«Mis inicios están en la fotografía taurina popular»

Beatriz Palancar Ruiz
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Transformó su pasión por el mundo de los encierros en una profesión a través de la fotografía y, ahora, Rubén Albarrán 'Rudy' aprovecha su experiencia como corredor para imaginar y buscar las mejores instantáneas en Pamplona, Brihuega o Yunquera

Rubén Albarrán, este año, en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, que finalizaron el 14 de julio. - Foto: Eloy Alonso

Recién llegado de Pamplona tras cubrir como fotógrafo las fiestas de San Fermín, el yunquerano Rubén Albarrán 'Rudy' (Guadalajara, 1983) reflexiona sobre el momento que está viviendo el fotoperiodismo y relata cómo, de su afición taurina, nació su profesión. Un binomio que continúa y con el que se recrea, desde su experiencia como corredor, pensando en cómo será la mejor foto que puede obtener de un momento tan etéreo como el encuentro entre el toro y el hombre en un encierro. 

Define su profesión, la fotografía, como una pasión, ¿cuándo empezó  a despertarse ese interés?

Antes de ser fotógrafo taurino, soy aficionado. De hecho, yo corrí once años el encierro de Pamplona y, aquí, en Guadalajara, como hay mucha afición taurina, me compré una cámara y empecé a ir a los encierros con ella. Creo que fue en 2006 ó 2007, cuando me empecé a aficionar más, a participar y ganar concursos de fotografía, me animé a seguir y esos fueron mis inicios. En 2013, me di de alta de autónomo y hasta el día de hoy. He ido tocando bastantes palos pero mis inicios están en la fotografía taurina popular. 

Acaba de empezar el calendario de encierros, ¿recorre la provincia?

Hasta antes de la pandemia, sí, pero después he tenido dos niñas y dejé de hacerlo. Antes, lo hacía por afición y trabajo. Ahora, no voy a tantos encierros como antes porque no dispongo del mismo tiempo. 

¿Pero hay alguna cita especial a la que siga acudiendo?

Rubén Albarrán, este año, en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, que finalizaron el 14 de julio.Rubén Albarrán, este año, en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, que finalizaron el 14 de julio. - Foto: Eloy AlonsoSí, a Brihuega he seguido yendo salvo cuando no se ha celebrado por la pandemia. Me gusta mucho fotografiarlo porque es distinto al resto, más especial, tiene algunos paralelismos con Pamplona. Si le preguntas a cualquier corredor, te va a decir que es un poco similar, salvando las distancias, con el encierro de Pamplona. Por eso me gusta, es una pasada, con cuatro toros muy bien presentados, viene mucha gente de toda España. Si tengo que marcar alguna cita en el calendario es Brihuega y Yunquera, mi pueblo.

¿Cuántos años lleva acudiendo a Pamplona, primero como corredor, y luego como fotógrafo?

El primer año que fui, fue en el año 2000. Hasta 2011, estuve como corredor, y luego estuve un par de años que estuve haciendo fotos para mí y corriendo a la par, empecé a acreditarme. Y desde 2013, empecé a trabajar para el Diario de Navarra, para el que sigo trabajando actualmente, ya solo haciendo fotos. Salvo los años de pandemia, desde el 2000, he ido a Pamplona.

En el encierro, ¿en qué lugar le gusta posicionarse?

Te diría tres sitios. El primero la curva de Mercaderes con Estafeta que es donde más me representa una foto del encierro de Pamplona. También Santo Domingo, es un tramo muy rápido en el que suelen venir, casi siempre, cabestros abriendo pero es un tramo muy representativo de Pamplona. En él, encuentras gente de toda la vida allí, es más blanco, más puro. Y luego hay muchas fotos típicas en Estafeta. Pero si tuviera que elegir un tramo, sería la curva de Mercaderes y Estafeta. 

En este sitio reservado para los fotógrafos, ¿hay un lugar predilecto para captar las mejores imágenes?

Rubén Albarrán, este año, en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, que finalizaron el 14 de julio.Rubén Albarrán, este año, en las fiestas de San Fermín, en Pamplona, que finalizaron el 14 de julio. - Foto: Eloy AlonsoLa acreditación que tenemos para la curva es justo en el lugar en el que chocan los toros. Hay reservados diez puestos para los fotógrafos. Todos los días, hay un sorteo curioso porque se hace con una baraja de cartas. Se elige en función de la carta que te ha tocado, un puesto más pegado o más retirado de la pared. Yo nunca sé elegir si el mejor sitio es más pegado o más retirado de la pared. No te sabría decir si es mejor elegir el primero. Este año, me tocó dos días y un día elegí pegado a la pared y otro más separado.

Tras la pandemia, ¿ha incrementado la presencia de los profesionales de la fotografía en San Fermín?

Sí, este año, creo que habían incrementado un 20% el número de acreditaciones. Es un evento conocido internacionalmente y tiene mucho más que el encierro. 

Sin embargo, desde su experiencia, ¿cree que el actual modelo de encierro ha restado emoción?

