La Camada optará a gestionar el centro de animales abandonados

Inmaculada López Martínez
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Desde su apertura en julio de 2002, esta asociación protectora se ha encargado de este servicio municipal logrando más de 4.600 adopciones entre perros y gatos

Una voluntaria de La Camada juega con varios de los gatos que el centro municipal tiene en acogida. - Foto: Javier Pozo

La Camada es la asociación protectora que se encarga de gestionar el servicio de recogida de animales domésticos abandonados o extraviados que se encuentren en el dominio público del término de Guadalajara, así como la gestión integral del Centro de Acogida y Mantenimiento de Animales Abandonados desde que esta instalación abriese sus puertas el 15 de julio de 2002, siendo alcalde José María Bris.

El sacrificio cero y la adopción responsable son las principales máximas del proyecto que desarrolla esta protectora en la ciudad desde hace 21 años y que espera poder continuar en los próximos cuatro. Y es que, tal y como confirma su presidenta, Práxedes Rodríguez, La Camada se presentará de nuevo al concurso público que acaba de sacar a licitación por parte del Ayuntamiento capitalino para la prestación de este servicio. «Ya estamos trabajando en el proyecto que vamos ha presentar. Siempre que hemos concurrido hemos ganado, así que esperamos que esta vez también sea así», comenta. En este sentido, Rodríguez explica que se trata de una actividad con la que una empresa «no va a ganar  dinero». «Nosotros somos una asociación sin ánimo de lucro, no vivimos de esto. Tenemos muchos voluntario y todo el dinero disponible lo invertimos en el bienestar de los animales», afirma.

En la actualidad, este centro municipal acoge un total de 283 animales, 107 perros y 176 gatos. Se trata de «una gran familia» que recibe los cuidados y el cariño diario tanto de sus trabajadores como de los voluntarios de La Camada. Según explica Práxedes Rodríguez, la procedencia de estos animales es muy diversa. En el caso de los perros abundan aquellos que son abandonados por sus dueños, algunos de los cuales llegan en condiciones pésimas de maltrato. Otros, sin embargo, son directamente entregados para su acogida. «Últimamente tenemos muchas cesiones de perros y gatos porque sus dueños, por diferentes motivos, no pueden seguir haciéndose cargo de ellos», detalla Rodríguez.

Entre dichos motivos, se encuentra la falta de recursos económicos, las separaciones de parejas que no llegan a acuerdos sobre el cuidado del animal, las mudanzas a viviendas de alquiler cuyos propietarios no permiten tener animales de compañía y, en algunos casos también, se trata de dueños que, por su avanzada edad, se sienten incapaces de atender a estos animales sin que tampoco quiera hacerlo ningún otro miembro de la familia. En lo que respecta a los gatos, aparte de las razones anteriormente esgrimidas, también hay entregas de camadas felinas indeseadas. Por ello, «es sumamente importante la esterilización», recuerda Rodríguez, quien  insta a los propietarios de perros y gatos a chipar a sus animales para así facilitar su procedencia en caso de pérdida.

Instalaciones

Las instalaciones del Centro de Acogida de Animales Abandonados se encuentran divididas entre el albergue de la avenida Pedro Sanz Vázquez y las ubicadas en la finca de El Serranillo, más nuevas. En la actualidad, se están acometiendo una serie de mejoras (pavimentación de patios, arreglo de las puertas de cheniles, etc.) en las primeras. Desde su puesta en marcha en el año 2022, este recurso municipal ha gestionado 2.962 adopciones de perros y 1.654 de gatos. En lo que va de 2023, estas cifras ascienden a 97 y 144, respectivamente.

Además del programa de adopciones, existe otro de apadrinamiento, que cuenta actualmente con 197 personas adscritas, que permite a perros y gatos «tener un padrino que viene a visitarlos y a estar con ellos, mayoritariamente, los fines de semana», lo que redunda en un mayor bienestar animal al incluir, en el caso de los perros, paseos a parques cercanos. El funcionamiento de este programa es tan positivo que muchos padrinos acaban adoptando a su ahijado por el vínculo tan especial que se crea entre ellos.