Javier del Castillo

Javier del Castillo


Todo está en los libros

23/04/2024

Los que ya vamos teniendo una edad recordamos con emoción contenida el estribillo de la canción que sirvió de sintonía a los programas sobre libros de Fernando Sánchez Dragó en TVE, «Biblioteca Nacional» y «Negro sobre blanco». La letra la escribió el poeta, editor y traductor Jesús Munárriz, en 1982, y la música fue obra del siempre recordado y admirado Luis Eduardo Aute. Y, curiosamente, todo esto pasó cuando todavía en la televisión pública, que ahora dilapida 28 millones en la contratación de un humorista, había distintos espacios para hablar y debatir sobre los libros, los escritores y las novedades editoriales.
«Todo está en los libros», que cantaban Carmen Machado y Vainica Doble, aunque un 36% de los españoles – si las encuestas no fallan – no lea nunca o casi nunca. Se escribe mucho, pero se sigue leyendo poco. La lectura es, para muchos españoles, tan desconocida y prescindible como lo es para el resto algunos de los libros escritos por terceros, aunque firmados por Pedro Sánchez. 
No tengo los datos de 2023, pero en 2022 se editaron en España 57.125 títulos en papel, dos mil más que el año anterior, con una tirada media por título de 3.500 ejemplares. El índice de lectura en nuestro país apenas se incrementa, mientras se multiplica el uso y abuso de las pantallas. Las series – esas que dice no ver nunca Puigdemont –, los podcasts, YouTube y las redes sociales, en general, ocupan buena parte de ese tiempo libre que algunos todavía tenemos reservado a los libros. 
«Todo está en libros», aunque más de un tercio de ciudadanos españoles no se molesten en averiguarlo. Hoy, en el Día del Libro, es importante reivindicar el valor y el placer de la lectura. Invitar a disfrutar de algunos de nuestros mejores escritores, de ahora, de antes y de siempre: Benito Pérez Galdós, Miguel Delibes, Luis Landero, Josefina Aldecoa, Eduardo Mendoza, Javier Marías, Juan Marsé, Arturo Pérez Reverte, Mario Vargas Llosa, Rafael Chirbes, Enrique Vila-Matas, Fernando Aramburu, Almudena Grandes, Julia Navarro, o nuestra paisana Clara Sánchez. La lista, siempre subjetiva, sería interminable.
Hoy, en el Día del Libro, mientras algunos realizan sus propias lecturas sobre el resultado de las elecciones en el País Vasco, conviene insistir en lo poco que leemos en España. Y lo poco que les preocupa a nuestros políticos la cultura, salvo esa cultura de la imagen que les permite desfilar por la alfombra roja de algún festival de cine, al lado de los directores, actores y actrices que les halagan.
Viajar a través de la lectura a mundos lejanos sin salir de casa, disfrutar con las intrigas y misterios de una novela que te atrapa de inmediato, y de la que no puedes desprenderte hasta acabarla, o vivir aventuras increíbles en escenarios que terminan pareciéndote familiares es uno de los grandes placeres que tiene a su alcance el ser humano. Al heterodoxo Fernando Sánchez Dragó le debemos, además de programas culturales que despertaban el interés de la audiencia por la lectura, la utilización, como sintonía en aquellos encuentros literarios, de una canción que invita a seguir intentándolo: «Todo está en los libros». 
Para celebrar el Día del Libro se eligió la fecha del 23 de abril porque ese mismo día de 1616 fallecieron William Shakespeare y Cervantes. Aunque, según algunas fuentes, el autor de El Quijote falleció el día de antes. 
También lo hizo en esa fecha el escritor, historiador y militar peruano, Inca Garcilaso de la Vega, pero su fallecimiento ha quedado, de alguna forma, solapado por sus otros dos famosos coetáneos.