Cáritas cierra 2023 con un incremento de personas atendidas

Belén Monge Ranz
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Se dieron al menos 15.000 menús más que en 2022, al margen de otro tipo de ayudas para el pago de facturas y otros gastos domésticos a causa del frío, todo ello en un año marcado por el descenso de las donaciones y el voluntariado

El año 2023 se cierra con más usuarios de los comedores de Cáritas - Foto: Javier Pozo / Archivo

Debido a la crisis, la subida de la inflación, el elevado incremento de los precios de productos de primera necesidad, desde Cáritas han observado un notable aumento de las personas atendidas y de los menús entregados con respecto al pasado año, contando para ello con menos voluntarios y también con menos donaciones particulares.

Al margen de otros servicios, si bien durante el 2022 se atendieron a un total de 1.411 personas con un recuento de 51.819 menús en el año, solo desde enero de 2023 hasta el 30 de noviembre del mismo año se atendieron más de 700 familias y se dieron más de 67.000 menús. 

Unos datos que para María José Bustos, directora de Cáritas Diocesana Sigüenza-Guadalajara, constatan que en el último año se han incrementado "muchísimo más las necesidades" con respecto a años atrás, algo que han percibido no solo entre la población marroquí y latinoamerica que reside en la provincia sino entre la española. "Hay muchas familias con todos los miembros en paro", subraya.  

El año 2023 se cierra con más usuarios de los comedores de CáritasEl año 2023 se cierra con más usuarios de los comedores de Cáritas - Foto: Javier Pozo / ArchivoSegún señala Bustos a La Tribuna, cada vez son más quienes van a Cáritas a pedir comida, pero también otras ayudas para hacer frente a gastos como la luz, el gas u otros recibos. "Ha subido todo y eso se ha dejado notar mucho en las familias". "Impresiona ver que cada día acuden a la cola en busca de comida muchas familias y eso es porque hay todavía muchísima necesidad", apunta preocupada.

Además, si a eso se une que tras la pandemia el voluntariado de más edad no retornó su colaboración -en unos casos por años pero en otros por miedo-, esto conlleva que desde la ONG también cuentan con menos personas para colaborar en la labor caritativa de Cáritas. Así, los algo más de 600 voluntarios que había antes del Covid se han visto reducidos  actualmente a unos 420. 

También han bajado "bastante" las donaciones particulares, abunda Bustos, reconociendo que las Administraciones si están colaborando de forma importante con los distintos proyectos de Cáritas. 

La directora de Cáritas ha recordado que la ONG recibió una donación de 15 millones de euros de Amancio Ortega para ayudar a pagar gastos fijos de las personas necesitadas, un dinero que se ha distribuido entre las distintas organizaciones no gubernamentales de España, una de ellas es Guadalajara.

Atención también en las personas sin hogar que no quieren abandonar la calle 

En cuanto a los menús repartidos, de enero a noviembre del pasado año se entregaron un total de 33.008 menús, servicios de alimentación, entre desayunos, comidas y cenas; se repartieron 216 ayudas de farmacia y se realizaron 51 salidas al Trabajo de Calle, una actividad nocturna realizada semanalmente por técnicos y voluntarios de la entidad para acompañar a las personas que pernoctan en la vía pública. 

Respecto a las acogidas, si bien durante el año 2022 atendieron a 394 personas (299 hombres y 95 mujeres), de enero a noviembre de 2023 se acogieron a un total de 434 personas (345 hombres y 89 mujeres).

Al igual, como hay muchas personas que quieren seguir viviendo en la calle, desde esta ONG también se ofrece un servicio de duchas dos días a la semana que el pasado año fue utilizado en 429 ocasiones.

La ropa es otra necesidad de los colectivos vulnerables. Sin embargo, también en esto han cambiado alguna reglas. Antes se repartida en las parroquias, pero, tras el Covid hubo un cambio de normativa y ahora Cáritas dispone de varias tiendas en la provincia donde se venden a precio simbólico prendas recicladas y limpias recogidas previamente en contenedores o donadas por particulares. 

La nueva normativa obliga a que las prendas pasen antes por un proceso de reciclaje y limpieza previo.

Así, ahora, desde Cáritas atienden esta demanda en las tiendas que tienen en la capital alcarreña y Azuqueca o en una tercera, situada en este caso en la Dehesa de Alcalá de Henares (Madrid), bautizadas como 'Moda re-' (moda reciclada). Para adquirir esta ropa hay que abonar un precio simbólico o bien recibir un ticket para cogerla en la tienda.

"Antes iban a la parroquia, pero con este nuevo sistema se dignifica más el proceso y la ropa que se entrega es prácticamente a estrenar, tras pasar un proceso de reciclaje y limpieza previo", concluye Bustos, quien aprovecha para hacer un llamamiento al voluntariado.