'Salvados' bate su récord de audiencia con Page

LT / EP
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La entrevista al presidente de Castilla-La Mancha obtuvo un 8,9% de audiencia, 65.000 espectadores. Page pronosticó que la legislatura no durará 4 años y confesó que intentó convencer a su hermano de que "aguantara" antes de darse de baja del PSOE

'Salvados' bate su récord de audiencia con Page

La entrevista en la noche de ayer a Emiliano García-Page en el programa 'Salvados' de la Sexta acumuló 65.000 espectadores, en lo que es el mejor registro de ese espacio en lo que va de temporada, con un 8,9% de la audiencia.

El formato de entrevista, interrogado por personas que no coincidían en las posturas de García-Page (un socialista sanchista, simpatizantes del PP, una independentista y dos personas de Podemos y Sumar) despertó el interés de la audiencia en una noche en la que el programa debía competir con el fútbol, ya que a la misma hora se emitía un Barcelona-Atlético de Madrid.

La audiencia del programa de Page superó el anterior mejor registro del programa, curiosamente otra pieza con idéntico formato pero distinto protagonista. En aquella ocasión fue el líder independentista Oriol Junqueras. El presidente de Esquerra Republicana de Cataluña acumuló un 6% de audiencia, unas 43.000 personas, muy por debajo de los registros de ayer del presidente de Castilla-La Mancha.

LA LEGISLATURA NO DURARÁ CUATRO AÑOS. Durante el programa, García-Page ha expresado que tiene "muchas dudas" de que la legislatura que acaba de comenzar en el Congreso de los Diputados dure cuatro años, y también se ha mostrado "muy escéptico" con que la futura amnistía pueda ayudar a la reconciliación.

Page ha referido sus dudas respecto a la legislatura, considerando que en ella ve "dos momentos distintos", una parte de ella la sitúa "hasta que Puigdemont pase por La Junquera, tranquilamente. Hasta ahí ya ha habido una legislatura", ha interpretado, y la otra "cuando ya esté" aquí.

En este contexto, ha asumido que para el PSOE "plantear la amnistía y hacer que quepa en la Constitución es un peaje político" y ha criticado que la amnistía "se hace porque lo exige Puigdemont", aunque, a su juicio, "el derecho a decidir no puede arrogárselo solo una parte".

Ha trasladado también sus dudas respecto de que la amnistía traiga la reconciliación, porque hay "tres cosas que no se pueden mezclar", que los que se van a beneficiar de ella "dicen que volverán a las andadas", que los mismos que se van a beneficiar de ella "son los que se votan a sí mismos" y que la amnistía fue declarada por el Gobierno de España como "inconstitucional", porque cuando se abordaron los indultos "no cabía en la Constitución".

 

 

El presidente de Castilla-La Mancha, que ha desvelado que intentó convencer a su hermano gemelo Javier --que se dio de baja como militante por sus discrepancias sobre la amnistía-- de que "aguantara un poco más", ha hablado sobre la consulta que realizó el partido a la militancia, para reconocer que él se mostró a favor del pacto con Sumar y también con el de Podemos --"que era un poco más duro"--, pero "no" a favor del pacto con Junts o ERC, tachando de "pregunta placebo" la que se planteó.

En cuanto al expresidente catalán Carles Puigdemont, ha reconocido que no le perdonaría lo que hizo, pues "el perdón católico requiere confesión del pecado, propósito de enmienda y contrición" y "a estas alturas ese perdón como tal no sería válido", asumiendo que Puigdemont "es el culpable de donde estamos, él es el desencadenante de los acontecimientos que provocaron el 155 y la intervención constitucional".

Emiliano García-Page ha reconocido que, aunque no hubiera preferido ir a nuevas elecciones, "no lo temía", opinando que desde el primer minuto debió de mantenerse una "posición negociadora más dura". "Lo razonable es ponérselo difícil a los independentistas, si desde el primer día nos empeñamos en dejar claro que íbamos a gobernar al precio que fuera, el precio subía", ha censurado.