Contra 'el feísmo' gallego

J. C. Rodríguez (EFE)
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El arte urbano llena las calles de las ciudades de esta región con el objetivo de reducir el urbanismo antiestético y de atraer turistas

Son numerosas las pinturas callejeras que pueden contemplarse por los rincones de todo el país. - Foto: Lavandeira Jr. (EFE)

Galicia se ha convertido en los últimos años en el paraíso del arte urbano. Las medianeras de edificios de ciudades como Lugo y Santiago de Compostela o villas como Ordes y Fene lucen vistosos murales que luchan contra el denominado feísmo, un urbanismo antiestético muy presente en el tejido urbano de esta comunidad, e intentar atraer a más turistas, debido a la gran calidad de las obras.

Muchas de estas medianeras son un lienzo en blanco, una oportunidad única para que artistas de todo el mundo plasmen su visión del mundo, convirtiendo las calles en improvisadas galerías de arte al aire libre, promovidas por festivales como Desordes Creativas, en Ordes (La Coruña), Urban Cores, en Lugo, Perla Mural Fest, en Fene (La Coruña) o Delas Fest, en Santiago de Compostela.

Un ejemplo de esta internacionalización es el pequeño municipio de Fene, que a pesar de contar con solo 12.000 habitantes tiene la particularidad de ser la única localidad en albergar dos murales catalogados como los mejores del mundo, según el portal Street Art Cities.

Así, al amparo del Perla Mural Fest, en agosto de 2023 el artista madrileño Hugo Lomas Sfhir recibió el encargo de un mural, que acabó por convertirse en el símbolo de esta urbe.

La violonchelista de Fene, una impresionante obra realista de una mujer tocando el violín, en homenaje a la música y a la Sala Perla de la localidad, se convirtió en el mejor mural del mundo de hace dos años.

El impacto fue tal que el pasado noviembre Correos emitió un sello de la serie Arte Urbano con la imagen de esta pintura, dando visibilidad a la obra y al pueblo.

Ahora bien, el idilio de Fene con el grafiti no acaba aquí, puesto que otra de las pinturas realizadas en el marco del festival, El charanguista andino del chileno Cristóbal Persona, se convirtió el año pasado en el mejor del mundo.

A pesar del galardón, Persona se considera a sí mismo un «principiante» y asegura que aún «tiene mucho que mejorar técnicamente» y también a la hora de «definir estilo y temáticas».

El creador latinoamericano, que comenzó a pintar en 2017 durante un viaje por varios países del cono sur, afirma que dibujar en grandes superficies le permite «compartir espontáneamente con las personas que transitan los lugares» y generar «una conversación» con la que se pueden «derribar prejuicios».

«Creo que lo más importante de pintar en la calle es tener algo que decir, aunque no esté construido como una idea o no se pueda explicar con palabras», asegura.

Localidades en alza

La creación de murales ha supuesto también un importante atractivo turístico para la ciudad de Lugo, que cuenta con carteles como el Julio César, del artista Diego As -también seleccionado como el mejor del mundo en 2022- o el de A Castrexa, de Manuel Pallín, que ya son dos referencias en la ciudad.

El reclamo es tal que las autoridades locales han detectado que cada vez son más los visitantes que se acercan para descubrir esta nueva forma de arte. «Los murales, al integrarse en la trama urbana, crean nuevos puntos de interés que complementan nuestro patrimonio histórico, generando rutas alternativas para descubrir Lugo desde otra perspectiva», explica el edil de Urbanismo, Jorge Bustos.

Además, desde la Corporación promueven rutas y paseos turísticos específicos que cada vez tienen «más demanda», al tiempo que promueven a los artistas para que realicen este tipo de creaciones en sus calles. El objetivo es mixto, por un lado realzar la urbe y por otro ahuyentar el conocido como feísimo gallego.