Jornada de optimismo entre miles de historias

EFE
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Las medidas de seguridad vuelven a protagonizar el segundo Día del Libro que se celebra en pandemia, pero con buenas sensaciones ante el alza de lectores surgidos del confinamiento

Jornada de optimismo entre miles de historias - Foto: Marta Pérez

Los duros tiempos de coronavirus han traído consigo mucha creatividad literaria y más lectores que nunca, por lo que el sector del libro afronta su Día Internacional, coincidiendo con la festividad de Sant Jordi, con «optimismo» Y eso que es el segundo año en pandemia. Tras unos días en los que ya ha incrementado la afluencia de clientes en las librerías y la venta de ejemplares, se espera que la jornada de hoy sea «ordenada y cívica», siguiendo las recomendaciones de las autoridades.

Así lo indicaban el presidente de la Cambra del Llibre de Catalunya, Patrici Tixis, y la presidenta del Gremi de Llibreters, María Carme Ferrer, mientras que las responsables de las nuevas librerías Byron y Finestres, Mariana Sarries y Camila Enrich, respectivamente, lo corroboraban. Tixis destacó que desde el pasado fin de semana, la gente «está siendo muy responsable y ordenada, hay fluidez en los establecimientos y se están respetando las normas, algo que creemos que será también la tónica del día, en un Sant Jordi descentralizado y que se ha esponjado en el tiempo».

El editor mostraba su satisfacción por la respuesta obtenida y no descartó que en próximos años se siga optando por una fórmula que permita un Sant Jordi de varios días.

Respecto a los preparativos de las zonas perimetradas de las grandes ciudades -solo en Barcelona habrá 11 en diferentes zonas- precisó que están a punto para que las librerías expongan sus libros y los escritores, en otras casetas, firmen ejemplares.

Tixis agregó que hay muchas ganas de poder celebrar esta fiesta «con el espíritu de otros años, después de meses muy difíciles, aunque es evidente que los lectores no podrán hacerse fotografías con los escritores, como otras veces, pero podremos revivir el Sant Jordi», después de que en abril de 2020 fuera imposible y se trasladara la celebración al 23 de julio.

La presidenta del Gremi de Llibreters, María Carme Ferrer, mientras despedía a un cliente y esperaba atender a otro, indicaba que «todo el mundo que viene desde hace días tiene ganas de comprar un libro o de regalar otros, después de que con el confinamiento muchos hayan vuelto al hábito de la lectura».

En este punto, desveló que «hablamos con gente que nos dice que antes no leía y que gracias a tener que estar en casa por la pandemia han descubierto este placer».

La secretaria gerente del gremio, Marià Marín, precisó que con los últimos datos de los que disponían «está yendo todo muy bien, con un incremento de ventas superior a otros años, y sin que, por el momento, haya habido ninguna incidencia, porque el comportamiento ha sido muy cívico».

Ritmo creciente

La directora de la librería Byron, Mariana Sarries, también coincidía en que «hace ya días que se nota en el ambiente este espejismo de normalidad y de que todos tenemos ganas de fiesta». Con la librería abierta desde hace cuatro meses en el Eixample barcelonés, la librera afirmó que hay muchos clientes que se han anticipado en las compras porque no quieren hacer colas el día de Sant Jordi. «Ha empezado la fiesta», concluye.

Para una de las responsables de la también nueva librería Finestres, Camila Enrich, todos los artífices de este nuevo centro cultural están con «mucha ilusión, por ser el primer Sant Jordi y por ver la luz del final de la pandemia», con «muchísima gente» que ya ha querido descubrir lo que esconden sus anaqueles. Los autores firmarán en el patio que hay al final del establecimiento, porque «queremos que los lectores entren en el maravilloso espacio que hemos abierto, donde mantenemos las limitaciones de aforo».