El sector olivarero constata la mejoría de precios

M Lillo
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Organizaciones agrarias y cooperativas dan por superada la difícil situación que atravesaba desde 2018 tras incrementar su precio y aumentar las exportaciones

El sector olivarero constata la mejoría de precios - Foto: Fotos Rueda Villaverde

Por fin buenas noticias para el sector del aceite de oliva, que levanta cabeza después de unos años negros marcados por una fuerte bajada de precios, inexplicable para el sector. Ahora, tras tres años de «atonía» en los mercados, el sector da por «superada la crisis» que ha vivido. Así lo pusieron de manifiesto a este diario tanto desde las organizaciones agrarias Asaja y UPA como desde Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha. 

El ritmo de exportaciones se ha incrementado y ha cogido vuelo hasta alcanzar un nuevo récord de salida al mercado en el mes de abril, con 135.000 toneladas de aceite de oliva de venta al exterior y con un precio que, ahora sí, ofrece «rentabilidad» a los agricultores. «No pedimos mucho, sólo poder vivir de lo que trabajamos», afirmó a este diario el responsable de la Sectorial del Aceite de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla-La Mancha, Gregorio Gómez, quien comentó que el virgen extra puede rondar ahora entre los 3,35 y los 3,45 euros el kilo, el virgen en torno a los 3,15 y los 3,20 euros y el lampante en torno a tres.

«Hemos estado por debajo de los dos euros mucho tiempo», detalló el secretario regional de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Julián Morcillo, quien recordó que el coste de producción para los agricultores ronda los 2,5-2,6 euros el kilo en el olivar tradicional, el mayoritario en la provincia, dependiendo de la mayor o menor introducción de la mecanización.  

El sector celebra ahora que los precios «cubren los costes de producción» y ponen fin a una situación que se hacía insoportable para los profesionales dedicados a este cultivo. «Ha cambiado el ciclo, en los mercados había una pesadumbre muy fuerte», recordó el gerente de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, Agustín Miranda. Una parálisis que el sector incluso ve complicado justificar, pero que ahora se ha roto y en la que considera que han influido dos factores: la desaparición de forma transitoria de los aranceles que imponía Estados Unidos por la venta de este producto, y el inicio del fin de la pandemia. Una luz al final del túnel que se está traduciendo en la reactivación del canal Horeca (Hoteles, restaurantes y cafeterías) y que «ha influenciado para que se produzca un incremento de las ventas de aceite», apostilló Miranda.  

La esperanza ahora del sector es que esta situación sea duradera, que se afiance la recuperación de los mercados y que los precios ganen «estabilidad». «Es un producto atractivo y no queremos que tenga esos picos de sierra», comentó Morcillo calificando como «ilógica» la situación de bajos precios que se vivía desde el año 2018. Por eso, ahora los olivareros se enfrentan a retos como el de seguir haciendo valer la calidad de este producto típico de la dieta mediterránea e impulsar la «venta directa» al consumidor, reduciendo así una cadena de intermediarios que también afecta al precio. 

peso del sector. Castilla-La Mancha es la segunda región productora de España, por detrás de Andalucía. «El olivar tiene mucha importancia en la región», ya que supone más de 400.000 hectáreas y cerca de 80.000 explotaciones, con «un porcentaje muy alto de olivar tradicional en comarcas históricas de la región que no sólo son un motor económico para esas comarcas, sino que tienen un componente medioambiental único», subrayó el representante regional de UPA. 

España es el principal productor de aceite de oliva del mundo, con alrededor de 1,4 millones de toneladas producidas en la campaña 2020/2021, algo más reducida que en otras ocasiones y que también se suma al descenso que experimentaron otros países productores. De cara a la campaña que viene aún es una incógnita la cosecha que se podría lograr aunque el campo teme que los daños que causó la borrasca Filomena en algunos olivares, principalmente de Toledo, pueda afectar a la producción.