El Gobernador Civil que puso fin al absolutismo

Plácido Ballesteros
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Guadalajara en 'La Ilustración Española y Americana'

El Gobernador Civil que puso fin al absolutismo

En el Boletín Oficial de la Provincia del 16 de septiembre de 1836 se daba cuenta del nombramiento de Pedro Gómez de la Serna como Jefe Político de la Provincia de Guadalajara; puesto en el que permanecería nuestro personaje hasta el 29 de noviembre de 1839. Era el primer cargo político importante de los muchos que desempeñaría a lo largo de su dilatada carrera política aquel brillante jurista que había estudiado derecho en la cercana Universidad de Alcalá. 

Su acción como Jefe Político de la provincia (primitiva denominación que recibieron los Gobernadores Civiles), cargo que conllevaba también el de Presidente de la Diputación Provincial, lo convirtió en la figura clave en el proceso de instauración definitiva del régimen liberal de la provincia tras la muerte de Fernando VII. Una trayectoria que conocemos muy bien a través de varios estudios realizados por dos de los más destacados especialistas en la historia contemporánea de la provincia: Pedro Ortego Gil y Juan Carlos Calero Delso.

Del primero no podemos dejar de citar aquí su Historia de la Diputación Provincial de Guadalajara (1813 - 1845), publicada en 1990; Pedro Gómez de la Serna: jefe político de Guadalajara (1836 - 1839), aparecida ese mismo año; y La Compañía de Salvaguardias de la provincia de Guadalajara (1992). Y del segundo, Elite y clase. Un siglo de Guadalajara (1833 - 1930), publicada en 2008; así como la entrada correspondiente al señor Gómez de la Serna en su Diccionario Biográfico de la Guadalajara Contemporánea. 

Ambos autores ponen de manifiesto que para poder evaluar en su justa medida la acción política de nuestro personaje de hoy hemos de recordar, en primer lugar, que cuando él se hace cargo del Gobierno de la provincia aún estaba viva la guerra civil entre carlistas, partidarios del infante Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII, que defendían el régimen absolutista; y los partidarios de Isabel II, hija de Fernando VII, que trataban de instaurar el régimen liberal. En aquel contexto nuestra provincia era clave por su estratégica situación debido a su proximidad a la capital del Reino y por ser paso obligado entre las dos Castilla, Aragón y el Levante. Como quiera que, en diferentes zonas de la provincia, especialmente en las Serranías de Atienza y Sigüenza y en los parajes más agrestes del Alto Tajo, las partidas carlistas tenían una fuerte presencia, era aquella una situación peligrosa para el Gobierno isabelino.

Por ello, una de las primeras medidas impulsadas por Gómez de la Serna fue la de impulsar, a través de una circular publicada el 5 de diciembre de 1836 en el Boletín Oficial de la Provincia, la creación del que finalmente se llamaría Cuerpo de Salvaguardias de la provincia, cuyo objetivo era «cuidar del orden público, persiguiendo malvados, defendiendo a los vecinos honrados y auxiliando a las justicias ordinarias”. Aquella fuerza, que inicialmente contó con 24 efectivos, llegó a estar constituida en los momentos de máxima actividad en el hostigamiento a las tropas carlistas en la provincia por doscientos hombres, divididos en dos compañías de infantería de ochenta cada una y cuarenta de caballería. Y se mantuvo activa hasta que el 9 de marzo de 1841, acabada la primera guerra carlista, la Diputación Provincial decidió su disolución.

Muy sobresaliente fue, así mismo, la labor realizada en Guadalajara por Pedro Gómez de la Serna como promotor de las primeras realizaciones en la provincia del ideario liberal en el ámbito de la instrucción pública y la beneficencia. 

A su impulso personal se debe la puesta en marcha de la Biblioteca Pública provincial creada por la Diputación provincial: siguiendo las instrucciones del Gobierno central, en sesión de 6 de marzo de 1837, la Diputación acordó crear una biblioteca en la que se reunieran los fondos bibliográficos provenientes de los conventos y monasterios desamortizados, que fue instalada en locales del propio edificio de la Diputación, entonces el antiguo convento de la Piedad. Si bien no fue abierta al público hasta 1841.

Ese mismo año, en cumplimiento de una Real Orden de 17 de septiembre de 1837, la Corporación Provincial bajo su presidencia decidió crear el Instituto de Segunda Enseñanza, que se instaló en el antiguo convento de San Juan de Dios de la ciudad de Guadalajara.

Al año siguiente, con la finalidad de recoger las pinturas y demás objetos de valor histórico o artístico provenientes de los conventos desamortizados de la provincia, Pedro Gómez de la Serna consultó el 4 de septiembre de 1838 a la Diputación Provincial sobre donde instalar un Museo, centro que se abrió también originariamente en el antiguo convento de la Piedad, donde aparece funcionando en los años siguientes: en 1839 se ampliaron los cuadros depositados en él y en 1846 se publicó el primer Catálogo de pintura del mismo. Cronología que lo convierte en el museo provincial más antiguo de España.

Decidida fue también la actuación del Jefe Política de la provincia y de la Diputación en lo referente a la «inclusa» o Casa de Expósitos. El 26 de marzo de 1838 se disponía por Real Orden que cada provincia debía sostener a los huérfanos y expósitos de su demarcación. Pues bien, apenas transcurridos unos días, el 1 de abril, y aunque en la provincia venían funcionando dos centros de este tipo, uno en Sigüenza y otro en Atienza, la Diputación decidió instalar provisionalmente otra inclusa en la capital, en concreto en el antiguo convento de la Concepción. Poco después el centro aparece en pleno funcionamiento: el primitivo reglamento provisional de 10 de abril de 1838 fue sustituido por uno definitivo fechado el 21 de febrero de 1839; además, ese mismo mes se había ratificado la creación de una sociedad de beneficencia formada por señoras de Guadalajara para procurar una buena educación a los acogidos. 

Con todo ello, cuando en noviembre de 1839 Pedro Gómez de la Serna fue sustituido en el Gobierno de la provincia por otro destacado político del siglo XIX, Patricio de la Escosura, se puede considerar que el nuevo régimen liberal estaba totalmente instaurado en Guadalajara.

Para ilustrar estas páginas, junto al grabado con el retrato de don Pedro, publicado en La Ilustración en 1871, incluimos la portada del Boletín Oficial de la Provincia, correspondiente al día 5 de diciembre de 1836 en el que se anunciaba la creación del Cuerpo de Salvaguardias de la provincia.

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