La Ilustración Española y Americana

Plácido Ballesteros
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Bibliotheca guadalaiarensis vetus

La Ilustración Española y Americana

Concluido el repaso de los artículos referidos a Guadalajara incluidos en el Boletín de la Sociedad Española de Excursiones la semana pasada, iniciamos hoy una nueva serie de entregas. En ellas iré dando cuenta de las noticias recogidas sobre nuestra provincia en La Ilustración Española y Americana, publicación que tuvo una larga vida, pues apareció el 25 de diciembre de 1869 y publicó su último número el 30 de diciembre de 2021.

He de confesar que la elección de esta revista para incorporarla a mi Bibliotheca guadalairensis vetus tuvo algo de casualidad. Hace unos meses, reorganizando las obras que formaron parte de la biblioteca del abuelo Vicente, maestro de profesión, llamaron mi atención varios volúmenes en gran formato de tapas rojas. Se trataba de algunos tomos de la colección de La Ilustración Española y Americana. En una entretenida hojeada de aquellos números, correspondientes a los primeros años del siglo XX, me encontré con un llamativo grabado de un Globo Cometa, en cuyo pie se informaba que formaba parte del equipamiento utilizado en unas maniobras por la Academia de Ingenieros Militares ubicada en Guadalajara. Dicha circunstancia me llevó a decidir que sería muy interesante realizar un vaciado de la colección completa para localizar todas las noticias referentes a Guadalajara. 

Hoy empezamos a ofrecer el resultado del recorrido por sus páginas. Pero primero creo necesario ofrecer algunos detalles generales sobre aquella revista.

El promotor y primer director de La Ilustración… fue Abelardo de Carlos y Almansa, quien, tras iniciar su carreta editora y periodística en su Cádiz natal, adquirió la revista El Museo universal, que se editaba en Madrid desde 1857. Era aquella cabecera el prototipo de la prensa pintoresca e ilustrada aparecida a lo largo del siglo XIX, según se desprende de su subtítulo: Periódico de Ciencias, Artes, Literatura, Industria y conocimientos útiles.

Una vez adquirido El Museo Universal, De Carlos, siguiendo el modelo de las grandes revistas ilustradas europeas del momento (Le Monde Illustré, de Francia, Illustrirte Zeitung, de Alemania, o La Illustrazione Italiana), decidió transformar aquella revista en un gran semanario de amenidades, que lo sería también por su formato (41,5 cm x 29 cm), al que tituló evidentemente La Ilustración Española y Americana. Como su propio nombre indica, su editor no pretendía limitar su difusión únicamente a España, sino alcanzar unas cuotas importantes de distribución en los diferentes países americanos, especialmente entre los de América Central y de Suramérica.

La publicación fue en sus primeros números semanal, pasando a partir de agosto de 1870 a tener fechas fijas de publicación: todos los días 8, 15, 22 y 30 de cada mes. La propuesta editorial era que sus números se encuadernaran en dos volúmenes anuales, de manera que los números de cada semestre se paginaban consecutivamente. Las tapas eran de color rojo, con estampaciones en negro y oro, lo que le confería una presentación elegante. Cada volumen se abría con una misma ilustración, realizada por el pintor Eduardo Rosales.

La Ilustración Española y Americana ha sido una de las cabeceras más estudiadas en la historia del periodismo español, por lo que es fácil ofrecer una primera aproximación tanto de su estructura como del importante elenco de colaboradores con los que contó a lo largo de su medio siglo de existencia. 

Veamos ambas cuestiones con cierto detalle. La publicación mantuvo a lo largo de toda su vida las mismas secciones: 

Portada. Dedicada generalmente a la noticia más importante de las que se ofrecían en cada número. Se ilustraba siempre de forma gráfica con una imagen.

Crónica general, denominada según las épocas también simplemente Crónica o Crónica contemporánea. En ella se incluía la información de acontecimientos de interés como sucesos, viajes regios, noticias internacionales, crónicas bélicas, necrologías, etc. Es decir, todas las noticias de actualidad del momento.

Nuestros grabados. Bajo dicho título se ofrecía en cada número información relativa a las noticias o a los personajes a los que aludían los grabados incluidos en el ejemplar, con indicación del autor de cada dibujo y el grabador.

Artículos de divulgación sobre temas culturales y científicos: de filosofía, historia, literatura, arte, biografías, botánica, zoología, física, química, astronomía o técnica etc.

Relatos literarios: narraciones de viajes, novelas cortas, poesías, etc. originales de autores de mucho prestigio, tanto vivos como clásicos.

Crítica de libros recibidos en la redacción.

Pasatiempos: jeroglíficos, problemas de ajedrez, etc.

Publicidad. Que no aparecía distribuida a lo largo de todo el ejemplar, sino toda junta, inserta en las últimas páginas y en la contraportada. 

En cuanto a los autores de los artículos, reportajes y colaboraciones escritas, se ha de señalar que contó con autores muy destacados como Mesonero Romanos, José Zorrilla, Emilio Castelar, Ramón Campoamor, Juan Valera, Pedro Antonio de Alarcón, Leopoldo Alas Clarín, Ángel Fernández de los Ríos, Francisca Sarasate, Manuel Fernández Cuesta, y Francisco Pi y Margall, entre otros muchos; y en su última época Valle Inclán, Emilia Pardo Bazán y Unamuno.

Además, fiel a su propio nombre, La Ilustración … prestó un especial cuidado a los grabados que incluía con profusión en todos sus números. Son auténticas obras de arte, trazados con un realismo y calidad excepcional, que pueden ser considerados auténticas instantáneas de toda una prolongada época histórica española.

Para la estampación de sus grabados utilizó la xilografía, introduciendo posteriormente la innovación en el empleo de la zincografía, como técnica que reemplazó la madera por el zinc. Luego, su primer fotograbado apareció pronto, el 2 de septiembre de 1883; y su primera fotografía en color (tricomía) el 22 de diciembre de 1888.

Como quiera que en los pies de los grabados de los dibujos y de las fotografías era norma expresar el nombre del autor, sabemos que en la Ilustración participaron los más destacados dibujante y grabadores de la segunda mitad del siglo XIX: Juan Comba (1852-1924), que puede ser considerado como el gran introductor del género artístico-informativo; Bernardo Rico y Ortega (1825-1894) y su hermano Martín (1833-1908); Arturo Carretero Sánchez (1852-1903); Tomás Carlos Capuz Alonso (1834-1899); Daniel Perea (1834-1909), del que aparecen cientos y cientos de retratos de reyes, militares, políticos, artistas, intelectuales, eclesiásticos, científicos o personajes de la alta nobleza; y José Luis Pellicer, enviado especial a diversos escenarios de la guerra carlista (1872-1876) y, posteriormente, a la guerra ruso-turca (1877-1878), quien a través de dibujos del natural o a partir de croquis o fotografías consiguió ofrecernos una amplia e interesantísima información gráfica de ambos conflictos armados.

A todos ellos aún habría que sumar los pintores que participaron en los Concursos artísticos que la revista convocó casi anualmente durante sus primeras décadas de existencia. Estos certámenes, con una importante dotación económica (empezaron con 500 pesetas para el primer premio y diez segundos con 200) se convirtieron pronto en los más importantes entre los que se celebraban en España, sólo superados por las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes organizadas por el gobierno. Entre los pintores cuyas obras aparecieron en las páginas de La Ilustración … no podemos dejar de destacar al famosísimo Joaquín Sorolla y al alcarreño Casto Plasencia.

De esta manera, La Ilustración Española y Americana se convirtió a lo largo de sus tres primeras décadas de existencia en el máximo exponente del periodismo gráfico español.