"Nuestro talón de Aquiles está en los vehículos"

Belén Monge Ranz
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Oficial jefe del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Guadalajara desde hace cuatro años, Ignacio Jimeno espera "como agua de mayo" la llegada del nuevo Parque de Bomberos

Ignacio Jimeno, jefe de Bomberos en el Ayuntamiento de Guadalajara - Foto: Javier Pozo

A él no le ocurrió como a otros niños que desde pequeños ya tienen claro que quieren ser bomberos. Jamás se lo planteó hasta que, una vez que terminó Arquitectura y se puso a trabajar, un amigo le comentó que había oposiciones para entrar en el cuerpo. Ignacio Jimeno Criado (Guadalajara, 1984) lleva ya siete años en la Brigada de Bomberos, y cuatro como oficial jefe del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Guadalajara, que cuenta con 56 efectivos. Siente un tremendo orgullo de su profesión, que vive con pasión y también con mucho respeto y control.    

La actualidad manda, ¿cómo se vive una tragedia como la ocurrida en Valencia??

La verdad es que es muy duro, tanto para heridos, como para las familias de los fallecidos, afectados y bomberos. Poniéndonos en la piel de los bomberos es un día muy duro a nivel físico y mental. En lo físico porque han sido cantidad de horas las que han estado y seguirán trabajando y, sobre todo, muchísima carga emocional que han estado soportando. Afortunadamente es algo que no se ve habitualmente. Este incendio dejará marcada a la gente que lo ha vivido. En el servicio de bomberos de Valencia quedará marcado como uno de los días más tristes de su historia.  

¿Cómo es posible que un incendio asole en tan poco tiempo un bloque de viviendas tan grande?

No es nada frecuente, es muy raro. Por lo que se veía en las imágenes debía ser por el recubrimiento del edificio, que generó una ignición tan sumamente rápida que hizo que el incendio pasase al interior del edificio. También es verdad que el incendio empezó en una planta intermedia del edificio, fue propagándose verticalmente, pero a medida que iban cayendo elementos de esa fachada al suelo hace que esa propagación también sea hacia bajo. Por tanto, desde un punto intermedio el incendio se propagó hacía arriba, hacia abajo y hacia el interior. Todo ello sumado con el fuerte viento que hacía. 

¿Qué cualidades son incuestionables en una profesión que bien podría calificarse de alto riesgo?

Los bomberos tocamos tantísimos palos que es difícil definir un perfil. Considero que es bueno ser una persona echada para adelante, decidida, con las ideas claras y que sepa controlar la tensión. Al igual, creo que es fundamental tener capacidad de adaptarse y aprender, y saber trabajar en equipo. Siempre trabajamos en  binomios, en parejas; si nos pasa algo es fácil que nuestra vida dependa también de la del compañero con el que vamos y con el que convivimos 24 horas al día. Aquí somos como una familia en todos los sentidos. 

No solo intervenimos en incendios (urbanos, industriales, forestales...) sino que participamos en rescates de personas perdidas, animales, en accidentes de tráfico, apertura de puertas... Muchas veces, y no va en broma, somos el último recurso al que llamar. En estos casos, tratamos de salvar lo mejor posible la emergencia.  

¿Uno nace o se hace bombero?

Puedes nacer casi queriendo serlo, pero hay que hacerse. Cuando uno ha sacado su plaza es cuando empieza a convertirse en bombero.  

¿Son complejas las oposiciones?

La oposición es dura. Además, cada vez oposita gente más preparada físicamente, algo que es importante en el día a día porque nuestro equipo pesa entre 25 y 30 kilos cuando actuamos, y eso importa. De tu preparación física puede depender la vida de un compañero en una intervención. 

