaderos en los que se ha intentado indemnizar la pérdida de producción de esas explotaciones, la reposición de animales por el sacrificio, y próximamente aportaremos también una ayuda adicional con el lucro cesante que van a tener esas explotaciones hasta que vuelvan a ser productivas. En cualquier caso, bueno, pues tendremos que seguir trabajando y garantizando la viabilidad de un sector fundamental.

Asaja ha propuesto un plan estratégico para la ganadería. ¿Se va a poner en marcha?

Por supuesto. Lo está viendo el director general de la Agencia Agropecuaria y es algo que llevábamos en nuestro propio programa electoral. Hay que verlo, que lo analicen los servicios jurídicos y consensuarlo con el resto del sector, pero es algo que tenemos el firme compromiso de ponerlo en marcha. Agradecemos el gesto de Asaja, que nos facilita el trabajo de ese plan estratégico, y trabajaremos para poder implementarlo lo antes posible. También primaremos la posibilidad de acceder a más puntos de ayuda para un sector que lo necesita.

También Asaja ha propuesto un observatorio de costes de producción. ¿Lo han valorado?

Lo que está claro es que tenemos que implementar una acción que sirva para los agricultores y ganaderos. Tienen que saber perfectamente cuáles son los derechos que les asisten en este caso con las diferentes normativas que hay. Está claro que no se puede vender a pérdidas. Analizaremos si tenemos que contar con un observatorio de costes, que realmente supone una concepción diferente a lo que es el observatorio de precios. Hemos visto como en apenas dos años los precios se han incrementado muchísimo, pero no han evolucionado tanto el precio de venta de nuestros productos (caso aparte del aceite de oliva). Se está viendo que tiene que haber un seguimiento importante para poder vender adecuadamente.

¿La PAC se va a flexibilizar?

Estamos haciendo un informe para pedir la flexibilización en las circunstancias que concurren en nuestro territorio, pero desde Bruselas se nos indica que tenemos que entender diferentes conceptos. Nuestra flexibilización básicamente ha consistido en cuestiones de sequía, en las dificultades que había para desarrollar determinadas actividades, y se nos manda el mensaje de que tenemos que entender que la sequía es una medida estructural en nuestra región con la que tenemos que aprender a convivir. Se están implantando cultivos más resistentes a esas condiciones climáticas, teniendo más adaptación al cambio. Me refiero al cultivo del pistacho, que está teniendo incrementos de superficie totales en nuestra región. Creemos que sí que hay comarcas que necesitan de que se les dé una vuelta, porque no se han tenido criterios históricos tradicionales de la forma de cultivo, como son las sierras, en los que se tiene que hacer una apuesta por intentar ayudar a esa flexibilización. Pero también nos preocupa el no ser capaces de poder justificar adecuadamente y que luego pudiera tener repercusiones directas en el resultado final del abono de la PAC. Por lo tanto, queremos dar pasos que, aunque sean cortos, sean seguros. En este sentido, pido paciencia y tranquilidad. Sé que las fechas son imperantes porque hay que hacer las planificaciones de cultivos, pero estamos trabajando intensamente para intentar que consigamos el objetivo de flexibilizar, en la medida que podamos, las medidas a implementar en esta próxima campaña.

Hace unos meses se presentó el proyecto de plataforma agroalimentaria en red para la transformación digital en el campo. ¿Cómo va?

La transformación digital en todos los aspectos es fundamental. En cualquier ámbito productivo y en el campo, que ha sido tal vez el que más tarde ha empezado. Pero creo que está dando pasos de gigante. De hecho, las convocatorias que se han realizado anteriormente de mejora de explotaciones, sobre todo orientadas al tema de tecnificación, de agricultura de precisión, hemos sido capaces de agotar el presupuesto que se había puesto encima de la mesa prácticamente, lo que nos va a permitir poder recibir más ayudas de otras regiones que no han optado a ellas. También hay una apuesta importante del agricultor de entender que el dinero que invierte en la tecnificación va a repercutir en la economía de su explotación; es decir, lo va a rentabilizar. Por lo tanto, no se concibe como un gasto, sino como una inversión que le va a producir mayores beneficios, no en producción, pero sí en ahorro de costes. En ese sentido es en el que tal vez tenemos que trabajar muchísimo más en el futuro, y en ese sentido vamos a intentar disponer de toda la ayuda posible, tanto en formación, orientación y aportación económica en subvenciones, para que puedan seguir realizando esa tecnificación.

Ha sido nombrado socio de honor de la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha. ¿Cómo ve el panorama gastronómico de la región?

Tenemos grandísimos restaurantes que lo que hacen es transformar los grandísimos productos que agricultores y ganaderos realizan en sus explotaciones. No se puede concebir una cosa sin la otra. El éxito de la gastronomía en nuestra región, en nuestro país y en nuestro mundo, viene precedido de los grandes productos que se hacen en nuestras explotaciones.

Al igual que en la agricultura, me atrevería a decir que es uno de los sectores que más ha evolucionado en apenas unas décadas. Tanto a nivel de 'delicatessen' como mantener la tradición cultural e histórica de la alimentación tradicional. Y creo que están jugando papeles fundamentales en el desarrollo socioeconómico también de muchas de nuestras localidades. Es otra de las patas que tocamos desde la consejería: el desarrollo rural, en el que ponen de manifiesto la grandeza y posibilidad de seguir implementando el valor añadido a nuestros productos, sobre todo en entornos rurales, que son además con un atractivo adicional muy importante.

Se acerca la Navidad, ¿cuáles son los alimentos que nunca han faltado en su casa para celebrar estas fiestas?

El marisco es uno de ellos, pero tradicionalmente en casa ha sido siempre el cordero. Cordero manchego y segureño. Puedes cambiar en el resto de platos, pero el cordero principalmente ha sido el plato estrella de mis Navidades en familia. Y el día de Navidad siempre hacemos arroz, con denominación de origen de Calasparra, cuya mitad de producción está en Hellín.