La vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitarios

Hilario L. Muñoz
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Encargadas del proceso de vacunación en la gerencia de Ciudad Real y Salud Pública explican el proceso desde que las dosis salen de los centros sanitarios hasta que se inoculan a los primeros grupos sanitarios

Profesionales del servicio de farmacia del Hospital General de Ciudad Real revisan las dosis que utilizarán los equipos en la jornada de trabajo. - Foto: Rueda Villaverde

Tras meses de lucha incansable y de agotamiento hay algo de luz en el trabajo que realizan los profesionales sanitarios. Desde la Navidad pasada, hace mes y medio, hay una serie de médicos y enfermeros que llevan a las residencias y espacios sanitarios algo de ilusión. Se trata de ilusión en forma de viales y de jeringuilla, con la esperanza de que en los próximos meses acabe la pandemia y con ella la pesadilla económica, sanitaria y social de los últimos meses.

El trabajo en un día de vacunación arranca en los centros sanitarios donde se encuentran las vacunas. Los equipos recogen mascarillas, por si son necesarias para las personas a vacunar, jeringuillas especialmente diseñadas para la vacuna y los viales donde se encuentran las dosis. Todo el equipo se lleva a unos vehículos que serán escoltados por las fuerzas de seguridad. Se trata de proteger el bien más preciado en tiempos de pandemia y, de hecho, habrá agentes durante toda la jornada, en los centros donde acuden los equipos de vacunación.

En el caso de Ciudad Real actualmente hay dos tipos de equipos funcionando. De una parte se encuentran los profesionales pertenecientes a la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real, que se ocupan de las residencias y de los centros sanitarios. De otra parte, están los profesionales de salud pública y que se ocupan de vacunar a aquellas personas que forman parte del grupo 1 de vacunación, pero que no forman parte de la gerencia, en concreto y, de momento, los profesionales de la sanidad que no pertenecen al Sescam, comenzando la pasada semana por el personal del hospital Quirónsalud de la capital ciudadrealeña.

La vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitariosLa vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitarios - Foto: Rueda Villaverde«Son dos objetivos distintos, por un lado, se inició la vacunación en los centros sanitarios de la gerencia», subdirectora de Enfermería del Área Integrada de Ciudad Real, Ana Isabel Romero, «por otro los profesionales sanitarios no Sescam». Los primeros se encuentran ya vacunando con la segunda dosis de Pfizer, en varios casos, y los segundos, están empleando la vacuna Moderna, que se aprobó después por la Unión Europea y llegó más tarde, para la vacunación de estos centros.

Para la vacunación se ha desarrollado un cronograma en el que se ha tenido en cuenta la dispersión de las personas a vacunar, ya que hay grandes y pequeñas residencias por todo el territorio, el objetivo era administrar la primera dosis en la quincena de enero, y ahora mismo se está terminando con la segunda dosis de residencias. «Dependiendo del número de dosis y de centros a vacunar han salido hasta tres equipos», señaló Romero, quien recordó que antes de tomar las dosis necesarias se solicita el número de residentes y el personal a vacunar para coger las dosis exactas que serán necesarias. La vacuna de Pfizer cuenta con seis dosis por vial y la de Moderna con diez, además tienen una logística diferente en cada caso, ya que la primera se conserva a 80 grados bajo cero, «ultracongelados», y es necesario añadir suero fisiológico para reconstituirla, por lo que se llevan en unas neveras con control de temperatura, y la segunda a 20 grados, les basta solo que esté a temperatura ambiente para utilizarla. De este modo solo se utilizan aquellos que serán necesarios en ese día. Otra diferencia es que la de Pfizer inocula 0,3 milímetros y la de Moderna 0,5 milímetros. La última es la segunda dosis que se debe poner a partir del día 21 de la primera en el caso de Pfizer; mientras en Moderna es una semana más, en el día 28.

