NutriScore se extiende y el Gobierno debate cómo regularlo

SPC
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El Ministerio de Consumo lo respalda pero Agricultura prefiere esperar a que Bruselas haga su propuesta legislativa el año que viene

NutriScore se extiende y el Gobierno debate cómo regularlo - Foto: Rueda Villaverde

El etiquetado NutriScore, que califica los alimentos en función de si son más o menos saludables, está ganando presencia en el lineal del supermercado pese a la polémica generada por su implementación y ya se cuentan por decenas las marcas que lo utilizan mientras el Gobierno todavía discute si lo regula o no formalmente. El uso de este «semáforo nutricional» se ha popularizado -a pesar de la ausencia todavía de normativa- en prácticamente todas las categorías impulsado por algunos grandes fabricantes y cadenas de supermercados a pesar de la controversia que ha despertado desde el principio. De hecho, mientras que el Ministerio de Consumo lo respalda y confía en aprobar un Real Decreto para regularlo, Agricultura defiende esperar a que Bruselas haga su propuesta legislativa, en 2022.

Gigantes de la industria alimentaria como Danone, Gullón, Nestlé, Nueva Pescanova o Pascual hacen uso de este esquema en varias de sus referencias y grupos de distribución como Alcampo, Aldi, Carrefour, Eroski o Lidl también lo están expandiendo a través de su marca blanca.

El NutriScore es un sistema de etiquetado frontal que otorga una letra y un color tras hacer una media con diferentes parámetros (calorías, grasas, azúcar, sal...) para definir si un alimento es más o menos saludable; la máxima calificación se puntúa con la letra A y el color verde y la peor con la E y el color rojo. Este esquema suscita división entre defensores y detractores: para los primeros tiene la ventaja de que facilita al consumidor elegir la mejor alternativa para su salud, mientras que los segundos advierten de la confusión que genera debido a que está diseñado para comparar productos de una misma sección, y no entre categorías distintas. En la práctica esto significa que es posible encontrar cereales del desayuno o patatas fritas con notas más altas que aceites o leches, por ejemplo.

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