El Gobierno de Castilla-La Mancha no defenderá que se apliquen nuevas restricciones a la hostelería durante estas fechas ante el avance de la variante ómicron del coronavirus, ante los buenos datos que presenta la comunidad en incidencia y hospitalizaciones. Así lo aseguró su portavoz, Blanca Fernández, ante la reunión que esta tarde mantendrán el Gobierno de España y las comunidades autónomas para analizar la situación, que ya ha obligado a algunas localidades a suspender celebraciones. De hecho, lo que pondrá Castilla-La Mancha encima de la mesa es el uso masivo de la mascarilla tanto en interiores como en exteriores, y controlar los eventos de afluencia masiva de público en los que no se pueda mantener ni la distancia de seguridad ni garantizar el uso de la mascarilla. Fernández evitó poner ningún evento concreto como ejemplo de este tipo de reuniones, que se suceden estos días en toda la Comunidad.

En lo que sí incidió es en que Castilla-La Mancha acudirá a esta Conferencia de presidentes con «el espíritu de alcanzar consensos» y «no tirarnos los trastos a la cabeza», por lo que si hay otras propuestas se valorarán. Entre ellas citó la posibilidad de confinar los contactos estrechos de un positivo aunque tengan la pauta completa de vacunación, algo que ahora no ocurre.

También pedirán la continuidad del fondo Covid para las comunidades dado que el virus está muy presente, tanto que ha obligado a convocar esta reunión a apenas 24 horas de la Nochebuena, recordó. Pero insistió en que «también vamos a escuchar con ese espíritu de acuerdo, supongo que el presidente traerá medidas concretas».