Los resultados electorales del pasado 28 de mayo supusieron un cambio de gobierno en algunas comunidades autónomas. El PP desbancó al PSOE en varios ejecutivos aunque, para ello, haya tenido que apoyarse en VOX de diferentes maneras. Extremadura es un buen ejemplo. Allí, tras negarse en un principio a dejar hueco al partido de Santiago Abascal en ninguna consejería, María Guardiola ha tenido que ceder y VOX se ha hecho con el departamento de Gestión Forestal y Mundo Rural, aparentemente creado ad hoc para la ocasión.

Esta consejería es una escisión de la de Agricultura y Ganadería, que se queda en manos del PP, y evidencia el interés que tiene el partido verde por gestionar todo lo relacionado con el campo, del que ha hecho bandera. De hecho, en Castilla y León llevan gestionando Agricultura desde las elecciones celebradas el año pasado. Es muy posible que en otros futuros pactos entre PP y VOX, que seguramente se producirán, los de Abascal traten también de administrar estas consejerías (o el Ministerio, si se da el caso).

El caso es que separar Agricultura y Ganadería de Gestión Forestal y Mundo Rural es algo relativamente similar a lo que ya existe a escala nacional, con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por un lado y el de Transición Ecológica y Reto Demográfico por otro. Sin embargo, al titular de Agricultura, Luis Planas, no le ha parecido bien esta disociación. «Lo que han creado es un aquelarre», manifestó hace unos días, que supone un «riesgo para los agricultores y ganaderos» ya que pretende «limitar las políticas verdes y reformar la Política Agraria Común». Según Planas, esa división «va ser muy difícil de gestionar» ya que «el plan estratégico nacional no divide las intervenciones del primer pilar y del segundo» y las actuaciones propuestas «pueden suponer incumplimientos y, por tanto sanciones» al ir en contra de las normas pactadas a nivel europeo.

División de consejerías en Extremadura: ¿un ensayo?El ministro puso como ejemplo la decisión tomada por la Junta de Castilla y León de flexibilizar las normas de saneamiento ganadero para la tuberculosis bovina, contra la que se pronunció la Comisión Europea y por la que el Gobierno español limitó el movimiento de ganado bovino en varias provincias. «Hemos visto los resultados, hemos tenido que actuar para evitar que el estatus ganadero de Castilla y León y de España no se venga abajo como consecuencia de unas ideas absolutamente desaforadas», justificó.

Sin embargo, a Planas no parece preocuparle la división entre ministerios, que ya ha causado más de un quebradero de cabeza a agricultores y ganaderos, sobre todo con la decisión de proteger al lobo al norte del Duero (medida que el PP pretende anular si gobierna después del 23J). Ello a pesar de que esta partición entre asuntos agrarios por un lado y medioambientales y de mundo rural por el otro no convence a muchos. Unión de Uniones demandaba hace escasas semanas al futuro Gobierno de España que deshiciera ese entuerto y aunara la gestión de ambas cosas en un solo departamento. Y es que, a priori, parece lógico que las decisiones sobre dos materias tan sumamente relacionadas y dependientes entre sí sean tomadas desde un único lugar.

ASAJA.

ASAJA en Extremadura, por su parte, sí bendice que Agricultura y Mundo Rural tengan consejerías propias y diferenciadas. La organización respalda que la nueva Consejería de Agricultura se desdoble en dos debido a las excesivas competencias que agrupaba en la última legislatura y urge el rápido nombramiento de sus responsables. Así lo ha destacado su presidente, Ángel García Blanco, que ha añadido que «hemos venido denunciando públicamente de forma reiterada que en la pasada legislatura la consejera Begoña García estaba sobrecargada de trabajo porque abarcaba muchas competencias a la que era imposible atender de una forma eficaz».

Entre estas áreas se encontraban no sólo las propias de Agricultura y Ganadería sino también numerosos sectores como caza, pesca, la gestión del 112, Política Forestal y Desarrollo Rural, Regadíos, Infraestructuras Agrarias, todas ellas muy importantes para Extremadura y que, sin embargo, no podían ser atendidas como se merecía por el anterior ejecutivo debido a su amplio volumen de actividad. «Nos parece acertado que se dividan las competencias entre ambas consejerías», ha señalado García Blanco, que además considera que el futuro ejecutivo de María Guardiola debería de eliminar la consejería de Transición Ecológica y Sostenibilidad (Medio Ambiente) y encajarla en alguna dirección general o secretaria dependiente de alguna de las Consejerías. Igualmente solicita que a cada una de las consejerías del futuro gobierno se le asigne un servicio exclusivo de Declaraciones de Impacto Ambiental, así como un departamento informático propio.

Es solo una comunidad y no tiene por qué ocurrir nada parecido en otras, pero bien podría considerarse un ensayo de lo que podría pasar a escala nacional después de la generales del 23 de julio. Al menos de boquilla, VOX muestra un gran interés por los asuntos del mundo rural y Agricultura y Medio Ambiente parecen dos materias a las que el PP estaría dispuesto a renunciar a cambio de la investidura de Núñez Feijóo. Habrá que ver qué ocurre en los próximos meses.