La nueva misión de Leonor

EFE
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La princesa embarca en Las Palmas de Gran Canaria en la fragata Blas de Lezo para participar en los ejercicios con munición real más complejos de los últimos tres años

La heredera continúa su formación militar en una de las unidades más avanzadas de la Armada española. - Foto: elvira urquijo (efe)

Finalizada su etapa en el Juan Sebastián Elcano, donde estuvo casi cinco meses, la princesa Leonor embarcó ayer en Las Palmas de Gran Canaria en la fragata Blas de Lezo para ampliar su formación militar en los ejercicios de la Armada Española con munición real más complejos de los últimos tres años, que tendrán lugar a 550 kilómetros de Canarias.

La nave partió a las 20,10 horas (hora canaria) de la Base Naval de Las Palmas, después de que la heredera al trono saludara a su comandante, el capitán de fragata Pedro Ramos Carbonell, y a los oficiales del navío.

La princesa de Asturias se incorpora como guardiamarina a una de las unidades más avanzadas de la Armada española en el marco de los ejercicios Sinkex-25, que comienzan hoy y concluirán mañana, para posteriormente integrarse en el Grupo de Combate Expedicionario Dédalo hasta el 3 de julio.

Leonor interviene en estos ejercicios con munición de combate -que incluye misiles y torpedos- con otros 200 alumnos de la Armada repartidos entre las diferentes unidades participantes y lo hará desde el Centro de Información y Combate de la fraga Blas de Lezo.

En estas maniobras aeronavales intervienen unos 1.900 hombres y mujeres, 12 buques -entre ellos el nuevo submarino Isaac Peral-, así como 16 aeronaves de diferentes tipos, tanto helicópteros como Harriers de la Armada y cazas F-18 y Eurofighters del Ejército del Aire.

El objetivo del Sinkex?25 es comprobar la relevancia de los medios de la Armada en los escenarios de alta intensidad y, en particular, su capacidad de emplear aeronaves de ala fija (cazas Harrier) desde una plataforma naval, como es el Juan Carlos I.

Desde el pasado 9 de junio y hasta ayer, se han llevado a cabo más de un centenar de ejercicios seriados y de pruebas orientados hacia el combate en alta intensidad, según informó el vicealmirante de la Armada Juan Bautista Pérez Puig, comandante del Cuartel General Marítimo de Alta Disponibilidad.

Para la realización de estas maniobras no se van a utilizar sonares de baja frecuencia que puedan afectar a los cetáceos presentes en esta zona del Atlántico.