Sí, en los últimos años, supongo que esto lo pensarán muchos aficionados y corredores, están un poco teledirigidos, son más aburridos, ya no hay la emoción que había hace diez o doce años. Desde el lado del aficionado y del corredor, como he sido, no quiero que pase nada, pero no tienen emoción. Fotográficamente, le falta algo de chispa a esos encierros y de emoción. No sé cuál es el motivo pero no son igual de emocionantes que antes. La tendencia es esta, encierros con los cabestros abriendo, rápidos y en los que no pasa nada. Es muy difícil obtener buenas fotos.

En este año, ha tenido la oportunidad de exponer sus fotografías en los corrales del gas, ¿ha sido difícil hacer una selección?

Todo surgió por una idea de Pablo Sánchez, el corralero que está allí trabajando vendiendo tickets para visitar los corrales del gas. Me propuso exponer fotografías y le dije que si lo hacíamos, lo hacíamos bien. Hablamos con la Meca (Casa de Misericordia de Pamplona), que son los que organizan la Feria, y les pareció bien. Hice una selección. Son 27 fotos porque son fotografías de los encierros que han corrido antes las ocho ganaderías que participaban este año. Hay tres fotos por ganadería. Eso me limitó un poco porque tenía fotos más bonitas pero no eran de esas ganaderías. Me tuve que ceñir a ese guión y las tres restantes, son del encerrillo y de los corrales. En la exposición, también había algunas fotos antiguas bonitas en blanco y negro. El año pasado, se hizo algo parecido pero, otro fotógrafo y yo, solo expusimos dos o tres fotos. Es la primera vez que se ha hecho un poco más serio. La exposición se abrió el 3 y cerró el día 13 julio. Ha pasado bastante gente. Estuve una tarde y vi que había 300 personas para ver los toros. 

¿Qué premios ha recibido por sus fotografías de ámbito taurino?

En San Sebastián de los Reyes, conseguí un segundo premio de un concurso que hacen allí. Este año, en Pamplona, obtuve un premio en el concurso que organiza la Asociación de Periodistas de Navarra de los doce tramos del encierro. Obtuve el premio a la mejor foto de la curva de Mercaderes con Estafeta con una fotografía del año pasado. De esos doce premios, entregan también un primer y segundo premio, que este año no he ganado, pero que en 2019 sí que gané. 

¿Es difícil componer una fotografía concreta en un encierro?

Es un momento muy rápido. Se valora la originalidad, que sea distinta. En este concurso de Pamplona, se pide, textualmente, la esencia de la fiesta. Básicamente, buscan una foto diferente y representativa. Es un momento muy rápido pero yo siempre trato de buscar algo distinto y diferente. No siempre sale bien pero cuando sale, te compensa.

Con el objetivo, ¿centra su atención en el toro o en el corredor?

Me gusta montar la foto antes de que pase. Como he sido corredor, me monto mi foto en la cabeza. A veces sale y, a veces, sale todo lo contrario. Me gusta mucho trastear con cámaras remotas, poner alguna en algún sitio que no se ha puesto. En Pamplona, eso es muy difícil porque, prácticamente, se ha hecho de todo ya, pero me gusta intentar hacer algo distinto a lo que se ha hecho. La típica foto desde Estafeta, no me llena, prefiero hacerla desde una cámara remota o cenital. Pero nunca se puede hacer todo lo que se quiere porque es una ciudad donde conozco gente pero no es mi pueblo, pero bueno, me busco la vida. 

En el mundo del fotoperiodismo taurino, ¿es difícil desarrollarse cubriendo eventos todo el año?

Hay fotógrafos que cubren ferias taurinas durante todo el año por toda la geografía española pero no es mi caso. He cubierto alguna vez Guadalajara capital, San Sebastián de los Reyes, Cuéllar, Ciudad Rodrigo. Pero no es un trabajo como el de Pamplona. Es la única oportunidad que tengo de documentar. 

¿Hay mucho intrusismo profesional en la fotografía taurina?

Sí, mucho. Todo el mundo tiene acceso a una cámara de fotos o un amigo que le puede colar en un callejón en una corrida de toros. Eso pasa hasta en Las Ventas.

¿Qué le parece que en un mundo en el que damos tanta importancia a la fotografía desde la explosión de las redes sociales se valore tan poco el trabajo profesional?

Creo que esto va a ir en decadencia. Ahora, con los móviles, puedes hacer una foto en un exterior, casi parecida a la de una cámara de fotos, y tenerla en el momento en una red social. Creo que esto, o cambia mucho la película, o en unos años, no sé si desaparecerá, pero está en decadencia total el fotoperiodismo. 

¿Cuál es la fotografía que tiene en mente para Brihuega?

No lo sé. Se me ocurren los días de antes. Ahora mismo, estoy un poco desconectando, pero desde el 12 o 13 de agosto ya estoy pensando. Hay veces que me he acercado antes allí, al terreno. Este año, ya tengo una idea en la cabeza para hacer una foto concreta del encierro de Brihuega, por la noche, cuando traen los toros, pero desconozco por dónde pasan y la luz, tendría que documentarme un poco. El año pasado, fui con una idea en la cabeza, la hice, la envié a un concurso que organiza ToroAlcarria en Guadalajara y gané el premio especial de Brihuega. No siempre sale pero a ver si este año sale igual. Es más complicada, pero hay que intentarlo.