Sin embargo, al no tener una ley que nos coordine a nivel nacional, cada administración establece y determina sus condiciones y pruebas. En nuestro caso, se trata de un servicio municipal, pero hay servicios provinciales, como el Consorcio;servicios regionales, como los que presta Infocam, estatales, militares... Esto es un reino de taifas.  No obstante, como en toda oposición, hay que preparar una parte teórica, unas pruebas físicas que son duras, pasar un reconocimiento psicotécnico, la prueba de conducción de un camión, y el reconocimiento médico. Superado esto, el siguiente paso es ir a la academia de Toledo para recibir formación tres o cuatro meses antes de pasar a ser bombero de plantilla. Como en otras profesiones, también en esta nos encontramos con situaciones extremas para las que no nos prepara nadie. Hay quien ha requerido el apoyo de un psicólogo, algo muy necesario en algunos casos.  

¿Hay edad límite para entrar?

No hay límite de edad ni por arriba ni por abajo. A día de hoy nos jubilamos a los 60 años. 

¿Cómo es el día a día de un bombero en Guadalajara?

Se trabaja a turnos de 24 horas y se da servicio los 365 días del año. 

Cada jornada se realizan maniobras estipuladas muy diversas para aprender a trabajar el mismo lenguaje, se revisan equipos, se realizan prácticas de conducción, se entrena, y siempre se está disponible para cualquier intervención. 

¿Qué es lo que menos y lo que más le agrada de su trabajo?

Mi trabajo en este momento tiene más de gestión que de labor operativa. Eso cuesta un poco, pero también salgo, es lo que hace que cada día sea diferente.

¿Alguna situación especialmente compleja desde que es bombero?

La época más complicada fue la de la pandemia del Covid. Nos lo encontramos casi de la noche a la mañana. Este es un servicio en el que estás permanentemente expuesto y nuestra misión era ir a sacar gente que no sabíamos cómo estaba. Además, al tener turnos en los que se convive 24 horas al día, hubo que hacer grupos burbuja y tomar muchísimas medidas de protección para que no llegase el Covid dentro del Parque, que afortunadamente funcionaron bien. 

Mi mayor miedo, casi constante, era que se detectara un positivo en un turno y que hubiera que aislar al grupo. Eso podía suponer no tener bomberos para dar el servicio en Guadalajara.   

¿Maneja Ignacio Jimeno bien trabajar bajo presión?

Creo que sí, pero es verdad que depende de las situaciones. Llevo siete años, soy aún un recién llegado. Afortunadamente, no estoy solo sino que hay otros mandos y bomberos en los que siempre me apoyo. Ellos son mi mano derecha y mi mano izquierda. Cuento con gente muy preparada que ante una intervención que puede generar tensión son capaces de controlar y dar esa tranquilidad que se necesita en ese momento. 

¿Ha habido alguna actuación que le haya llegado al corazón?

Las intervenciones más impactantes suelen ser los accidentes de tráfico con personas atrapadas. Hay veces que pintan muy mal y en las hay que priorizar a quién sacas antes del vehículo, pero cuando  ves que has salvado una vida, la satisfacción es tremenda. Sin duda, cada bombero tiene en su mente grabada esa intervención que no salió como le hubiera gustado, o todo lo contrario.

¿Algún héroe en su vida?

Puede sonar muy típico, pero mis padres son mi referente. Ellos me han enseñado lo que es el esfuerzo del día a día y a saber que hay que luchar y pelear por las cosas que se quieren. Me gustaría poder transmitir lo mismo a mis hijos. 

¿Qué consejos daría a alguien que quiera seguir sus pasos?

Le diría que esta profesión es una carrera de fondo en la que, como una hormiga, hay que trabajar cada día para ir sumando. 

¿Qué grados de especialización hay en el Parque de Guadalajara?

Todos tenemos que saber de todo, pero en los últimos años se han creado cuatro unidades: la Unidad Canina de Rescate, que fue la primera en crearse y cuenta con perros para la búsqueda de personas vivas; la Unidad de Drones, que da apoyo en muchas intervenciones; posteriormente se crearía el Equipo de Rescate Técnico, que interviene en rescates más complicados;y este año se ha constituido el Grupo de Rescate en Accidentes de Tráfico. Las cuatro ramas cubren bastante bien las necesidades del servicio. 

Ante una llamada de emergencia, ¿cuál es el protocolo?

