Desde el 1 de julio España lleva la Presidencia de la Unión Europea, un cargo rotatorio que durará hasta final de año. Castilla-La Mancha, que como comunidad autónoma tiene 41 años, ha sido la mayor parte de su vida una 'región europea', pues fue en 1985 cuando España entró en la UE, que entonces se llama Comunidad Económica Europea. Desde entonces la bandera azul con estrellas amarillas está ondeando en las instituciones de la región... e incluso en los banderines que se cuelgan en la plaza del pueblo para las fiestas. 

La pertenencia a la UE ha supuesto la desaparición de las fronteras y la libre circulación de mercancías y de personas. Ser parte de este club de los 27 se nota  y mucho en la economía y demografía regional. Solo lo que venden las empresas castellano-manchegas en otros países de la UE representa un 17,7% del Producto Interior Bruto, es decir, de todo lo que genera la economía regional. Hay que recordar que el PIB castellano-manchego está en estos momentos en los 42.286 millones. 

Con los datos cerrados de 2022, las empresas castellano-manchegas facturaron 10.273 millones de euros vendiendo en el extranjero y la gran mayoría de esas operaciones fueron a países de la UE, pues ascendieron a 7.489 millones. Los mercados más importantes para las empresas de la región son comunitarios. Destaca Portugal con una facturación de 2.193 millones de euros, seguida de Francia con 1.702, Alemania con 1.010 e Italia, con 927.

La Unión Europea también aporta lo suyo al presupuesto de la Junta. En los de 2023 hay 1.406 millones de euros de los epígrafes de  transferencias corrientes o de capital que vienen del exterior. Y aquí están los fondos europeos. Están los tradicionales como el FEAGA, que es el de política agraria, el FSE, que es el Fondo Social más dirigido al empleo y el FEDER, el de desarrollo regional para áreas que tienen niveles de riqueza inferior a la media. Pero también se suman últimamente los fondos para la recuperación de la crisis del coronavirus. Entre unos y otros, los fondos europeos suponen el 11,3% de los presupuestos que este año tiene la Junta para gastar, que en total ascienden a 12.431 millones. Es decir, que uno de cada diez euros viene de Bruselas.

El 3,6% del padrón. En Castilla-La Mancha la Unión Europea también hace su aportación demográfica. De los más de dos millones de castellano-manchegos empadronados hay un 3,6% que tienen la nacionalidad de alguno de los países que forman parte de la Unión Europea. Suman en total 74.061 habitantes, de los que la mayoría son rumanos, con una cifra que supera los 60.000, pero también hay 5.177 búlgaros, 2.663 italianos, 1.811 portugueses, 1.535 polacos, 973 franceses y 431 alemanes. 

En estos momentos hay más ciudadanos de otros países de la UEviviendo en Castilla-La Mancha que castellano-manchegos que hayan emigrado y estén ahora residiendo en alguno de esos 26 estados. Se calcula que hay 45.339 castellano-manchegos viviendo en el extranjero, de los cuales el 43,8% están en un país de la UE(son 19.875). El principal destino es Francia, con 10.472 castellano-manchegos, seguido de Alemania con 4.738, y Bélgica, con 1.688. Este último dato seguro que también tiene mucho que ver con la sede de las instituciones europeas. Además hay castellano-manchegos en Luxemburgo (209), en la República Checa (42), en Finlandia (86) o Grecia (117).

El 55,6% de los turistas extranjeros. Hay quien elige Castilla-La Mancha como destino para pasar unos días. Según la encuesta de ocupaciones hoteleras de 2021, hicieron 'noche' en la región 156.629 extranjeros, de los cuales más de la mitad venían de la UE. En concreto, fueron un total de 87.154 viajeros, que representan el 55,6% de los turistas internacionales. Destacan los turistas frances, con 24.870 viajeros, seguidos de los 13.892 que vinieron de Portugal, los 10.937 italianos y los 9.072 alemanes. También eligieron Castilla-La Mancha 5.664 neerlandeses, 5.225 belgas y 2.071 suecos. 

Además hay quien se muda de país pensando en los estudios. En la Universidad de Castilla-La Mancha contaron en el curso 2021-22 con 337 alumnos procedentes de la Unión Europea que llegaron con el programa Erasmus. Y fueron 431 los estudiantes de la UCLM que hicieron el trayecto a la inversa y se marcharon ese curso de Erasmus  a alguno de los países de la UE.