«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral»

B. Palancar Ruiz
-

El secretario provincial de Comisiones Obreras en Guadalajara desde hace cuatro meses, Javier Morales, mantiene que «los índices de contratación temporal se han disparado durante la pandemia»

«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral»

Contra pronóstico, Javier Morales (Guadalajara, 1987) resultó elegido por tan solo un voto de diferencia secretario provincial del sindicato Comisiones Obreras en Guadalajara en sustitución de José María Rey ‘Campano’ que estuvo al frente de la organización durante tres mandatos. Lejos de distanciarse de la que había sido su rival, Laura Gil que formaba parte del equipo de ‘Campano’ como secretaria de Organización, Morales ha integrado en su Ejecutiva a personas de las dos candidaturas con el objetivo de sumar a favor de la defensa de los intereses de los trabajadores, para lo que está dispuesto a formar más y mejor a sus representantes para, entre otras cosas, borrar el lamentable título que tiene  Guadalajara como la provincia con la mayor tasa de siniestralidad laboral del país. 

Hace cuatro meses, fue elegido después de una apretada votación, ¿esperaba resultar vencedor?

El Congreso es un proceso complicado, sobre todo cuando hay dos candidaturas. No éramos del equipo anterior de la Ejecutiva. Era menos probable, a priori, que pudiera salir, pero, al final, los delegados que son elegidos desde las bases quisieron que saliera, y yo agradecido y orgulloso de dirigir el sindicato. 

«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral»«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral» ¿Cuáles son las principales acciones que le gustaría llevar a cabo en su mandato y no sé si ha tenido tiempo de realizar algún cambio?

Uno de los objetivos prioritarios es tener a nuestra gente muy formada para que sean más útiles en los centros de trabajo. Estamos diseñando un programa de formación interno en todas las materias para que nuestra gente sea más eficaz.

Y en la parte más institucional, es importante que el sindicato sea conocedor de nuestra intervención en el ámbito institucional. Queremos que haya resultados prácticos en los próximos meses. La interlocución es importante pero no se puede quedar en algo vacío, se tiene que dotar de contenidos.  

«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral»«Disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral»Después de su elección, anunció que el nuevo órgano de dirección del sindicato contaría con cuatro personas de cada candidatura, ¿ha rediseñado las áreas para adaptarse a la nueva situación social?

Las responsabilidades se han repartido con personas de las dos candidaturas por consenso. Es decir, ha habido integración plena en ese sentido. Siguen las mismas responsabilidades pero queremos dar mucha más importancia a la mujer. Queremos que todas las secretarías reporten a la Secretaría de Mujer para transversalizar, realmente, la perspectiva de género. 

¿Cómo valora el estado del tejido laboral de la provincia?

Para el sindicato, una de las mayores preocupaciones en nuestra provincia es que tengamos las peores tasas de siniestralidad laboral del país. Es un acicate y un estímulo para seguir trabajando. Cuanta más capacidad sindical dentro de las empresas, la salud laboral mejora. Independientemente de que las administraciones tienen que hacer mucho más en esta materia, como por ejemplo dotar de más medios a la Inspección de Trabajo, creemos que nuestra capacidad sindical en los centros de trabajo es la que determina en gran medida que se cumplan las condiciones de salud y que esa siniestralidad laboral baje. 

¿Y qué más se puede hacer para evitar que Guadalajara sea una de las provincias con mayor número de accidentes laborales?

La salud laboral tiene mucho que ver con la precariedad y con la falta de rotación en las funciones que se realizan. Si a lo largo del día, en lugar de rotar, se está en el mismo lugar con unos movimientos repetitivos, los índices de siniestralidad se disparan. Vigilar esa temporalidad es fundamental. Para eso, estamos interviniendo mucho con la Inspección de Trabajo, aunque no siempre con los resultados que nos gustaría, pero entendemos que disminuyendo la precariedad mejoramos la salud laboral de los centros de trabajo. 

¿Cree que esta realidad se ha visto agravada por la pandemia?

Lo que hemos visto es que los índices de contratación temporal se han disparado durante la pandemia. Vemos como Guadalajara, en relación con las demás provincias de la región, sigue siendo la que menos contratación indefinida hace. En el primer trimestre de este año, solo el 5% de la contratación acumulada ha sido de carácter indefinido. Y esto tiene que ver, claramente, con las actividades que se desarrollan, sin perjuicio de que hay un uso totalmente fraudulento de la contratación temporal. Hay trabajos que deberían ser de carácter indefinido o fijos discontinuos y se realizan con contratos de duración determinada. 

En la provincia existen dos grandes realidades, el motor logístico del Corredor y los pueblos despoblados ¿cómo se pueden acercar?