Es fundamental que desde la central de comunicaciones se recabe la mayor cantidad de información posible antes de activar el protocolo en función del tipo de actuación. 

 ¿Desde que está aquí ha perdido la vida algún compañero?

Afortunadamente, no. 

En Guadalajara, ¿qué tipo de intervenciones son las más cotidianas en su día a día?

El rescate de personas por caídas  en el campo, en viviendas, la apertura de puertas..., y damos apoyo, a veces, fuera de nuestro término.  

Una curiosidad, ¿es verdad que se cobra por el servicio prestado?

A día de hoy, el Ayuntamiento cobra una tasa por cualquier tipo de intervención, otra cosa es que luego se haga cargo el seguro. Es algo que no sabe prácticamente nadie hasta que no les pides los datos para pasar el cobro. Si se actúa en un rescate, en un incendio de una vivienda, en un accidente de tráfico... luego, el Consistorio cobra una tasa. Creo que hay actuaciones que si se deben cobrar, pero hay situaciones delicadas en las que me parece durísimo hacerlo. Habría que replanteárselo. En todo caso, la tasa no lo cobra el Servicio de Bomberos sino el Ayuntamiento.  

¿De cuándo data el Reglamento interno del cuerpo?

Aún rige el de 1926. Creo que convendría darle una vuelta ya.  

Por fin, consiguieron la categoría profesional C1 para todos. 

Muchos compañeros ya han podido pasar, pero aún hay algunos que están en el nivel C2. Seguimos trabajando para que todo el mundo se iguale. Es una reivindicación más que lógica. 

¿Su salario varía en función de la Administración en la que desempeñan su trabajo? 

Sin meternos en si es digno o no, lo que si es cierto es que cobramos menos que en la comunidad vecina por hacer el mismo servicio y exponernos a los mismos riesgos. 

Supongo que estarán deseando poder dejar estas instalaciones y trasladarse al nuevo Parque de Bomberos. ¿Cómo van las obras? 

Hacía falta un Parque de Bomberos nuevo como agua de mayo. Es fundamental; no hay nada más que ver el mal estado de las instalaciones en las que estamos. No son un sitio ni digno ni decente para trabajar. Procuro estar muy encima del desarrollo de las obras y, sin duda, estamos deseando que empiecen a levantar estructura. Se lleva trabajando unos cuatro meses, aunque de momento solo se han puesto los cimientos, de ahí que aún no se vea nada. 

¿Cómo andan de medios personales y materiales? 

Van a entrar tres compañeros ahora y esperamos que salga otra promoción en unos meses. En todo caso, estamos más o menos bien en lo que a plantilla se refiere. Si bien podríamos ser más, somos 56 y en breve seremos 59. 

¿Cuáles son las demandas más acuciantes del cuerpo? 

Un buen servicio de bomberos se basa en cuatro patas fundamentales: el personal, aspecto en el que insisto en que estamos más o menos bien; los equipos, que tampoco estamos mal: la tercera pata serían las instalaciones, que con la llegada del nuevo Parque de Bomberos la demanda quedará solventada, y, la última pata son los vehículos. A día de hoy, este es nuestro talón de Aquiles. Es verdad que son caros, pero es donde más necesidades tenemos y en lo que más habría que invertir.

¿Participan ahora en alguna labor humanitaria? 

Participamos cuando surge algún tipo de urgencia y cuando nos piden ayuda o nos invitan. Ahora no es el caso.  

¿Qué lugar ocupan las redes sociales en su trabajo diario? 

Para bien y para mal, las redes sociales son un altavoz a través del cual tratamos de dar a conocer nuestro trabajo, donde no solo realizamos intervenciones sino que participamos en labores de prevención, maniobras y también damos a conocer la labor del cuerpo de bomberos a los escolares a través de visitas didácticas que suelen realizar en viernes.  

Por último, no veo mujeres en este parque, ¿no opositan? 

En este servicio no hay chicas porque ninguna ha sacado aún plaza, pero en otros si. De momento, se presentan muy pocas.