Incautados 40 kilos de níscalos gracias al aviso vecinal

Belén Monge Ranz
-

Ha sido en el pequeño municipio de Campisábalos, donde, como en otras muchas localidades del país, grupos o bandas de desaprensivos acuden cada año por estas fechas en busca de un manjar que da el bosque, sin que ni siquiera paguen el tique municipal

Níscalos incautados en Campisábalos

Llega el otoño, y con él la recolección de todo tipo de hongos de temporada. La presencia de una furgoneta y varios turismos con unas diez personas desconocidas, este miércoles, en el pequeño municipio de Campisábamos, puso rápidamente en alerta a sus escasos habitantes, que acto seguido decidieron avisar a los agentes de Medio Ambiente al sospechar lo que poco después ellos mismos les confirmarían, que se trataba de una banda de desaprensivos que venían a arrasar en monte en busca de níscalos y otros hongos.

En Campisábamos, como en otros muchos municipios de todo el territorio español, llevan años con su propia ordenanza reguladora para la recogida de hongos. Una ordenanza según la cual, cualquier persona de fuera podrá coger hasta un máximo de cinco kilos sacando un tique y pagando una pequeña cuota de cinco euros, pago del que están exentos los vecinos empadronados en el municipio. 

Tal y como nos confirman el alcalde, Javier del Palacio, y el teniente de alcalde,  José María Huete, los agentes de Medio Ambiente, gracias al aviso recibido del municipio, han conseguido incautar unos 40 kilos de níscalos en ocho cajas a un grupo de cuatro personas que iban en una furgoneta, habiendose dado a la fuga otros dos vehículos con sus ocupantes. 

Y aunque en la furgoneta no encontraron nada, poco después, los agentes daban con la mercancía, que se encontraba escondida en cestas en el pinar, donde han localizado unas ocho cajas, no descartando que hubiera más oculta en el entorno.  

"Seguramente este grupo ya no venga por aquí de nuevo, pero vendrán otros", afirma José María Huete, reconociendo que no es algo nuevo sino que suelen padecerlo cada año, aunque, en esta ocasión, los desaprensivos no han tenido suerte.

El hecho de contar con una ordenaza reguladora de la recogida de hongos no solo supone un ingreso añadido para muchos ayuntamientos sino que, además, les ayuda a llevar un mayor control de lo que da el monte y de lo que se recoge. En el caso de Campisábamos, hay más de 3000 hectáreas de monte público.

La presencia de cuadrillas de ciudadanos, especialmente rumanos, que cada año por estas fechas peinan el bosque practicando recolecciones extremadamente agresivas y no permitidas y sin pagar nada y sacar la autorización para ello, es una realidad a la que la Guardia Civil tiene que hacer frente especialmente en la temporada de otoño.