Pueblos bucólicos, lagos, volcanes, altas montañas, bosques, jardines, ríos, mar, arena... la naturaleza es el mejor escenario para dar a conocer el inmenso y rico patrimonio natural e inmaterial de los lugares que acogen esos festivales de pequeño formato con una cuidada programación musical en los municipios que luchan contra la despoblación. Las iniciativas parten, en algunos casos, por gentes con arraigo rural o incluso con voces de autor que han cautivado al público como Rozalén o Rodrigo Cuevas, aunque la misión sea la misma: reactivar la vida de estas zonas afectadas por la falta de habitantes.
Algunos enclaves apenas alcanzan el centenar en sus censos de residentes, pero buscan por unos días, generalmente en fin de semana, encontrarse con la gente y alzar la voz para compartir sus problemas territoriales y sociales derivados de la denominada España vaciada.
Los eventos pueden presumir de ambiente cercano y de estar libres de las aglomeraciones de los archiconocidos macrofestivales, aunque algunos ya están cogiendo tanta fama que congregan a miles de seguidores. Hay carteles cargados de bandas y cantantes cotizados y consagrados a nivel nacional e internacional, otros más sencillos con propuestas de voces autóctonas o talentos emergentes en pleno crecimiento, pero asistir a eventos de música en vivo se ha convertido en el plan predilecto del verano no solo para melómanos, sino también para la gente de a pie que busca una propuesta apta para todos los bolsillos (hay alguno que tiene carácter gratuito o benéfico para la causa por la que se organiza).
También aseguran desarrollarse en un entorno natural más cómodo y amable para todos, donde proponen crear experiencias relajadas, además de implementarse con medidas sostenibles para minimizar el impacto ambiental, publicitar la gastronomía y la cultura local e integrarlas en las experiencias inolvidables que vivirán los asistentes. Exposiciones, mercados de artesanías, zonas de acampada, juegos infantiles, actividades audiovisuales, literarias, pictóricas... son algunas de las actividades incluidas en la programación. En ocasiones, hay experiencias vinculadas con el territorio como escenarios en un mirador, conciertos en un catamarán, en una palloza o en un molino.
Los festivales son una buena excusa para conocer el lugar y los alrededores, además de poder generar puntos de encuentro y debate de cara a la necesidad de descentralizar el ocio y la cultura del país.
Estos eventos alternativos y castizos siempre procuran una íntima sintonía entre el pueblo, el público, organizadores y artistas.
Ahora solo hay que decidir la banda sonora que se quiere poner a los futuros recuerdos de este verano. ¡El buen rollo está asegurado!
OBSERVATORIO. Sentir el contacto con la Tierra Balboa
(El Bierzo, León) del 26 al 28 de junio
Se define a sí mismo como un referente de la España vaciada por crear una perfecta sintonía entre todos los elementos que forman parte del festival: organización, cantantes, pueblo y público. Sostenibilidad e inclusión en este amable entorno natural, en un ambiente joven e íntimo. Esta séptima edición apuesta una vez más por la música independiente: Animal Oculto, Barry B, PabloPablo, Verde Prato, Métrika, Ganges…. Es mucho más que un festival de música. Es el pueblo de Balboa, su paisaje, tradiciones y modos de vida de sus habitantes que juegan un papel crucial en el festival, que año tras año permite conectar un poco más con el valle y sus saberes.
TAGANANA. La excusa para disfrutar del bello paisaje
Anaga (Tenerife), 5 y 6 de julio
En pleno corazón de Anaga con una mezcla explosiva de música, arte, y un firme compromiso con la sostenibilidad, este festival celebra su quinto aniversario complementado con una extensa programación de artes escénicas, fotografía y mercadillo de productos de kilómetro cero. Este año lo encabeza Lichis&Due Country Cavalieri y Dactah Chado, que tendrá como escenarios principales el antiguo cine de San Andrés en el pueblo pesquero. Permite que la cultura llegue a todos los rincones, hasta los menos accesibles, para contribuir a que las bondades del entorno de Anaga tenga aún más vida.
