Ángel Villarino

RATAS DE DOS PATAS

Ángel Villarino


Pesimismo global

19/01/2024

El optimismo de los años 90 nos llevó a pensar que cualquier tiempo futuro sería mejor. El progreso era por definición lineal y la revolución tecnológica que explotó en aquellos años no podía ser dañina. Internet venía a liberarnos de cadenas, no a ponernos otras nuevas y más pesadas. La caída del muro de Berlín abriría un proceso de apertura de mercado, de democratización inexorable del planeta y de globalización benigna. Ese era el ambiente y esa parecía la inercia de los tiempos.
Desde entonces hemos sufrido una serie de reveses, amplificados y exagerados por el info entretenimiento y las redes sociales, que han terminado por cambiar el humor global 180 grados. Primero fue el terrorismo islámico, luego nuevas guerras en Oriente Medio, después el surgimiento y auge de movimientos autoritarios y la reversión de procesos de democratización y apertura en países importantes como China. La sombra del cambio climático, la pandemia y finalmente dos nuevas guerras salvajes, una en Europa y otra a sus puertas.
El cine y las series de televisión en streaming son otra manera de ver el humor de nuestros días. El género elegido es el Apocalipsis, los zombies, los desastres planetarios. Una de las últimas series de Netflix que he visto tiene como escenario una ciudad estadounidense meses antes de que un meteorito destruya la tierra. Todos dan por hecho que van a morir y la protagonista, una oficinista soltera de mediana edad, no logra encontrar ningún entretenimiento para disfrutar de los últimos días de la raza humana. Con este prisma, y con el desencanto de Internet en máximos, es imposible pensar que la IA va a venir a hacernos las cosas más fáciles.
Al revés que en otros periodos, ahora el pesimismo es global. Reina el pesimismo en China. Reina el pesimismo entre los demócratas estadounidenses, convencidos de que Trump ganará las elecciones. Pero también entre los republicanos, convencidos de que el mundo está a punto de hundirse bajo el peso de la inmigración, el socialismo y los excesos woke. Hay pesimismo en India y hay pesimismo en toda América Latina. Sin excepciones. Hay pesimismo en Israel y en Arabia Saudí. Hay, por supuesto, mucho pesimismo en Europa. África es, quizá, el único continente que mira al futuro con cierto entusiasmo y esperanza. Eso a pesar de que sus condiciones objetivas siguen siendo, con diferencia, las más duras del mundo. Una paradoja preciosa.