Monasterio de Lupiana (22 de noviembre de 1878)

Plácido Ballesteros
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Paseo artístico por la provincia de Guadalajara

Monasterio de Lupiana (22 de noviembre de 1878)

En el reportaje titulado por el reportero Eusebio Martínez de Velasco Paseo artístico por la provincia de Guadalajara del que venimos dando noticias en las entregas anteriores, publicado en el semanario madrileño La Ilustración Española y Americana el día 22 de noviembre de 1878, que recogía varios dibujos del pintor Isidoro Salcedo, dos de ellos estaban dedicados al monasterio jerónimo de San Bartolomé de Lupiana. 

Sobre ellos centraremos hoy nuestra atención pues merecen un análisis detenido por lo sorprendente de las imágenes que plasmo en aquella ocasión nuestro artista si las comparamos con los miles de dibujos y fotografías que tenemos del monasterio jerónimo, que suelen reproducir casi en exclusiva su claustro principal.

Ese fue el caso de las dos publicaciones en las que con anterioridad a la que hoy comentamos se ofrecieron imágenes de San Bartolomé de Lupiana, y a las que ya prestamos atención hace meses en esta sección de Libros con Historia. Tanto el sencillo grabado aparecido en el Semanario pintoresco en 1840, acompañando un texto de Vicente de la Fuente, como el precioso dibujo del famoso Genaro Pérez Villamil, publicado en 1842 en su España Artística y Monumental, reprodujeron su impresionante claustro principal.

Por el contrario, como puede observarse en la ilustración que acompaña a estos párrafos, Isidoro Salcedo optó en 1878 por ofrecernos dos dibujos que son identificados en el reportaje de Martínez de Velasco como Ruinas de la Sala Capitular, refectorio y cueva del convento de monjes jerónimos de San Bartolomé de Lupiana” y Exterior del convento de San Bartolomé de Lupiana respectivamente. Se trata de dos vistas prácticamente desconocidas a las que ningún estudioso del monasterio ha prestado atención hasta ahora. 

De ahí su importancia, por la información que pueden proporcionar para nuevos estudios.

Desgraciadamente tampoco en esta ocasión el texto del reportero nos ofrece información relevante ni sobre la historia del cenobio ni sobre su estado de conservación en aquellas décadas de finales del siglo XIX, tras cuarenta años tras la exclaustración. Son datos resumidos de la reseña que del convento de Lupiana hizo José Mª Quadrado en sus Recuerdos y bellezas de España, publicado en 1853:

Núms. 1 y 3. Convento de monjes jerónimos de San Bartolomé, en Lupiana.—Fue casa primitiva de la Orden, y aún conserva entre sus ruinas magníficos vestigios de su pasada grandeza: vense allí todavía un hermoso patio principal con anchas y adornadas galerías; un excelente claustro construido hacía la mitad del siglo XVI; el claustrillo primitivo, labrado en 1374 a expensas del sumo Pontífice Gregorio XI y reedificado en 1463 por el turbulento arzobispo toledano D. Alonso de Carrillo; la iglesia, la sala capitular, notable por haberse reunido en ella los abades o priores de todos los monasterios de la Orden para la elección de generales, y el refectorio y otras dependencias, en completo estado de ruina».

Así las cosas, si tenemos en cuenta el grabado de Salcedo, que nos presenta la Sala capitular ya sin techumbre, debemos llegar a la conclusión que dicha dependencia debió arrumbarse entre los años de mediados de la década de los cincuenta y finales de los setenta de aquella centuria, pues Quadrado la vio aún en pie en los últimos meses del año 1852, aunque ya despojada de mobiliario: 

«Y si al viajero no satisface la contemplación de este monumento, realzado por la soledad y por el temor de su ruina, entre en la desnuda sala capitular, donde para la elección del general se congregaban los priores de todos los monasterios de la península, como familia patriarcal al rededor de la mesa de su abuelo en las mayores festividades; lea los rótulos que señalaban a cada uno su asiento  y no podrá menos de sentirse penetrado de reverencia hacia aquel solar ilustre, del cual derivaron tantas y tan célebres fundaciones sin poder jamás eclipsar su gloria ni arrancarle la primacía. Trazó este salón Francisco de Mora en 1598». 

El segundo de los dibujos que Salcedo proporcionó a La Ilustración … en 1878 corresponde al exterior del monasterio. En el mismo podemos apreciar el estado que el conjunto conventual de San Bartolomé de Lupiana presentaba en dicha fecha: junto al buen estado de alguno de los edificios principales como la iglesia y la torre, así como algunas de las construcciones agregadas entorno al templo, ya aparecen otras estancias semiderruidas a lo largo de las cuatro décadas que habían pasado desde la exclaustración del monasterio.

En cualquier caso, su análisis detenido comparándolo con el estado actual del conjunto de edificaciones del antiguo monasterio seguramente aportará bastante luz a los estudiosos del monumento que continúan descubriéndonos las claves arquitectónicas de la evolución de San Bartolomé de Lupiana desde su fundación en 1374 hasta nuestros días.