Estudio piloto por el empleo

Beatriz Palancar Ruiz
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La delegación provincial de Cáritas está inmersa en la segunda fase del proyecto 'Emplea Lab' que tiene como objetivo mejorar las competencias básicas, trasversales y digitales de las personas más vulnerables que buscan empleo

Los alumnos, en su mayoría, son mujeres con más de 45 años que tienen problemas para encontrar un empleo estable. - Foto: Javier Pozo

La delegación de Cáritas de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara está participando junto con otras diez ciudades españolas (Albacete, Barcelona, Cuenca, Gerona, León, Lugo, Menorca, Orense, Valladolid y Zamora) en el proyecto piloto, llamado Emplea Lab, financiado por la Unión Europea a través de los fondos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, con el objetivo de estudiar si es necesario realizar cambios en el planteamiento o la metodología que se está empleando hasta ahora en los programas que existen para ayudar a las personas vulnerables o en riesgo de exclusión social que buscan un empleo. 

En este proyecto piloto pionero colaboran Cáritas y las fundaciones de Adecco y Ceoe, con el objetivo de que cada una aporte lo mejor que sabe hacer: «Es una de las cosas que más nos entusiasmaba. Cada uno pone un equipo con lo mejor que sabe hacer. Fundación Adecco trabaja en la captación de personas, Fundación Ceoe con el contacto de empresas y Cáritas con el tratamiento o acompañamiento de las personas», explica Mar Ponce, coordinadora e intermediadora del proyecto de Guadalajara.

Las personas a las que está dirigido son, en muchos casos, perceptoras de Ingreso Mínimo Vital (IMV) o rentas mínimas autonómicas, también derivadas de Servicios Sociales o que han participado en otros programas de Cáritas.

Los alumnos, en su mayoría, son mujeres con más de 45 años que tienen problemas para encontrar un empleo estable.Los alumnos, en su mayoría, son mujeres con más de 45 años que tienen problemas para encontrar un empleo estable. - Foto: Javier Pozo

Adecco es quien contacta con los destinatario finales. Ese listado de beneficiarios se envía al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que es el encargado de distribuir a los participantes en tres grupos, uno primero denominado de control que consta de cuatro sesiones grupales en las que reciben información básica de orientación laboral y que se encarga de impartir Adecco; y otros dos grupos de tratamiento en los que interviene la formación que imparte Cáritas y la intermediación laboral que complementa Ceoe, quien informa a sus socios de las bonificaciones empresariales que tienen las empresas si se acogen a este tipo de contrataciones. 

La única diferencia entre estos grupos será la adquisición de formación en competencias digitales básicas, por lo que en uno de los casos, los alumnos tendrán que completar 29 sesiones y en el otro, el de competencias digitales, 37.

En el caso de Guadalajara, el proyecto está dirigido a un total de 72 personas a las que se les formará en tres fases de trabajo, siempre con distintas personas y con la misma metodología de trabajo. Como el estudio piloto comenzó en el mes de enero, ya se ha desarrollado la primera fase y, en este momento, Cáritas está inmersa en la segunda.

Los alumnos, en su mayoría, son mujeres con más de 45 años que tienen problemas para encontrar un empleo estable.Los alumnos, en su mayoría, son mujeres con más de 45 años que tienen problemas para encontrar un empleo estable. - Foto: Javier Pozo

«Tenemos una parte de sesiones de orientación, con ocho sesiones grupales y luego tiene tutorías individuales. Es un acompañamiento individualizado. A parte, cuatro sesiones de intermediación laboral, con el análisis de ofertas, elaboración de currículum, entrevista con la empresa, porque todo lo que se ha trabajado a nivel formativo con el orientador, el intermediador lo remata con la empresa para intentar que el fin último sea la inserción laboral. Estamos en la mitad de la segunda fase, en la quinta sesión grupal», concreta Mar Ponce.
Al ser un proyecto que conlleva investigación, tiene que seguir la misma metodología y contenido en los once municipios. De hecho, los destinatarios realizan un cuestinario previo al iniciar el proceso, otro de seguimiento al finalizar su formación a los tres meses y uno más a los cinco meses del primero.

El objetivo es asegurar un acompañamiento intensivo , personalizado e integral en su búsqueda de empleo para conocer si se han incorporado al mercado laboral o han seguido completando su formación para hacerlo posible.

«El fin último es la inserción laboral de las personas. Lo que se pretende es ejecutar itinerarios intensivos, innovadores de inclusión y tiene una parte muy importante de evaluación. Lo que queremos es contribuir desde Cáritas a evaluar y medir la efectividad de estos itinerarios para proponer otras metodologías si fuera el caso», argumenta Mar Ponce. 

Formación

La mayoría de las personas que participan en Emplea Lab son mujeres, con una edad que supera los 45 años y que tiene dificultades para encontrar un trabajo estable. Este es el perfil de Victoria Pacico, quien conoció este programa a través de Servicios Sociales.

«Más que aprender estoy reforzando porque ya me había formado en otros cursos. Reforzamos nuestras competencias para poder ir al mercado laboral que es lo que más nos interesa», declara esta alumna originaria de Guinea Ecuatorial que tiene como objetivo «encontrar algo más estable» después de años con trabajos temporales.

En el aula, hay muchas realidades distintas. «Hay gente que ha trabajado en muchos proyectos de inserción y se nota y hay otros participantes que nunca han estado este tipo de programas. Intento que sea muy participativo para integrar a todos para ver qué conocimientos tienen ellos previamente», relata Noemí Rodríguez, orientadora del proyecto Emplea Lab.

Como formadora, Noemí considera que lo más importante es trabajar competencias transversales para el «autoconocimiento e identificar puntos fuertes y puntos débiles en el área laboral y personal». A través incluso de la «gestión emocional y del estrés», pueden diseñar un itinerario personal, en el grupo o en las tutorías individuales, para aspectos específicos de la búsqueda de empleo como la elaboración del currículum, la entrevista, el plan de acción, o el conocimiento de los derechos laborales.

«A veces, el acceso a los medios no es el adecuado o la habilidad para hacerlo, con estas competencias lo hacemos para, por ejemplo, adaptar el currículum a la oferta, su envío por internet, les ayudamos a registrarse en portales de empleo. La búsqueda de empleo no se hace como antiguamente y el adaptarnos al registro en portales de empleo es lo que se aprovecha para hacer en las tutorías porque lleva más tiempo y a nivel grupal cuesta más», detalla la orientadora.

Los responsables de Emplea Lab de las once ciudades mantienen reuniones periódicas de control para ir analizando el estudio de investigación. En los primeros análisis «nos sorprendió que es más numeroso el grupo que no tiene competencias digitales que el que sí las tiene.  Y en el resto de sitios ha pasado igual, pero no lo entendemos porque es una cosa muy necesaria», reconoce Noemí Rodríguez.

Este estudio de Emplea Lab finalizará a 31 de diciembre de 2023, quedando pendiente el final de esta segunda fase en junio y la tercera edición que se desarrollará de septiembre a diciembre.