Agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) y de la Comandancia de Guadalajara tienen orden de clausurar la vivienda tutelada de Zaorejas por orden judicial. Si nadie lo impide, los ocho mayores que residen en este centro, de titularidad municipal, tienen que abandonar a lo largo de este lunes sus instalaciones. El caso se encuentra bajo secreto de sumario y este periódico ha podido saber que todo parte de la denuncia de una ex trabajadora del centro contra los gestores de la vivienda tutelada. La investigación dirigida por el juzgado de instrucción de Molina de Aragón se centra en posibles contratos fraudulentos de los empleados que asisten a los mayores. También tratan de esclarecer, a raíz de la denuncia, si se ha cometido un presunto delito de trata de personas, empleando a trabajadores extranjeros de forma irregular para obtener después favores de otro tipo.
La operación se ejecutó a primera hora de la mañana del pasado sábado, 4 de junio. Una decena de agentes de la UCO y otros tantos de la Comandancia de Guadalajara se desplazaron a las seis de la mañana hasta Zaorejas, en pleno corazón del Alto Tajo. El dispositivo se completó con una UVI móvil y una ambulancia de apoyo, preparadas por si había que asistir a alguno de los mayores. Una vez que comprobaron que todos se encontraban en perfecto estado de salud y que no hubo ninguna alteración, volvieron a su base en el Hospital de Guadalajara. Los agentes continuaron con los registros, analizando el estado de las instalaciones y recogiendo pruebas que sirvan a la instrucción. Pasado el mediodía, se practicó la detención del gestor de esta vivienda tutelada y de una trabajadora, que fueron trasladados a los calabozos de la Comandancia de Guadalajara.
Estaba previsto que la vivienda se clausure por orden judicial este lunes. Los mayores han permanecido allí durante el fin de semana. Se trata de un centro de titularidad municipal. Este periódico ha averiguado que la gestión del centro es privada, desde la Consejería de Bienestar Social se asegura que no existe ningún tipo de concierto con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Eso sí, dos personas de la Delegación Provincial de Bienestar Social se personaron en Zaorejas el sábado para velar por los mayores que residían en esta vivienda tutelada y hacerse cargo de su atención derivándolos a otros recursos asistenciales de la provincia. Es más, esta misma mañana, personal de Bienestar Social se ha trasladado a Zaorejas para continuar con el traslado de aquellos mayores a recursos temporales, bien a la ciudad de Guadalajara como a otros puntos de la provincia de Guadalajara.
Los familiares denuncian a este periódico "la desinformación por parte de la administración. Estamos hablando de personas mayores, que de un día para otro tienen que abandonar su lugar de residencia sin que nadie nos haya aclarado dónde les van a mandar". Entre los usuarios hay mayores que son completamente dependientes, cuyas familias no saben ahora qué hacer con ellos. "Aquí hay gente del pueblo, que, si les sacas de su entorno de toda la vida, acabas con ellos", subrayaba uno de los familiares. Este lunes, en protesta por la "caótica situación" a la que se enfrentan, una treintena de personas, acompañando a varios usuarios, se han concentrado a las puertas de la vivienda tutelada.