«Antes de iniciar lo que ha sido la campaña de vacunación en centros sociosanitarios se les ha dado la ficha técnica y se han familiarizado con la jeringa, porque el émbolo hace que la cantidad de dosis que se puede perder en espacios muertos de la jeringa se minimiza al máximo», comentó Romero. De este modo, los profesionales que llevan tiempo se han convertido en «expertos» y «han servido de formación para el otro equipo que vacuna en centros sociosanitarios». «Hay un enfermero de atención primaria que lidera el equipo, por la amplia experiencia que tiene y porque está acostumbrado al registro en Turriano y el proceso de vacunación». Hay que tener en cuenta que Turriano, el sistema informático del Sescam, es clave en el proceso, ya que permite introducir los datos completos de la persona vacunada en el sistema y conocer aspectos sanitarios y administrativos de ella. De este modo se evita que haya personas que no le corresponde que se vacunen, ya que cada persona a la que se le administra una dosis queda reflejado en el sistema centralizado del Sescam, con todos los datos tanto el grupo de riesgo como la fecha y la hora a la que se le pone la vacuna.

La vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitariosLa vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitarios - Foto: Rueda VillaverdeLa subdirectora de Enfermería recordó que la vacunación supone «una tabla de salvación» para los centros sociosanitarios. Hay que tener en cuenta que la vacunación ha comenzado en espacios donde los residentes llevan meses cerrados, sin ver a sus familiares y en los que los profesionales han tenido que cambiar su metodología de trabajo y de turnos para evitar los famosos brotes. La situación ha hecho que haya un rechazo «residual» a la vacuna y, de hecho, si había personas que la habían rechazado cuando los equipos acudieron con la primera dosis al llegar con la segunda «han preguntado si podían incorporarse a la vacunación», algo que es posible. «Lo más gratificante de esta labor es que podamos ayudar a recuperar la normalidad en estos centros».

Con el tiempo esta situación de escasez de vacunas irá cambiando a un momento en que habrá varias inoculándose a la vez y con más equipos funcionando. «No solo estamos al inicio por el número de preparados sino porque estamos abordando el primer colectivo, grupos muy reducidos, y cuando lleguen otros preparados». Cuando lleguen las próximas marcas y haya más dosis la logística implicará cambios en la distribución de dosis y en el desarrollo de estas jornadas de vacunación por la provincia.

entrevista y vacuna. Antes de la vacunación, cada persona que ha manifestado su intención de protegerse frente al coronavirus debe firmar un consentimiento y pasar una corta consulta médica. «Se le hace una entrevista con una serie de preguntas para saber si tiene alguna contraindicación para vacunarse», comentó la responsable de Salud Pública en la provincia, Pilar Montalbán, encargada de ese grupo de sanitarios que irán a espacios sanitarios que no son del Sescam. Si se le puede vacunar se le entrega un documento con la fecha de vacunación, lote y la segunda dosis. «Hemos comenzado por los centros con internamiento y se seguirá por el resto de servicios como clínicas o servicios municipales que atienden a dependientes».

La vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitariosLa vacuna avanza al inocular la de Moderna a sanitarios - Foto: Rueda VillaverdeMontalbán recuerda que hay «una capacidad enorme de vacunación», pero el ritmo al que se inocula depende de la llegada de las dosis, y pone el ejemplo de la gripe cuando se ponen «miles y miles de dosis». «Estamos organizados para poner todas las vacunas que vengan y más», dijo Montalbán, quien recuerda que en el primer día de vacunación se sintió el agradecimiento de los sanitarios que recibían la primera dosis de vacunas.  

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Con el vehículo cargado con las mascarillas y las jeringuillas, el equipo sale con las vacunas, escotado por la Policía Nacional.
Con el vehículo cargado con las mascarillas y las jeringuillas, el equipo sale con las vacunas, escotado por la Policía Nacional. - Foto: Rueda Villaverde
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Para esta médica del servicio de prevención resulta importante que «en menos de un año se esté vacunando» de una nueva enfermedad. Se trata de «un hito» que se coge con «esperanza e ilusión, porque la vacuna es la única solución para la pandemia, ya que todas las restricciones no sirven si no lo hacemos todos». Montalbán apuntó que hay una mezcla de sensaciones en el ámbito sanitario porque «hay ilusión y ganas de que vengan más vacunas», así como «emoción al ver a los compañeros que se han sacrificado y los internos de las residencias vacunándose», pero también hay «pena por todas aquellas personas que se han quedado en el camino y no hemos podido vacunar».