El feminismo cambia las marchas por concentraciones

Belén Monge
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Unas 300 mujeres de todas las edades han dado visibilidad este 8-M a sus demandas en una movilización estática desarrollada desde la Plaza de Santo Domingo hasta el final de la calle Amparo.

El feminismo cambia las marchas por concentraciones - Foto: Javier Pozo

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8-M

Convocadas por la Plataforma Feminista de Guadalajara, alrededor de 300 mujeres han salido este tarde-noche del 8-M a la calle para volver a decir alto y claro que esta jornada la lucha por la igualdad sigue siendo necesaria. Acogiéndose a la distancia de seguridad marcada por Sanidad, las mujeres de Guadalajara se han concentrado en el tramo que va desde la Plaza de Santo Domingo hasta el final de la calle Amparo, aproximadamente unos 350 metros de distancia,  para reivindicar los derechos del colectivo femenista. 

Lo han hecho en una concentración estática en la que han participado mujeres de todas las edades y que se desarrollado de forma pacífica y en un ambiente festivo, amenizado con una batucada que ha recorrido el tramo central entre las dos filas de féminas que se han concentrado desde la Plaza de Santo Domingo hasta el final de la calle Amparo a lo largo de dos filas y manteniendo en todo momento la distancia de seguridad.

Una de las componentes de la plataforma, con el micrófono en mano, ha manisfestado entre los aplausos de las asistentes -entre las que también se ha podido ver la presencia de algunos hombres-, la queja unánime de la Plataforma de Guadalajara ante la decisión de no permitir salir a la calle este 8-M a sus compañeras en Madrid.  

Además del apoyo a esta mujeres, en el manifiesto al que se ha dado lectura se ha hecho hincapié en las diferentes problemáticas que existen actualmente en el mercado laboral, con alusión concreta a la brecha salarial; la situación de desigualdad entre hombres y mujeres reflejada también en un aumento mayor del paro femenino durante la pandemia o la compleja situación del servicio doméstico.

También se ha hecho mención a las mujeres que han sufrido maltrado y como se ha incrementado el número de llamadas durante el confinamiento, con una alusión específica a las que han estado en primera línea en esta pandemia y han realizado un trabajo muy importante sin tener, muchas veces, las condiciones de trabajo adecuadas, ha dicho Isabel Córdoba a La Tribuna.