Nuevos hallazgos avalan el potencial arqueológico de Tamajón

Inmaculada López Martínez
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La última campaña de excavaciones llevada a cabo en el Abrigo de La Malia, que culminó hace unos días, ofrece interesantes vestigios sobre cómo era el modo de vida de los primeros Homo Sapiens que poblaron el interior de la Península Ibérica

Vista de las labores arqueológicas realizadas en el Abrigo de La Malia de Tamajón del 4 al 13 de septiembre. - Foto: Ayuntamiento de Tamajón

La riqueza geológica e histórica que atesora Tamajón ha quedado demostrada, una vez más, en las dos últimas campañas de excavaciones paleontológicas y arqueológicas que han tenido lugar este verano en varios de los múltiples yacimientos que alberga esta pequeña localidad serrana dentro su término municipal. 

La más reciente, que culminó el pasado 13 de septiembre tras diez intensos días de trabajo, fue la llevada a cabo en el ámbito puramente arqueológico por un equipo  multidisciplinar de diferentes organismos y universidades coordinado desde el Centro Nacional de Investigación  sobre la Evolución Humana (Cenieh), dirigido de nuevo por los profesores Adrián Pablos y Nohemi Sala en paraje conocido como Abrigo de La Malia. Se trata del sexto año consecutivo que este grupo de científicos trata de desentrañar cómo era el pasado de los pobladores más primitivos de la zona. En concreto, tal y como explica Adrián Pablos, la importancia de este yacimiento radica en contener vestigios de las primeras ocupaciones de Homo Sapiens en la Meseta Central.  «Hasta ahora, se conocían bastantes vestigios de los primeros Homo Sapiens paleolíticos tanto en la Cornisa Cantábrica como en el Mediterráneo e incluso en Portugal , pero en el interior peninsular hay muy poco registros. Nosotros estamos rellenando ese hueco que faltaba en la Meseta», detalla.

Las sucesivas campañas arqueológicas llevadas a cabo en el yacimiento de La Malia desde su descubrimiento en 2017, han dado como resultado el descubrimiento de restos, básicamente herramientas y huesos de animales, de tres cronologías distintas de Homo Sapiens, «que nos muestran que eran sociedades de cazadores y recolectores y los de la historia más reciente ya pasan a ser ganaderos y agricultores», indica Pablos. En lo que respecta a los materiales más significativos hallados durante la campaña de este año, el codirector de la excavación destaca un par de azagayas –las puntas de los proyectiles que usaban los Homo Sapines en los venablos para cazar animales–, cuchillos y herramientas de piedra elaborados con silex, cuarzo o cuarcita así como restos de diversos animales consumidos como alimento (bisontes, caballos, ciervos, rebecos, corzos, etc.). «Una de las cosas más significativas que hemos podido descubrir, no es un objeto concreto, sino el haber llegado a un nivel de ocupación humana muy antigua para la Meseta», aclara Adrián Pablos. Si los trabajos de 2022 ya quedaron muy cerca del nivel correspondiente a los primeros milenios del Paleolítico Superior, en el presente 2023 «lo hemos encontrado en toda la superficie del Abrigo», añade. Así las cosas, las investigaciones y hallazgos de este equipo están aportando relevante información y datos sobre «cómo vivían, cómo eran y cómo se relacionaban los Homo Sapiens del Paleolítico Superior en su ambiente y cómo gestionaban los recursos y el conocimiento del territorio», señala este especialista.

Sin embargo, la trayectoria y posibilidades de estudio que se abren en este yacimiento tamajonero son todavía muchas y muy ilusionantes. «El Abrigo de La Malia va a seguir dando mucha información. Nosotros hemos llegado a los niveles del Paleolítico Superior, de los primeros Homo sapiens, pero no descartamos que debajo podamos encontrar un yacimiento de neandertales. Eso no sería tanta sorpresa porque en la región ya hay evidencias de actividad neandertal, pero sería el único sitio donde tendríamos un registro bastante completo desde los neandertales hasta los Homo sapiens de la Prehistoria reciente», explica.

Paleontología

Aparte de estos trabajos de ámbito arqueológico, Tamajón volvió a ser objeto este verano, entre finales de julio y principios de agosto, de una nueva campaña paleontológica por parte del grupo de Investigación PaleoIbérica de la Universidad de Alcalá (UAH). Hay que recordar que desde 2018, un grupo de especialistas comandado por Fernando Barroso, paleontólogo y profesor de Estratigrafía de la UAH, trabaja en el extraordinario yacimiento de ictitas (huellas fósiles) del Cretácico Superior existente en la localidad; un intervalo de tiempo en el que el registro fósil de vertebrados en Europa es escaso y su conocimiento muy limitado, por lo que su estudio resulta altamente significativo. Contiene numerosas huellas de vertebrados como son los antepasados de los cocodrilos actuales, dinosaurios terópodos, peces y tortugas, entre otros organismos. En esta  última campaña,  el proceso de limpieza y ampliación de la superficie icnológica descubierta, identificación de nuevos rastros y digitalización de las principales huellas fósiles, vino a confirmar que se trata de una de las superficies con mayor concentración de huellas de vertebrados del Cretácico (hace unos 95 millones de años).

Ambas campañas contaron con el apoyo económico de la Junta y del Ayuntamiento de Tamajón.