Las administraciones públicas tienen mucho que decir en esto. Si no hay incentivos ni contratación directa por parte de las administraciones para dotar de servicios públicos al ámbito rural, difícilmente se podrá revertir esta situación. Vemos, por ejemplo, como una empresa como Geacam que es de las más grandes que fija población en el medio rural, no se está financiando con los esfuerzos que se debería e, incluso, se están haciendo recortes. Ese, en ningún caso, es el camino para combatir la despoblación.

¿Le gustaría que la provincia fuese más que un excelente enclave estratégico para la logística?

Sin lugar a dudas. No estamos en contra de la logística, pero sí del modelo que se está trayendo a la provincia. Apostamos porque las actividades que vengan sean de mayor valor añadido porque la historia nos ha demostrado que eso a Guadalajara le ha venido bien. Es una de las provincias con mayores pensiones de España en cuanto a las cuantías y esto está derivado del pasado industrial que tenía Guadalajara. La industria está muy mermada. Además de apostar por la industria, habrá que apostar por los cuidados a través de dependencia y servicios sociales. Esto tiene una clara relación con nuestra perspectiva feminista. 

Antes de ocupar su cargo, usted era el secretario general de la federación provincial de CCOO-Industria, ¿cree que este sector se desintegra?

El tejido industrial de Guadalajara, aún mermado, sigue siendo potente y se mantiene bastante estable. Pero es cierto que, desde los años 90, no se han incorporado empresas nuevas importantes. Eso sí, en la crisis del coronavirus, hemos visto que han sido las empresas que mejor han aguantado tanto a nivel de empleo como de condiciones laborales. Por tanto, creemos que una parte importante del futuro de la provincia tiene que pasar por reindustrializar. 

Tras el confinamiento, se está reactivando el sector de la construcción, ¿cree que existe el riesgo de una nueva burbuja inmobiliaria?

Desde el sindicato estamos viendo la falta de acceso a la vivienda, siendo una de las provincias de Castilla-La Mancha donde los alquileres son más altos. Y esto no tiene que ver con que falten viviendas. Se deberían adoptar decisiones políticas para favorecer la ocupación de todas las viviendas. Y en cuanto a la construcción, es cierto que está subiendo, pero no creemos que sea uno de los puntales básicos a futuro. 

¿Tiene miedo a que cuando acaben las prórrogas de los ERTE aumente el desempleo?

Sí que tenemos ese temor pero valoramos muy positivamente los ERTE. Creemos que han salvado miles de empleos en la provincia. Aunque ese desempleo se pueda producir, creemos que va a ser bastante menor de lo que se hubiese podido producir sin estas medidas. Entendemos que, en determinadas actividades, tendremos que seguir con ellos. Pero tampoco creemos que tenga que ser un modelo generalizado a futuro porque tiene un coste importante para el erario público. 

El teletrabajo ha funcionado durante los meses más duros de la pandemia pero muchas empresas están incorporando a sus trabajadores al formato presencial, ¿considera que hay que trabajar más para favorecer la conciliación?

Desde el sindicato creemos que es una opción bastante válida siempre y cuando esté sometida a controles. Primero, de registro horario y que no se convierta en una disponibilidad absoluta de los trabajadores. Y también, sí que apostamos mayoritariamente se vaya a un modelo de carácter mixto. Que la presencialidad siga existiendo para que los trabajadores que lo deseen puedan seguir socializando en el centro de trabajo que es un espacio natural para ello. No queremos ir a un modelo solo digital en el que los trabajadores no tengan contacto entre sí porque creemos que no es positivo y puede ser un riesgo a la hora de individualizar las relaciones laborales. Ahora, tenemos como tarea regular y establecer las compensaciones debidas por el teletrabajo. Vemos que hay costes que los trabajadores asumen al estar en casa. Eso no puede repercutir negativamente en ellos. 

¿Cómo valora que Guadalajara sea, en parte, una ciudad dormitorio?

Nos preocupa el exilio interior de muchas personas que se tienen que ir a trabajar a otras provincias y también la dificultad de los jóvenes de encontrar un trabajo, que encuentren estabilidad y poder tener unas condiciones de vida mínimas como es el acceso a una vivienda.

“La clase trabajadora necesita un sindicato fuerte, unido y comprometido para revertir las reformas laborales y la reforma de pensiones”. Es una de sus frases del día de su elección, ¿cree que algunos trabajadores han perdido la confianza en los sindicatos tradicionales?

El sindicato tiene que estar en la calle pero también llegando a acuerdos a nivel institucional. Ejemplo de esto ha sido el acuerdo de pensiones, creo que ha sido un acuerdo bastante positivo porque se paran los intentos del Gobierno por alargar la edad de jubilación, porque dentro del Gobierno había sectores que abogaban por ello. Y en todo caso, las reformas laborales lo que intentaban era debilitar a los trabajadores a nivel colectivo, y en concreto a los sindicatos. Eso no era casual. Como objetivo último, estaba reducir las condiciones salariales y de trabajo en general por eso es fundamental revertir esas dos reformas porque la mayor fuerza de la negociación de la parte social conllevará la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores.