Ha costado más tiempo de lo previsto pero, por fin, los vecinos de Los Manantiales van a ver resuelta una de sus demandas permanentes de los últimos años: la eliminación del carril-bici que pasa por el barrio. La pasada semana, dieron comienzo los trabajos que permitirán acabar con el tramo de esta vía ciclable que recorre toda la calle Buenafuente, es decir, el ramal comprendido entre la calle Julián Besteiro y la calle Jaraba. 

El principal problema de este carril-bici, ejecutado en el año 2018 a través de un proyecto financiado con fondos europeos, es que restaba visibilidad a los vehículos que se incorporaban desde las calles que desembocan en Buenafuente, es decir, en los cruces existentes con las calles Carabaña, Fuensanta, Sierra Ministra, Pico Ocejón y Jaraba así como en las salidas de los vados de los distintos garajes. «Se demostró a través de los problemas detectados por los vecinos así como por medio de informes de seguridad y siniestralidad de accidentes que para los ciudadanos de Los Manantiales la ejecución de este carril-bici incrementó la inseguridad vial de la calle donde se encuentra», corrobora Jaime Sanz, concejal de Movilidad y Transporte del Ayuntamiento de Guadalajara.

En concreto, las obras que ya han comenzado a ejecutarse se prolongarán por un período de 45 días y consistirán en la supresión del actual carril-bici a través de un fresado y la adecuación de un ciclocarril, es decir, un carril de la calzada en el que coexistirán las bicicletas y los automóviles de similares características al realizado recientemente en la calle Julián Besteiro. «En 2021, todas la vías urbanas de la ciudad pasaron su límite máximo de velocidad de 40 a 30 kilómetros/hora siempre que haya una dirección a cada lado. En el caso de la calle Buenafuente se puede ir como mucho a 30 kilómetros por hora y, por tanto, las bicis pueden incorporarse a la calzada. La idea es potenciar el uso de la bicicleta, pero con la mayor seguridad», explica Sanz.

Además, la actuación proyectada contempla la mejora de la visibilidad de los cruces de la calle Buenafuente mediante la ampliación de la anchura de las aceras, donde se habilitarán lo que se denomina 'orejeras'. Dichas orejeras evitarán el estacionamiento de vehículos en las esquinas y permitirán también hacer más anchos los pasos de cebra, lo que incrementará la seguridad tanto de los conductores como de los peatones. Asimismo, se dispondrán espacios libres (cinco metros a cada lado) en los vados mediante pintura y otros elementos a fin de evitar el estacionamiento de coches y mejorar la visión en las maniobras de salida de los garajes.  

Asimismo, esta obra permitirá ampliar sustancialmente el espacio de estacionamiento para vehículos de la calle Buenafuente en unas 80 plazas. En las partes donde el tramo de la calzada es más estrecho se mantendrá el aparcamiento en línea mientras que la zonas de mayor anchura se alternará el de espiga (tipo batería) con línea. Por último, se procederá a echar el correspondiente aglomerado y a pintar y señalizar todas las marcas viales. La empresa adjudicataria de esta actuación, que asciende a 165.000 euros, es Hocensa. «Lo que queremos, sobre todo, es incrementar la seguridad de esta calle», insiste el edil de Movilidad.

Retrasos

Respeto al retraso que ha acumulado esta intervención, prometida por el actual equipo de Gobierno desde el inicio de mandato, Jaime Sanz explica a La Tribuna de Guadalajara que han influido diferentes factores. «Este carril-bici estaba enmarcado dentro de una subvención europea y hemos tenido que demostrar e informar tanto administrativa como jurídicamente que se tenía que cambiar por motivos de seguridad vial y todo eso ha llevado mucha tramitación y burocracia», comenta. Además, el concejal señala que las circunstancias especiales que rodearon tanto la pandemia como el temporal de Filomena hicieron que todos los proyectos y actuaciones municipales «tuvieran que retrasarse». «En Mesa de Movilidad hemos tratado este tema, al menos, en cinco ocasiones, desde 2019 hasta 2022. Siempre fue una prioridad. Se ha trabajado durante estos cuatro años para hacerlo, nos hubiera gustado que se hubiera ejecutado antes pero no ha podido ser por todos estos motivos», indica Sanz.