La fiesta de las letras, un año más, ha sido atípica. En este 2021, mostraba un sabor agridulce, algo más liviano que el del maldito 2020, pero aún con el desánimo de no haber alcanzado la ansiada normalidad que permita volver a celebrar el Día del Libro como una de las fechas más destacas en el calendario a nivel cultural.
La decisión adoptada el martes por parte de la Junta de Comunidades para rebajar algunas de las medidas decretadas para las localidades que se encontraban en nivel 3 afectaba también a la apertura de las bibliotecas, que desde el miércoles han permanecido abiertas al público hasta un 40% de su capacidad total. No obstante, no ha habido tiempo suficiente, para que las bibliotecas de Guadalajara capital hayan podido improvisar mucho sobre lo que ya estaba programado para conmemorar el Día del Libro como cada 23 de abril.
Por parte de la Biblioteca Provincial de Dávalos, se optó por mantener la actividad intergeneracional y atemporal prevista, El Reto de los Libros, que consistía en la presentación de un itinerario de lectura para sus usuarios bajo el título Leer es jugar. Dos propuestas, una para adultos y otra para público infantil, que se presentan en forma de álbum que contiene 23 retos en forma de enigma o preguntas sobre el mundo de la literatura para resolver en familia.
Aumenta el índice de lectura pero descienden los préstamos«Es una actividad de animación de la lectura. Hemos publicado dos álbumes ambientados en el mundo de los libros. La idea es que la gente pueda recoger su álbum durante bastante tiempo en la biblioteca. El Reto de los Libros se puede llevar el álbum físico, porque es muy bonito, pero también, si a alguien le da reparo venir, se puede descargar en formato PDF y luego hacernos llegar una hoja de soluciones», explica el director de la Biblioteca Provincial de Dávalos, Jorge Gómez.
La fecha de entrega de este juego será el 15 de septiembre. Eso sí, antes, el día 1 de junio, está previsto que se revelen nuevas pistas para aquellos acertijos más complicados. Igualmente, los lectores están invitados a participar creando sus propios retos relacionados con los libros. Los mejores, uno de adulto y otro infantil, se publicarán en la revista digital mensual que se envía cada mes a los usuarios de la biblioteca y los ganadores recibirán un libro de recuerdo. Aquellos que completen el álbum titulado El Reto de los Libros después del verano también recibirán un lote de libros como recompensa.
«No sabíamos si íbamos a poder hacer algo el día 23 de abril y pensamos en algo que no se agotara solo en ese día por si las circunstancias no permitían un acto», declara Jorge Gómez.
Aumenta el índice de lectura pero descienden los préstamosPara aquellos que, además de la palabra, tengan como modo de expresión la imagen, tienen la oportunidad de participar en el certamen convocado con motivo del Día del Libro bajo el epígrafe Geografías imaginadas con el que se pueden recrear lugares literarios inventados como Oz, Macondo, la Ínsula Barataria o la Isla del Tesoro, entre otros muchos. Con todas las ilustraciones que se reciban se montará una exposición temporal en verano, y con muchas de ellas, se decorarán las salas del Palacio de Dávalos para «que sea un atractivo más a su visita», comenta el director de la biblioteca, que lamenta profundamente que la pandemia haya «atacado al Día del Libro porque también es una fiesta civil. Era el momento de encontrarse y juntarse, de visibilizar unión entre todos los clubes de lectura. No celebrar el Día del Libro va en la frustración del encuentro entre personas que es lo que a la biblioteca le llena», lamenta Jorge Gómez.
Asimismo, el mercadillo de libros que estaba previsto que se celebrase a favor de Nipace se traslada a los días 14 y 15 de mayo.
Por su parte, la Biblioteca Municipal Suárez de Puga sí que quiso organizar un sencillo acto para conmemorar este Día del Libro. Lo hizo a última hora en la tarde del viernes, en el salón de actos del Centro Municipal Integrado (CMI), con aforo reducido, portavoces de los seis clubes de lectura de este centro bibliotecario y la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara, Riansares Serrano, dieron lectura al manifiesto regional escrito por Jesús Carrasco, autor de Intemperie, y, a continuación, la narradora oral Estrella Ortiz desarrolló la conferencia El libro Expandido en lo que fue un homenaje al libro inmortal.
«Es el acto que teníamos previsto. Creo que la figura de los coordinadores de los clubes, que son voluntarios, es muy importante en las bibliotecas porque están todo el año fomentando el amor a los libros. Es un homenaje. Para que el corazón de las bibliotecas lata, su figura es fundamental. Por eso, que lean ellos el manifiesto es bonito», destaca la directora de la Biblioteca Municipal Suárez de Puga.
Sobre la disertación de Estrella Ortiz, la directora del centro bibliotecario reconoce que «el libro siempre ha estado amenazado. Ahora, por el libro electrónico o si se lee poco por falta de tiempo. Pero en esta pandemia, creo que el libro nos ha arropado y las librerías se han llenado de gente. Nos hemos dado cuenta de todo lo que necesitamos la lectura. La necesitamos como el comer. Por eso, hemos titulado la conferencia como un homenaje al libro inmortal. Ese título tan bonito del Libro Expandido es para que cada uno se lo imagine como quiera, que tenga su propia versión», explica Carlavilla.
oportunidad. El confinamiento ha traído pocas cosas buenas a nuestras vidas pero una de ellas, para muchos, es la oportunidad de reencontrarse con la lectura.
«Han subido mucho los índices de lectura y es una oportunidad para atraer lectores muy importante», valora Jorge Gómez que además reconoce sentirse preocupado porque «está el riesgo de perder las rutinas que podían existir, con las reuniones de los clubes de lectura o para volver a la biblioteca, pero creo que hay muchas ganas de recuperar la vida que teníamos. Tenemos que trabajar para hacer que todo vuelva al nivel que estaba». La planificación ya ha comenzado contemplando dos escenarios, virtual y presencial, desde otoño.
Y aunque el índice de lectura ha subido, las bibliotecas experimentan un descenso en el número préstamos. Principalmente, por el miedo de algunos usuarios a acudir presencialmente a la biblioteca, y en segundo lugar por la menor actividad cultural presencial.
Sí que es cierto que servicios como Pide y Recoge de Dávalos o la posibilidad de recibir libros en formato digital a través de una plataforma electrónica han hecho posible que el descenso de préstamos haya sido menor de lo esperado.
En la Suárez de Puga, reconocen que la intermitencia en los cierres de la biblioteca está afectando a su relación con los usuarios: «Estamos viviendo improvisando mucho, también con bastante miedo, con circunstancias personales muy duras. Todo ello nos están impidiendo acudir de una forma natural a las bibliotecas. Pero sí que creo que se está produciendo un encuentro con los libros. El índice de lectura ha subido y hemos frecuentado más la cultura en general. Es una manera de inmunizarnos porque psicológicamente está siendo muy duro», valora Concha Carlavilla.