Castilla-La Mancha quiere lo que ya tienen otras regiones del norte de Europa: un trato diferenciado (a favor) para aquellas zonas despobladas. Se ha aliado con Aragón y Castilla y León para reclamarlo en provincias con muy baja densidad de habitantes como Cuenca, Soria y Teruel, pero esos fondos e incentivos podrían incluso beneficiar a territorios colindantes. También tiene un aliado de primer orden con el Gobierno de España, que ha hecho suya esta petición a las instituciones europeas.
Lo confirmó esta mañana el secretario de Estado para la Unión Europea, Juan González Barba, que se reunió con el presidente de la Junta y con el de las Cortes. Apuntó que conseguir este estatus diferenciado puede tener una “panoplia de efectos positivos”. Se traduciría en dinero, por ejemplo, en la asignación financiera o en materia de ayudas regionales, autorizando determinadas subvenciones que la legislación del mercado interior no permitiría en otras zonas. Cree que también se verían muy beneficiadas en las políticas europeas de “revolución digital” o de transición ecológica. “Al estar despobladas tienen una riqueza natural y ecológica enorme, que entre otras cosas, cuesta dinero mantener”, explicó.
Aunque no se atreve a hablar de las probabilidades que hay para conseguir esta discriminación positiva por parte de la UE, González Barba sí cifró al 100% el esfuerzo que va a hacer el Gobierno de España. Dice que están en contacto con otros estados miembros interesados, que también lo están gestionando directamente con la Unión Europea, lo llevarán al Parlamento Europeo y a la Conferencia sobre el Futuro de Europa que se inaugura en breve y cuyos trabajos durarán aproximadamente un año.
¿Para cuándo?
En cuanto a plazos, señaló que se irán consiguiendo avances paulatinamente. Aunque comentó que quizá lograr todo el marco diferenciador lleve años, también apuntó que otras cuestiones se resolverán en cuestión de meses como la reforma de las ayudas regionales.
El vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, aclaró que lo que pide Castilla-La Mancha “no tiene por qué ir detrimento de la calificación actual que tienen en los países nórdicos”, pero recalca que aquí “tenemos un problema estructural que dificulta las tareas de prestación de servicios públicos y la articulación de las distintas políticas”. También quiere que este trato a favor ayude a facilitar la apertura de empresas en estas zonas. Y por el mismo motivo, la región junto con Aragón y Castilla y León también coincidieron en reclamar que la despoblación se tenga en cuenta en el reparto de los fondos europeos Next Generation para la recuperación económica tras la crisis del coronavirus.
El Gobierno de España pide a la Junta que meta más contenidos europeos en Secundaria
El secretario de Estado para la Unión Europea vino a Castilla-La Mancha para ofrecer su implicación en las gestiones con Bruselas, pero también trajo una petición a la Junta. “Le he planteado al presidente la posibilidad de incluir en la configuración autonómica de Segunda Enseñanza una materia destinada a la UE, como están haciendo otras comunidades en España”, señaló. Juan González Barbaa lo argumentó en que “no es concebible un proyecto nacional como España desligado del proyecto europeo”. El vicepresidente de la Junta, José Luis Martínez Guijarro, explicó que la respuesta que le dio Page es que le va a trasladar esa propuesta a la consejera de Educación para incluir esos estudios específicos. “Creemos en la UE”, recalcó, “no tenemos ningún inconveniente en reforzar todas aquellas cuestiones en la Educación Secundaria Obligatoria para que la UE sea interiorizada por los jóvenes”.