El Centro Municipal Integrado (CMI) de Guadalajara capital acogió ayer el segundo saloncito del Manga con una gran asistencia de público, sobre todo de jóvenes, que participaron en los concursos de karaoke, dibujo y de cosplay que se refiere al disfraz de las versiones animadas (anime) de los personajes de este género literario japonés.
Como ha quedado reflejado en estas pocas líneas, el Manga tiene su propio lenguaje y características. Quizá eso sea lo que más engancha a unos jóvenes lectores, preadolescentes y adolescentes, a los que no les importa hasta invertir el modo de lectura al que están acostumbrados, para hacerlo de derecha a izquierda, porque se sienten identificados con las historias que descubren en estos cómic.
El origen de este saloncito pionero de Manga hay que buscarlo en la Biblioteca Municipal José Antonio Suárez de Puga, en plena pandemia, cuando tres jóvenes, Nadia, Alma y Dídac se acercaron un día disfrazados de anime para preguntar si había ejemplares o un club de lectura de este género literario de ficción japonesa.
Un grupo de 15 jóvenes participan en los talleres gratuitos de dibujo y multidisciplinar de Manga de la Biblioteca Municipal. - Foto: Javier Pozo«Nos quedamos con mucha curiosidad. En mi caso, no conocía mucho de este mundo, mis compañeras sí que lo conocían mucho más, y nos contaron que se reunían porque son como una comunidad. Valoramos apostar por ello y hacer una compra de una buena colección de títulos, porque teníamos muy poco. Era lo que nos pidieron ellos y lo que demandaban», cuenta Concha Carlavilla, coordinadora del centro bibliotecario, quien alude a la importancia que le da todo el personal a estar atentos a las nuevas demandas de cualquier usuario pero, mucho más, a los de los más jóvenes.
«Nos dimos cuenta que es un mundo de mucha gente joven y que nos interesan muchísimo los jóvenes y los adolescentes porque son el futuro y creemos que tienen que tener un espacio. Tenemos que estar alerta para saber cuáles son sus gustos y lo que les apetece hacer, por mucho que nos empeñemos en hacer talleres de otro tipo, si eso no les llega, hay que ver otras opciones que demandan ellos. Una biblioteca no puede ir a contrapié de la sociedad, tiene que ir en paralelo, incluso anticipándose. Las bibliotecas tienen que ser universales en el concepto más amplio de la palabra», explica Carlavilla, quien reconoce que muchos llegan a estas lecturas animados por otros iguales, compañeros de clase o amigos, que «vienen y se llevan muchos ejemplares, y porque no se pueden llevar más, porque se lo leen muy rápido. Es verdad que tiene esa lectura de derecha a izquierda, pero se lo leen con gran facilidad. La mayoría de los títulos son sagas. Quizá hay pequeños héroes o antihéroes con los que se sienten identificados, hay historias de una temática amorosa o de aventura, de fantasía, que les gustaría imaginar o tener una experiencia así. Se sienten identificados y nos parece genial».
Y la Biblioteca Municipal José Antonio Suárez de Puga se hizo cómplice y fue un paso más allá buscando, con la asesoría de una conocida tienda de cómics de la capital, a colaboradores que les permitieran impartir talleres relacionados con el Manga para atraer a más público. Así nacieron los cursos gratuitos de dibujo y multidisciplinar de este género de cómic.
Un grupo de 15 jóvenes participan en los talleres gratuitos de dibujo y multidisciplinar de Manga de la Biblioteca Municipal. - Foto: Javier PozoFrancisco Maldonado es dibujante profesional y el profesor encargado del taller de dibujo, al que acuden alumnos de entre 13 y 14 años, este año en su mayoría chicas, con los que se siente muy identificado: «Llevo disfrutando del Manga y sus versiones animadas (anime) desde crío así que, aunque en su momento no me decantase por profesionalizarme en dicho estilo, creo que mi trabajo como dibujante de cómics me ha permitido encontrar los elementos comunes que el Manga tiene con otros tipos de cómic».
Las clases, como relata el profesor, son «enteramente prácticas» y buscan guiar personalmente a los alumnos a través del concepto de «narrativa gráfica y el dibujo aplicado a esta». «Son chavales con inmensas ganas de aprender y mucha sensibilidad artística», por eso, Maldonado considera que esta iniciativa de carácter público debería potenciarse más ampliando «estos talleres ya que parece ser que hay bastante demanda», con lista de espera. «Creo que las administraciones públicas son una excelente vía para atender las necesidades artísticas de los jóvenes», así como que «el cómic y el dibujo son cultura e invertir en cultura desde lo público es invertir en un futuro mejor», explica este profesional del dibujo.
Para él buscar una explicación a este gusto creciente por el cómic japonés entre los jóvenes es sencillo porque considera que «el Manga posee un atractivo gráfico y trata unas temáticas que han logrado conectar con el público joven más que otros tipos de cómic, más incluso que los conocidos superhéroes norteamericanos (Marvel, DC)» pero además este profesional cree que también ayuda «lo asequibles que son los mangas económicamente. Tomos que por unos nueve euros ofrecen unas 200 páginas, mientras que otros tipos de cómic disponibles en nuestro país, como los mencionados superhéroes norteamericanos, los álbumes europeos o, sin ir más lejos, nuestro cómic autóctono, suelen tener un precio bastante más elevado y, por tanto, poco alentador para los bolsillos de nuestros jóvenes», argumenta Francisco Maldonado.
Un grupo de 15 jóvenes participan en los talleres gratuitos de dibujo y multidisciplinar de Manga de la Biblioteca Municipal. - Foto: Javier PozoDesde luego, la experiencia no puede ser más positiva para Pablo, Dídac, Noa, Carla, Quique, Samuel, Aitor, Luciana Raphaela, Logan, Nuria, Alejandra, Manuel, Juan, Nadia y Alma, que en encuentran en la biblioteca su lugar en el mundo.
Cultura japonesa
Una de las novedades que presentó el segundo saloncito del Manga fue la masterclass que impartió un profesor de japonés afincado en Guadalajara, Antonio Gutiérrez, que transmitió cuál era el origen de la escritura en Japón, cómo llegó allí desde China, pasando por Corea, y de sus muchas transformaciones hasta desembocar en los trazos actuales.
Un grupo de 15 jóvenes participan en los talleres gratuitos de dibujo y multidisciplinar de Manga de la Biblioteca Municipal. - Foto: Javier PozoAntonio Gutiérrez, que empezó a estudiar japonés en 2010 cuando era alumno de Bachillerato y que estudió un Grado de Estudios de África y Asia con japonés, considera que esta cultura oriental es «algo desconocida en Guadalajara porque no hay tanto interés por el mundo japonés ni por el idioma. Desde que vine de Tokio en 2016 hasta ahora, llevo dando clases de japonés y no ha habido tanta demanda». No obstante, ve similitudes entre los adolescentes de hoy en día y su propia experiencia por lo que esta realidad podría revertirse en unos años.
«Lo que me llevó hasta ahí, fue un manga, bueno, un anime. Un samurai. Me compré un libro de historia para hacer una comprobación entre lo que decía el anime y la historia. A partir de ahí, empecé a interesarme más por la cultura japonesa», narra Antonio Gutiérrez, quien estima que la atracción de los jóvenes por el Manga estaría en «la diferencia. Lo ven exótico, raro, diferente a lo que ven en el día a día. Quieren saber y comportarse como ellos. Se disfrazan y cantan. Con el boom de las redes sociales y los vídeos virales ha ido a más».
En cuanto a los padres, desde la Biblioteca Municipal se recomienda apoyo y comprensión hacia sus hijos por el mundo que están descubriendo: «Que le escuche, que le respete, que le anime, que le apoye, que le dé mucha importancia porque del Manga se puede pasar después a la literatura más clásica y a otro tipo de lectura que requiere más atención, más paciencia, que está junto a la estantería del Manga y que es el paso siguiente», declara Concha Carlavilla que recuerda que esta biblioteca, a pesar de su juventud, porque solo tiene cinco años, «está abierta a demandas o propuestas. Somos sus cómplices, que vengan a experimentarlo», invita la coordinadora.
Un grupo de 15 jóvenes participan en los talleres gratuitos de dibujo y multidisciplinar de Manga de la Biblioteca Municipal. - Foto: Javier PozoEspíritus inquietos que se identifican con los 'anime'
Esta semana, los alumnos de los talleres de Manga han estado preparándose para participar en el saloncito. En el caso de los primeros, por partida doble, ya que lo hicieron con una lectura dramatizada de un cómic de su profesor, Francisco Maldonado, titulado 'Buffalo Bill y el último dragón' a petición de ellos, y, además, en el concurso de dibujo porque el ganador ilustraría el cartel del saloncito de 2024 como Marco Tadeo Tey lo ha hecho este año. «Vamos aprendiendo lo que sería a hacer un cómic, las posiciones del cuerpo, dinamismo, expresiones», comenta Manuel que, como sus compañeros, disfruta del Manga a través de la lectura y del dibujo. En el caso del taller multidisciplinar, los jóvenes se preparaban para poner en escena un fragmento de la serie protagonizada por Naruto, y muchos de ellos, adelantaban algunos de los disfraces que pensaban lucir para el concurso de cosplay, como Dídac de Aiden Pearce del juego 'Watch dogs', Carla de Hinata Hy?ga de Naruto o Noa de Shinobu Kocho de la serie 'Kimetsu no Yaiba'. Su lectura es tan ávida que no pueden parar de leer. «Yo uso hasta el carné de mi hermano pequeño de dos años», confiesa Samuel.