Más de la mitad de los niños vacunables ya están inoculados

Beatriz Palancar Ruiz
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La vacunación continúa en Atención Primaria durante todas las Navidades para aquellos que no hayan podido acudir, con o sin cita, durante esta primera semana

El centro de salud Guadalajara-Sur de la capital, conocido como antiguo Ferial, ha sido uno de los lugares de vacunación sin cita a donde han acudido los menores acompañados con sus padres. - Foto: Javier Pozo

En pocos días, el 27 de diciembre, se cumplirá un año del inicio de la vacunación contra el Covid-19 en España. Un aniversario que llega en plena campaña de vacunación a los menores de 9 a 11 años, y con la amenaza real de una sexta ola a las puertas de la Navidad.

En la provincia de Guadalajara, más de 8.800 menores de 9, 10 y 11 años están llamados a vacunarse desde el 15 de diciembre. Hay dosis suficientes para todos ellos y se está a la espera de que lleguen más para poder llamar al siguiente grupo de edad, desde los 5 a los 9 años. Sanidad sabe que hay más de 25.000 niños con edades entre los 11 y los 5 años en toda la provincia. 

«Hemos tenido muy buena respuesta. Además, no ha habido ninguna incidencia reseñable. Todo ha transcurrido con absoluta normalidad. Estamos vacunando desde los centros de Atención Primaria y haciendo captación activa para vacunar al mayor número de niños posible», señala la coordinadora de la Vacunación Centralizada y directora de Enfermería de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara, Ángeles Martín Octavio, quien adelanta que «en cuanto tengamos la siguiente distribución de vacunas, para los niños de 5 a 9 años, nosotros organizaremos la vacunación de manera inmediata para lograr parar esta sexta ola que está teniendo un impacto importante». 

Para facilitar en esta primera fase de vacunación de menores, además de la cita en el servicio de Enfermería de Atención Primaria, se han habilitado en centros de salud y colegios de Guadalajara y Azuqueca, así como en Molina, Mondéjar y El Casar, espacios para vacunar sin cita. Igualmente, los equipos de Gerencia de Urgencias y Emergencias se han trasladado a localidades como Jadraque o Sacedón para vacunar a grupos.

«El objetivo es vacunar al mayor número de personas en el menor tiempo posible.  Al tiempo que estamos con la vacunación infantil, estamos finalizando la de mayores de 60, comenzando con los de 50, con el grupo de otros profesionales sanitarios y recaptando a los que se pusieron Janssen», explica Ángeles, quien recuerda que «vamos a proporcionar la vacuna a cualquiera en el momento en el que nos la pidan. Nuestro objetivo es vacunar, vacunar y vacunar».

opiniones. Si la vacunación contra el Covid-19 en adultos tiene detractores y defensores, la vacunación infantil, muchos más. Aquí, los padres muestran muchas más dudas y reticencias a la hora de inocular a sus hijos. Tanto los que los vacunan como los que no.

«Vacuno a mi hija para proteger a los abuelos e inmunodeprimidos. No es necesario para protegerles a ellos pero si para proteger al resto de la población porque, ahora mismo, la mayor parte de los contagiados vienen de ellos y a muchos no se les detecta porque los síntomas en los niños son muy leves, con lo cual, están contagiando de manera masiva», explica una madre convencida tras vacunar a su hija.

«He decidido ponérsela con miedo, pero al final, ponérsela, pero se la pongo con el mismo miedo que si no se la pongo y enferman», cuenta otra madre después de pasar por este proceso con sus hijos.

«Mi opinión no es políticamente correcta. Yo no les hubiese vacunado. Creo que no era necesario. Soy de la opinión del Doctor Carballo, si alguien tiene que sacrificar somos los adultos por los niños y no al revés. Ellos no enferman gravemente. El estar vacunado no impide que puedas contagiar. Nuestra protección de inmunidad se debería basar en vacunarnos el resto y, con el tiempo, ver si es necesaria y qué efectos a largo plazo tiene. Eso no se sabe y no pueden saberlo porque no hay estudios. Yo solo hubiese vacunado a los niños con riesgo», dice con rotundidad la madre de dos preadolescentes, uno vacunado en verano y otro ahora.

«Me siento totalmente obligada a ponérsela porque va a llegar un día que no voy a poder ni subir al autobús con ella si no está vacunada. No me fío ni de lo que me pusieron a mí, ni de lo que ponen a los niños. Eso sí, los viejitos y los niños que se vacunen corriendo que nos tenemos que ir a llenar estadios de fútbol, conciertos, ver espectáculos de luces… ¡Qué hipocresía! Cuando veamos las consecuencias de lo que les hemos metido ya veremos. Si con medicinas como el Ibuprofeno y el Paracetamol todavía salen artículos nuevos con contraindicaciones, que me vas a contar de una vacuna que se ha hecho en dos días», dice otra madre con preocupación.

Pero aún hay personas que tienen sus reticencias: «Aún no he vacunado a mis hijos y miro a mi alrededor y veo opiniones de todas clases. Tengo claro que esta decisión la voy a tomar por mí misma y si me equivoco que sea por mí y no por otros. El problema de esta vacuna es el exceso de información y, a la vez, la falta de información», dice molesta  otra madre.

Ante estos miedos y reticencias, la coordinadora de Vacunación Centralizada de Guadalajara recuerda que «es una vacuna que ha cumplido con todos los criterios de seguridad. Podemos pensar que los niños tienen menos riesgo, pero son vectores, y la única forma de salir de esta crisis sanitaria sin precedentes es la vacunación. Es un tema de salud pública».