La lucha para no perder el medio rural

EFE
-

Creador del programa 'Fogones tradicionales' en Canal Cocina, Eugenio Monesma ha filmado más de 3.000 reportajes con los que ha dado vida y movimiento a una España que se vacía

Monesma aborda la despoblación y la situación de desatención por parte de las instituciones. - Foto: EFE

En el año 1979, Eugenio Monesma (Huesca, 70 años) compró una cámara Súper 8 para grabar las tradiciones de su entorno y, desde entonces, ha filmado más de 3.000 documentales con los que ha dado vida y movimiento en el registro visual a una España que, desde entonces, se ha vaciado cada vez más.

Con más de un millón de suscriptores en YouTube, 34.000 seguidores en Twitter, el programa Fogones tradicionales, que se emite en Canal Cocina y varios documentales realizados para Televisión Española, el éxito de Monesma reside tanto en el entorno digital como en el analógico.

Se inició en el mundo del registro visual con el propósito de dejar constancia sobre los oficios y costumbres del medio rural, una intención avivada por el entorno en el que creció, Huesca, rodeado de pequeños pueblos y naturaleza, cuenta en una entrevista.

A principios de la década de los 80 recuerda que utilizaba una cámara Súper 8, y que con el tiempo se «profesionalizó», e incluso llegó a formar parte del Instituto Aragonés de Antropología, donde allí le ayudaron con la información y el bagaje para realizar dichos reportajes.

Tras dar sus primeros pasos, el documentalista observó el interés tanto del público como de los propios vecinos, suscitado por el archivo gráfico de unas profesiones que, durante estos años, ya vislumbraban su paulatina desaparición.

La curiosidad y el interés le han llevado a grabar quehaceres artesanos que ahora ya han desaparecido y, gracias a sus registros, permanecen en la memoria histórica y visual de los pueblos.

Uno de los últimos trabajos que ha publicado trata sobre las piedras especiales para afilar, y en él habla con el último productor de estas piedras naturales.

También ha realizado trabajos sobre cómo se construyen las ruedas de los carros de forma artesanal y, además, cómo se monta la caja para un carro, y ha filmado cómo se prepara una carbonera y la transformación de la leña en carbón vegetal, todo ello, con el testimonio del carbonero y el proceso paso a paso.

Falta de relevo

De forma indirecta, en sus documentales habla sobre el problema de la despoblación, la falta de relevo generacional y la situación de «desatención» por parte de las instituciones que viven muchos pueblos en los entornos rurales. «Hay un abandono total del medio», denuncia Monesma con la confianza y seguridad que le ofrecen los más de 40 años que abarca a sus espaldas este documentalista etnógrafo por toda la España rural.

Reconoce que muchas de las labores que se hacen en estos entornos no son «imprescindibles», ya que la modernización en la agricultura y la ganadería ha traído avances en cuando a, por ejemplo, maquinaría agrícola, lo que ha desplazado estas labores.

No obstante, la necesidad de grabar y dejar constancia sobre la realidad de estos pueblos sigue siendo importante a la hora de construir la identidad del entorno y poner en valor el medio rural.

Después de todos los años que Monesma lleva filmando oficios, ahora se encuentra con «jóvenes y mayores» que están retomando las actividades que hacían antes en sus pueblos, y también las graba.

El documentalista pone como ejemplo a un grupo de hombres que han ganado un premio de la provincia de Toledo gracias a la restauración del tejado de la iglesia de la Ermita de Nuestra Señora de las Nieves en Ochagavía, en Irati, con 7.000 tablillas de madera.

Casos como ese, que ahora también graba y documenta como parte de la historia de estos oficios, ponen sobre la mesa la capacidad de traer a la actualidad trabajos del pasado para revitalizar la comunidad en algunos entornos rurales.

Tras todo este trabajo, una de las cosas que le sorprende sobre la acogida que ha tenido en las redes sociales es la atención por parte de los jóvenes, pues cuando comenzó este camino en el mundo digital, Monesma pensó que llamaría el interés, sobre todo, de personas mayores.

«Hay mucha gente joven que me felicita a través de las redes por el trabajo de los documentales», celebra Eugenio Monesma con los próximos trabajos ya preparados, y para quién, ni la despoblación rural ni la desaparición de muchos oficios son obstáculo para seguir grabando la memoria de la España menos poblada.