UNA SEÑORA FIESTA. Propuesta rural y coqueta
Vegarrionda (Asturias) del 25 al 27 de julio
Una auténtica declaración de intenciones la apuesta del artista Rodrigo Cuevas para recuperar la zona rural de Asturias atrayendo a artistas de renombre a Vegarrionda, una localidad del concejo de Piloña en Asturias. Siempre hay algún descubrimiento musical en este festival con formato de romería en el prao, donde no faltan juegos tradicionales, instrumentos insólitos y comida. El compositor asturiano ha creado un evento en el que se entremezcla arte, cultura popular y música de primer nivel. Este 2025, además de degustar rica sidra y productos de la tierra, se podrá bailar, entre otros, al ritmo de Baiuca, Karmento, Ortiga y DJ Trapella.
BRIZNA. Apasionantes sonidos en un grato ambiente
Ayerbe (Huesca), 1 y 2 de agosto
Celebra su quinto aniversario con un nuevo enfoque y experiencias. Este festival que nació en plena pandemia, por iniciativa local, fue un reto que se afrontó con determinación. La música vino para quedarse y siempre es la protagonista, aunque esta vez, la organización quiere ir más allá y fortalecer la revolución cultural que impulsa Ayerbe (1.000 habitantes) y su entorno para hacer frente a la despoblación en el mundo rural. La entrada es libre, excepto a la fiesta de bienvenida en Fontaneta. Conciertos acústicos y música en vivo con Bestia Bebé, La Dame Blanche, La Milagrosa, Mister Kilombo... y ferias de artesanía, food trucks y una pista de autos de choque.
LETURALMA. El evento más 'bonico' no deja de crecer
Letur (Albacete) del 17 al 19 de julio
Siempre ha puesto voz a los derechos de las minorías y comunidades más desfavorecidas, Rozalén fue la encargada de promocionar este festival en su natal Letur, en la Sierra del Segura. Ella misma se subirá de nuevo al escenario, siempre acompañada por Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos en su apuesta por un espectáculo inclusivo y dirigido a todo el mundo. Letur, el festival más bonico del verano, vuelve a recibir con los brazos abiertos a la gente y cuenta en esta octava edición con un cartel increíble: Dani Fernández, Víctor Manuel, El Drogas, Los Zigarros... además de un sinfín de actividades como teatro infantil, talleres, mercadillo, animeros.
SINSAL. El secreto escondido en la isla 'desierta'
San Simón (Pontevedra) del 25 al 27 de julio
La historia de este festival se remonta hace más de 12 años y se caracteriza por una identidad sonora ajena a las habituales etiquetas musicales. Es un encuentro singular y especial, cuyo cartel no se desvela hasta que el público desembarca en la isla de San Simón, situada en el corazón de las Rías Baixas gallegas. Este año cumple su 23 edición y busca dar visibilidad a artistas emergentes de la tierra, pero también internacional, habitualmente de Portugal, aunque también procedentes de África, Asia, América y Europa. Esta isla-archipiélago es una joya desde el punto de vista ambiental e histórico en el que se dan a conocer algunas rutas, memoria y patrimonio.
SIERRA SONORA. Una pintoresca movida
Viniegra de Abajo (La Rioja) del 7 al 10 de agosto
Es un movimiento social. La música, el cine, el arte contemporáneo y la fotografía han encontrado refugio en Viniegra de Abajo, un pueblo donde la belleza del paisaje, enclavado en una sierra a caballo entre La Rioja, Burgos y Soria. En cada estación del año, esta aldea que baña el río Urbión acaba con el silencio y mantiene vivas las tradiciones y culturas con propuestas modernas y alternativas. Disfrutar de la cultura no es solo su objetivo. El entorno y la gastronomía tienen un papel fundamental, así invita a pasear por escenarios que van desde el parque del Alto Najerilla, el pantano de Mansilla, Viniegra de Arriba, Brieva de Cameros, Valvanera, Villavelayo y Anguiano.
PEÑA RUBIA SOUND. Para sentirse en casa
Casas Bajas (Valencia) del 4 al 7 de agosto
De la mano del Ayuntamiento y la Comisión de Fiestas de Casas Bajas (Valencia) nació este evento el pasado año con un claro objetivo: apostar por dinamizar el municipio a través de iniciativas musicales y culturales en todas sus vertientes, especialmente en el rock y punk. Rodeado por montañas, bosques y paisajes espectaculares, este rincón valenciano con 170 vecinos es el lugar ideal para los amantes de la naturaleza. Desde lo alto de sus colinas se pueden observar vistas panorámicas del lugar. La gastronomía es otro punto fuerte con platos regionales y la hospitalidad de sus habitantes. Es la perfecta mezcla de tranquilidad con la pasión por la música.