Darío Nuevo es el ejemplo evidente de que  talento y profesionalidad no tienen por qué estar reñidos con juventud. Con tan sólo 17 años, este cabanillero acaba de culminar su proyecto más complejo como creador de contenidos y aficionado al séptimo arte: escribir, grabar y dirigir un largometraje. Para ello ha invertido un año de trabajo entre tiempo de rodaje, producción y montaje. El resultado de esta larga y apasionante aventura es Suicidio involuntario, una película que el propio Darío describe como «un thiller muy divertido cargado de humor negro».

La afición de este estudiante de Primero de Bachillerato por el mundo audiovisual le viene de niño. Tanto es así que, a la edad de 12 años, puso en marcha su propio canal de YouTube para hablar sobre cine y subir los cortometrajes que, poco a poco, iba creando. «Desde pequeño, me ha gustado mucho contar historias y hacer cortos. Precisamente, esta película surgió a raíz de la idea que tenía para un corto y que luego se transformó en un largometraje», detalla. Sobre sus conocimientos técnicos de cine, Darío explica que todo lo que sabe es gracias a los tutoriales y vídeos que lleva viendo desde hace tiempo tanto en internet como en las redes sociales. 
A lo largo de su hora y cuarenta minutos de duración, Suicidio involuntario narra tres historias diferentes que acaban uniéndose en una a modo de conclusión final. Aparece un ruso que es capturado por su antiguo jefe; un psicópata que asesina a un grupo de pandilleros; y un loco sin camiseta que se venga de su hermano. Y todo ello se consuma en un mensaje final de redención.  «He querido meter dos de los géneros cinematográfico que más me gustan, el slasher y el quinqui», afirma este joven, quien tiene a Edgar Wright, Quentin Tarantino y Robert Rodríguez entre sus directores favoritos.

Para lograr la naturalidad y frescura que transmite Suicidio involuntario, Darío quiso rodearse de sus mejores amigos en los papeles principales, siendo para la mayoría de ellos su primera inmersión en el mundo de la interpretación. Eso sí, todos esperan que no sea la última. «Me ha encantado la experiencia y me gustaría repetir», confirma Daniel González, quien interpreta a un quinquillero en el film. «Lo que más me ha gustado han sido los rodajes con los amigos. Lo que hubiese sido una tarde normal, se convertía en una tarde para el recuerdo», añade. Lo mismo opina Daniel Manso, otro de los protagonistas de esta ópera prima, quien da vida a un psicópata. «Trabajar con Darío ha sido una maravilla. Consigue todo lo que se propone y tiene un toque personal que es único», asegura. «Es muy bueno porque no te exige demasiado y te hace sentir cómodo delante de la cámara», añade Daniel Fernández. Así las cosas, ambos colegas coinciden en señalar que esta primera experiencia cinematográfica ha sido «amena y divertida» al tiempo que les ha servido para conocer a gente nueva. Por su parte, Darío agradece la «completa involucración» que todos han tenido con este proyecto.  

Darío Nuevo varios actores protagonistas de ‘Suicidio involuntario’ posan en localizaciones de Cabanillas del Campo que sirvieron como escenario de rodaje. - Foto: Javier Pozo

Localizaciones

Suicidio involuntario fue grabada íntegramente en Cabanillas del Campo, tanto en el casco urbano como  en sus alrededores. «Hay muchas escenas hechas en el campo porque me gustaba reflejar un lado más salvaje», explica este director novel. 
Unas 20 personas participan en esta película, algo que para Darío supuso «un reto enorme». «No fue nada fácil coordinar a tanta gente». Por ello, los fines de semana y el verano acapararon el mayor tiempo de rodaje. Sin apenas presupuesto ni medios, el resultado final de esta original propuesta cinematrográfica es francamente bueno, habida cuenta de que fue grabada con un teléfono móvil. «Las tomas del principio las grabamos con cámara, pero al no tener presupuesto, decidí pasar al móvil y la verdad es que no afectó demasiado a la calidad de la imagen ni al sonido», asegura Darío, quien explica que el posterior proceso de edición y postproducción también lo realizó él mismo con su ordenador. 

En este sentido, este joven de Cabanillas agradece que la universalización de las nuevas tecnologías sirva, entre otras cosas, para poder hacer realidad proyectos audiovisuales como éste que, de otra manera, jamás podrían haber visto la luz. Por ello, anima a todas las personas con inquietudes artísticas como las suyas a intentarlo. «Tenemos más que nunca capacidad y medios al alcance de la mano, animo a quien le guste este mundo a que lo intente», declara.

Darío Nuevo varios actores protagonistas de ‘Suicidio involuntario’ posan en localizaciones de Cabanillas del Campo que sirvieron como escenario de rodaje. - Foto: Javier Pozo

Estreno 

Aunque las pretensiones de Darío Nuevo con Suicidio Involuntario no van más allá de «subirlo a YouTube» ya quiere prefiere seguir centrado en la producción de cortometrajes, sí ha querido presentarlo en sociedad en su pueblo. La Casa de la Cultura de Cabanillas del Campo acoge el sábado 1 de julio el estreno de este film amateur del que nadie, excepto Darío, ha visionado su resultado final. «Mis padres vieron una versión primeriza en la que faltaban muchas cosas por pulir, así que va a ser una sorpresa », asegura.

Será entonces cuando podamos entender el significado de su tan controvertido título, pues en la historia no aparece reflejado el suicidio de nadie. Además, será  el momento de conocer la opinión de los numerosos amigos, familiares y conocidos que acudirán a este estreno. «Estamos todos muy emocionados y nerviosos, tenemos muchas ganas de ver la película», dicen Daniel Manso y Daniel Fernández.

Darío Nuevo varios actores protagonistas de ‘Suicidio involuntario’ posan en localizaciones de Cabanillas del Campo que sirvieron como escenario de rodaje. - Foto: Javier Pozo

Rosa María García, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Cabanillas del Campo comparte esta misma emoción. «En Cabanillas, hay mucho talento: en la narración oral, en la fotografía, en el teatro, en la pintura y en el cine. Creo que es así porque hay dos puntos potentísimos de fomento de esta actividades: la Biblioteca Municipal  León Gil y la Casa de la Cultura con sus Escuelas», declara. Asimismo, García recuerda que desde el Consistorio cabanillero «nos preocupamos mucho de que haya siempre una plataforma de exhibición de ese talento» al tiempo que reconoce que «no hay nada más gratificante para nosotros que saber que, tomen el camino que tomen, algún día recuerden que sus primeros pasos fueron en su pueblo, en Cabanillas». 

Darío Nuevo no descarta que pueda haber una segunda para este largometraje ni el centrar su futuro universitario en el cine y la comunicación audiovisual. Lo que sí tiene clarísimo es que, ya sea como aficionado o como profesional, seguirá disfrutando y exprimiendo su joven talento «de película».