El Salón de Actos municipal acogió la mesa redonda "Proceso de restauración de la Picota de Brihuega", en la que intervinieron María Campoamor Martínez y Cecilia Hernández de la Torre, especialistas en restauración de bienes culturales, junto a Antonio Caballero García, doctor en Historia por la Universidad de Alcalá y miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos del Estado. Al acto acudieron también las concejales María Teresa Valdehita y Susana Rodríguez.
El alcalde, Luis Viejo, actuó como maestro de ceremonias y puso en valor la firme apuesta del Ayuntamiento por la recuperación del patrimonio briocense, recordando las recientes actuaciones en los lavaderos de las pedanías. "Es importante que los vecinos conozcan el trabajo, el esfuerzo y el coste que supone una restauración como la de la Picota, para que puedan valorarlo e interiorizar que también los elementos patrimoniales más sencillos requieren también de su restauración y puesta en valor para garantizar el disfrute de estos bienes patrimoniales a generaciones venideras".
En la restauración de la Picota se han invertido más de 10.000 euros de fondos exclusivamente municipales. El monumento, construido en el siglo XVI, aunque es difícil acotar la fecha real, presenta un fuste cilíndrico rematado por un collarín con estilización vegetal sobre un sillar cuadrangular, realizado en piedra caliza actualmente erosionada. Su función original era doble: símbolo de la autonomía judicial de Brihuega al obtener el rango de villa y elemento de escarnio público para la exposición de reos.
Respeto por el original
Antes de la intervención, su estado de conservación era muy malo, con riesgo de desplome, pérdidas de material pétreo que afectaban a la estabilidad, reparaciones anteriores con morteros de cemento inadecuados y presencia de líquenes y vegetación que favorecían la humedad.
La actuación se guio por criterios de mínima intervención y máximo respeto al original, asegurando la compatibilidad y reversibilidad de los materiales empleados. Entre los trabajos realizados figuran: limpieza en seco y eliminación de morteros inadecuados, reposición de piezas en piedra caliza de idénticas características, desmontaje y recolocación pieza a pieza para garantizar la estabilidad, reintegración volumétrica y cromática de las zonas perdidas, y aplicación de un tratamiento hidrofugante final. La presentación concluyó con recomendaciones para su conservación y una visita in situ al monumento, para poder apreciar en vivo el trabajo de restauración, donde el alcalde anunció la próxima restauración de la Picota de Villaviciosa.