La sanidad animal es uno de los pilares de la ganadería actual. Mantener la cabaña sana es esencial para que sea más productiva, pero además garantiza los movimientos de los animales entre explotaciones, a terceros países o hacia los mataderos cuando llega el caso. Por eso es tan importante mantener a raya ciertas enfermedades y por eso la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha alertado de que Europa se enfrenta al «peor brote de fiebre aftosa desde el inicio de siglo», por lo que es necesario adoptar «medidas urgentes» para su diagnóstico temprano y prevención, así como para minimizar su impacto.
«Los recientes brotes de fiebre aftosa en Europa y la detección de una cepa exótica del virus en Oriente Próximo ponen de relieve la necesidad de una detección temprana» de esta patología viral altamente contagiosa que afecta sobre todo a animales de pezuña hendida, ha dicho la FAO. Europa, normalmente libre de la enfermedad, sufre «su peor brote» desde 2001, tras detectarse en varios países este 2025. Alemania detectó un brote en enero de este año que luego logró disipar, mientras que en febrero se detectó en Hungría y también, después de más de medio siglo de ausencia, hubo «brotes posteriores en Eslovaquia», donde «ha persistido».
Esto tuvo efectos en el comercio internacional; de hecho, Reino Unido vetó ya la importación de carne y productos lácteos de algunos países europeos, como Austria, a raíz del brote en la vecina Hungría, advierte la FAO. Según el organismo, se deben «mejorar las medidas de bioseguridad para minimizar» su impacto, especialmente tras «la reciente detección del serotipo SAT1 de la fiebre aftosa en Irak y Bahréin». «Este serotipo es exótico en las regiones del Cercano Oriente y Eurasia Occidental, lo que genera gran preocupación por su posible propagación», asegura el organismo de Naciones Unidas.
Según recalca la FAO, la fiebre aftosa no amenaza la salud pública, pero sí la salud animal, la seguridad alimentaria y la productividad ganadera, y puede reducir la producción de leche y carne. Esta enfermedad viral es altamente contagiosa y afecta a animales de pezuña hendida como cerdos, bovinos, ovejas, cabras y distintas especies silvestres. «Se caracteriza por fiebre y ampollas en la boca y las patas, acompañadas de cojera», explica el organismo.
Hay pocos animales adultos que mueran por la enfermedad, pero los ejemplares jóvenes «pueden morir de insuficiencia cardíaca repentina» y «puede afectar gran número de animales, especialmente en países o regiones libres de la enfermedad o que no emplean vacunación con la regularidad adecuada».
La fiebre aftosa es endémica en Oriente Medio, pero los recientes brotes provocados por un serotipo exótico afectan ya a Bahréin, Irak y Kuwait y podrían extenderse a más países de la región y de Eurasia Occidental, que presentan «un alto riesgo de verse afectados», según la FAO. Ante ello, recomienda que los países afectados o con alto riesgo tomen medidas de concienciación e informen sobre todo ello a ganaderos y comunidades locales.
También pide mecanismos de bioseguridad como «la separación de animales enfermos del resto de animales», que se evite la inclusión de animales de procedencia desconocida, prevenir la mezcla de varias partidas de ganado en el transporte, así como la limpieza y vaciado exhaustivos de los mercados, vehículos y centros de transporte. A su vez, la FAO apela a la vacunación como otra «herramienta muy eficaz» de control, además de aconsejar el diseño de planes de contingencia.
18.000 cerdos sacrificados por peste porcina en Eslovaquia.
Eslovaquia ha detectado en una ganadería del sur del país un brote de peste porcina, lo que ha obligado a sacrificar de más de 18.000 animales. El Ministerio de Agricultura y la Administración Estatal Veterinaria y Alimentaria eslovacos ya han anunciado medidas para evitar la propagación del virus.
«Las medidas incluyen la creación de una zona de protección de tres kilómetros (de diámetro) y una zona de vigilancia de 10 kilómetros alrededor del foco», informó la administración veterinaria en un comunicado. En concreto, en las proximidades del foco de infección, está prohibido trasladar cerdos y otros animales de una explotación a otra, trasladar cadáveres de cerdos sin permiso de la autoridad veterinaria, así como trasladar carne de la explotación. La aparición de esta enfermedad supone un freno en seco para las exportaciones y un gran perjuicio económico para los ganaderos.