La calidad lidera la vendimia de los vinos con DO Mondéjar

Belén Monge Ranz
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El presidente de la Denominación de Origen de estos caldos anuncia que van a pedir a la Junta un plan de reestructuración para reponer las viñas perdidas por la borrasca Filomena

La calidad lidera la vendimia de los vinos con DO Mondéjar - Foto: Javier Pozo

En la comarca mondejana todo está listo para empezar a vendimiar. La recogida de  las variedades más tempranas como la sauvignon blanc ya se ha realizado con una buena cosecha y hacia el 20 de septiembre arrancará la vendimia de la uva tinta. Este año será atípico por culpa de Filomena. La borrasca va a dejar una campaña «inferior» en producción. Sin embargo,  las últimas lluvias han venido de «perlas» a las viñas «para rematar bien sus racimos» y la calidad «excelente». Así lo declara el presidente de la Denominación de Origen (DO) Vinos de Mondéjar, José Luis Sánchez, para quien la diferencia de temperatura entre el día y la noche que se está registrando en la zona en las últimas semanas también está contribuyendo a la maduración de la uva. «Está endureciendo lo que es la madre, el forro de la uva», asevera. 

Sánchez estima que esta campaña será al menos un 10% inferior a la producción de 2020 debido a Filomena.

Apenas quedan ya en la comarca viñas de vaso o tradicionales. En los últimos años, se han ido transformando a viñas en espaldera, decisión en la que ha tenido muchísimo que ver la sustitución de la mano de obra por  las máquinas. Casi el 100% de la recogida de la uva se realiza ya con maquinaria. «El ahorro se ha multiplicado también por cuatro. No hay color», afirma el presidente de la DO. 

Pero aunque las previsiones son halagüeñas, Sánchez adelanta a La Tribuna que van a solicitar al Gobierno regional que se active un plan de reestructuración específico para reponer las viñas perdidas por la borrasca. «En Mondéjar nos hizo mucho daño, especialmente a en las zonas de vaguada», subraya.

Van a esperar hasta ver la evolución de las viñas en esta campaña pero calcula que hay «tocadas»al menos 80 hectáreas, y se atreve a cuantificar  las pérdidas en cerca del 10%. «No hay que precipitarse. Vamos a esperar a meter las máquinas en el campo para que la cuantificación sea más exacta», asevera tras incidir en que el daño ocasionado por esa gran nevada no se puede comparar con un pedrisco de primavera porque «se ha llevado por delante cepas enteras».