Carácter de líder

Antonio Abril
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María Soledad García Oliva rige con acierto el destino de Industrias Tagar y el grupo de empresas anejas a ésta. Comparte esta responsabilidad con la presidencia de CEOE-Cepyme Guadalajara

María Soledad García Oliva - Foto: Javier Pozo

La pandemia impidió, el año pasado, la celebración del sexagésimo aniversario de Industrias Tagar. No importa, Industrias Tagar seguirá cumpliendo años. «Somos una empresa muy consolidada y con proyección de futuro. Aún en situaciones de crisis sanitaria como la que estamos padeciendo, no solo nos mantenemos sino que seguimos creciendo». Son palabras de María Soledad García Oliva, su directora ejecutiva.

Cuando la invito a mirar atrás y a elegir algo de lo que se sienta más orgullosa, de todo lo conseguido durante esta larga trayectoria empresarial, no lo duda: «Yo creo que lo más gratificante es haber llevado a la empresa a esta situación que nos permite mirar al futuro con confianza», afirma. 

De palabra sosegada, me parece un fiel reflejo de su padre. Hombre de bien, campechano, con sólidos principios, esforzado trabajador, hecho a sí mismo, que empezó una empresa de la nada y que la llevó a una situación privilegiada. Marisol ha contribuido de manera especial no solo a mantenerla sino, además, a su engrandecimiento.

No conozco a Marisol, puede que alguna vez de vista. Pero sí a su padre. No fue una relación muy asidua pero sí fluida y cordial cada vez que coincidíamos. «¿Qué tal Abril?» Era siempre su saludo.

Pedro García Moya, horchano, montó en su pueblo, en el año 1960, un taller de cromados para terceros. Fue el germen de Industrias Tagar. Años después empezó hacer trabajos de metal y posteriormente inició la fabricación de mobiliario. «Fundamentalmente para el hogar, todo lo que es cocina, muebles de televisión, cosas de este tipo que en aquel entonces empezaron a tener gran demanda. Trabajaba para grandes superficies como Galerías Preciados y para multitud de establecimientos que había en todo el territorio nacional y que se dedicaban al mueble», me va contando Marisol. 

A la vuelta de unos años la Tagar había conseguido una gran penetración en el mercado nacional.

«Por aprovechar sinergias y por diversificar, en 1970 se fundó Su In Plas y posteriormente se desarrollaron dos sociedades más, una que hace toda la logística para el grupo de empresas, Muebles Auxiliares, y otra, Juncadillas Industriales, ubicada en Horche, que hace todo lo que es madera. Más del noventa por ciento de su producción es para Tagar. El resto del mobiliario se fabrica aquí en Guadalajara, en Tagar», prosigue Marisol.

En total setenta y ocho puestos de trabajo. Sin duda una muy considerable cifra.  

Marisol se incorpora a la empresa en 1982, coincidiendo con el comienzo de sus estudios universitarios en la Universidad de Alcalá de Henares. «Por la mañana trabajaba en la empresa y por la tarde iba la Facultad», recuerda. Estudió Ciencias Empresariales, Grado de Administración y Dirección de Empresas.

‘Vivió’ la empresa desde bien pequeña. «Algún trabajillo los fines de semana, los veranos…». Recuerda como siendo una niña acompañaba a su padre a los bancos. «Es algo que yo creo que ha sido común en todos los hijos de empresarios», apostilla. Su futuro profesional no podía ser otro y de hecho estudió lo que estudió para acabar donde quería acabar. En 1987, tras graduarse, se dedica de lleno a la empresa y tras pasar por distintas áreas y responsabilidades, para tener un conocimiento global de la misma, asume la dirección ejecutiva. Sería allá por el año 2002, justo tras la jubilación de su padre. 

Este grupo de empresas nunca perdió su cariz familiar. Los dos hermanos de Pedro se integraron en los primeros años. Hoy los dos hermanos de Marisol y sus primos comparten distintas responsabilidades en la gestión, aunque ella supo ejercer desde el primer momento un liderazgo, respaldado por todos, que les ha llevado a alcanzar unas cotas que tal vez su padre y sus tíos nunca hubieran imaginado. 

En 2006 Marisol empezaba a explorar distintos mercados internacionales, hoy en día Oriente Medio (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Qatar, Omán, Kuwait…) es un destino habitual para los productos de Industrias Tagar. “Hemos hecho obras importantes allí. Entre otras, el equipamiento de una biblioteca en Omán o una parte muy considerable del mobiliario de la Universidad de La Sorbona en Abu Dhabi», añade. Aunque la facturación fluctúa de un año a otro, del orden de un quince por ciento de los ingresos, como en el último ejercicio, proceden de allí. 

Tanto esfuerzo y tanta dedicación han tenido su recompensa aunque también han acarreado alguna renuncia. Una ‘factura’ que generalmente termina pagado la familia. Divorciada y con una hija ya mayor –»ejerce la medicina como Internista en el Gregorio Marañón»–, ahora le queda tiempo hasta para sus aficiones: el pádel, el tenis y el pilates