El jueves de la semana próxima será la fecha en la que se reunirá el Consejo de Gobierno extraordinario de Castilla-La Mancha para afrontar un horizonte sin estado de alarma. Page ha avanzado hoy que está previsto acordar una relajación de medidas. "Vamos a aligerar y mucho las restricciones y limitaciones", apuntó.

Aunque no precisó en qué sentido van a ir esta aligeración, sí señaló que Castilla-La Mancha no irá "más allá de lo que la propia Constitución permita a las comunidades autónomas". Hay que recordar que el estado de alarma decae el 9 de mayo y que daba amparo legal a las autonomías para hacer restricciones en el ámbito de movilidad, horarios o reuniones.

El presidente de la Junta recalcó, eso sí, que no van a ser imprudentes: "No vamos a pasar de cero a cien, ni de blanco a negro, ni de todo a nada".  Y es que, aparte de lo que influye el hecho de perder el amparo del estado de alarma, Page señala que la evolución epidemiológica también permitiría esta reducción de limitaciones. "Por los datos que nos ofrece la Consejería de Sanidad vamos a poder aligerar las restricciones y en este sentido la semana que viene va a a ser muy importante", expuso.

En estos momentos en Castilla-La Mancha las reuniones están limitadas a seis personas, hay toque de queda a las doce de la noche (a las once debe cerrar la hostelería) y no se puede salir de la comunidad autónoma. 

"Estamos como estamos por un bicho", expuso, "o acabamos con el virus o no podremos tener ni tranquilidad de conciencia, ni recuperación económica". Page insistió en que "hay que acabar con esto parar recuperar la confianza en la movilidad entre autonomías y entre países".